Capítulo 6. Bella como Ella.

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Gálatas despertó por los rayos del sol en la playa a la mañana siguiente, y se dio cuenta de que estaba recostada en el pecho de su novio. Sentía que estaba bien volver a llamarlo así.

Pero se alarmo al notar que había pisadas en la arena, enormes pisadas.

- Peter, Peter despierta – lo movió para que despertara.

- ¿Qué pasa? – pregunto medio dormido y se incorporó, pero se alarmo también al ver las huellas.

- Caspian levántate – le dijo Gálatas mientras Peter despertaba al resto.

- ¿Dónde está Lucy? – pregunto Edmund.

- ¡Lucy! – llamo preocupada Susan.

- ¡Todo el mundo arriba! – ordeno Caspian al ver que la pequeña Pevensie no aparecía.

Todos tomaron sus cosas y armas y fueron en busca de ella, siguiendo las huellas.

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Lucy caminaba por la casa hasta llegar a un atril donde había un gran libro, el libro de hechizos.

Cuando se acercó, vio que las letras en la portada estaban desordenadas, ¿Qué haría? Miro en la esquina superior izquierda del atril y vio a un querubín soplando en dirección al libro, ella hizo lo mismo, y las letras se alinearon formando la frase: "el libro de los hechizos". Ella sonrió, y empezó a buscar la página correcta.

Entre páginas, encontró un hechizo que decía:

"Con estas palabras que vas a pronunciar, a tu alrededor harás, que empiece a nevar".

Miro hacia arriba y vio como caían copos de nieve y como la habitación se llenaba de ellos.

Soplo para quitar los copos de nieve que había en el libro, pero las páginas empezaron a pasarse rápido, y las detuvo poniendo una mano sobre una al azar.

Pero no noto que al hacer eso, una bruma verde salió del libro, como la de las islas solitarias.

También al detener las páginas, la nieve desapareció.

Lucy miro el hechizo de la página y leyó:

"Un hechizo infalible, que te hará como ella, porque siempre deseaste, ser así de bella"

Miró a la página de al lado donde la imagen estaba desvaneciéndose, dónde aparecía la imagen de Lucy cambiando a la de Susan.

- Susan – dijo ella alegre - ¿Qué haces a...?

- Se tocó la mejilla y dijo – soy preciosa.

De repente, la imagen cambio otra vez, pasando del rostro de Susan... ¡al de Gálatas!

- Y bella – dijo Lucy tocando sus ambas mejillas.

Fue a un espejo cercano, y se decepciono un poco al ver que seguía siendo sí misma, regreso al libro, y la imagen de Gal había desaparecido mostrando la foto anterior.

- ¡No, espera! – exclamo.

Lucy arranco la página, y al instante se escuchó un rugido, al mismo tiempo que las páginas volvían a pasarse rápido.

- ¡Lucy! – escuchó la voz de Aslan – Lucy.

- ¿Aslan? – pregunto al girarse, pero no había nadie.

Lucy guardo la página del libro y volvió su mirada a este.

Al mirar el libro, se dio cuenta de que las páginas habían caído justo en el hechizo que buscaba: "el hechizo que hace lo invisible visible"

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Los reyes de Narnia y su tripulación llegaron al jardín dónde anteriormente había estado Lucy.

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La Pevensie empezó a leer: "como la P en psicología, la H en de hechicería, la tinta invisible y la verdad en teología"

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- Chicos – llamo Edmund – la daga de Lucy.

Pero de repente les empezaron a caer lanzas y una voz les dijo:

- ¡Quietos ahí o morirán!

Los héroes empezaron a ser atacados por las criaturas invisibles y ellos tuvieron que defenderse.

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Mientras tanto, Lucy seguía leyendo: "el conjuro ha sido completado, que se haga visible lo que fue hechizado"

Al decir estas palabras, Lucy se dio cuenta de que no estaba sola en la habitación. Un hombre empezó a hacerse visible, y al voltear, se sorprendió al ver a Lucy en su mansión.

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- ¿Qué clase de criaturas son? – pregunto Peter en el suelo.

- ¡Peter! – se acercó Gálatas a ayudarlo.

- Grandes, con la cabeza de un león y el cuerpo de... - empezó diciendo uno.

- Eh... un tigre – dijo otro.

- ¡Sí! – dijo un tercero.

- ¡Un tigre feroz! – dijo el primero.

- Será mejor que no nos provoquen – dijo el líder.

- ¿O qué? – pregunto Gal.

- O los mataremos... de una mordida – dijo el primero.

Pero entonces... las criaturas empezaron hacerse visibles: eran como enanos pero con un solo pie, un pie gigante.

- Y yo los moleré con mis colmillos – dijo uno.

Todos empezaron a amenazarlos inventando que eran monstruos aterradores, pero los Narnianos estaban muy ocupados intentando no reír como para prestar atención a sus palabras.

- ¿Y luego nos aplastaran con sus barrigas? – pregunto Edmund con sarcasmo.

- ¿Y nos aplastaron con esos gigantes pies? – le siguió Peter la corriente.

Los que estaban unos encima de otros perdieron el equilibrio y cayeron, los Narnianos aprovecharon para apuntarlos con sus armas.

- ¿Qué le hicieron a nuestra hermana? – Susan tomo la palabra.

- Cálmate niña – dijo la criatura a la que apuntaba con su arco.

- ¡Responde la pregunta! – ordeno Peter.

- Dígaselo jefe – dijeron las demás criaturas.

- En la mansión – dijo el jefe.

- ¿Qué mansión? – pregunto Edmund.

Entonces, Gal miro a Caspian y este la miro a ella, cuando una mansión invisible se volvió visible frente a los ojos de todos.

- Esa mansión – dijo Primus apuntando al lugar.

NARNIA: La Princesa Del Viajero Del AlbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora