NARNIA: La Princesa Del Viajero Del Alba

Capítulo 8. En el Ojo del Mal

En el camarote de las chicas, Susan dormía al lado de Gal, mientras Gael dormía plácidamente al lado de Lucy, solo que la pequeña castaña no estaba dormida, estaba despierta mirando el techo. Pensando en todo y a la vez en nada.

De repente, una idea se le vino a la mente. Comprobó que su hermana y las otras chicas siguieran durmiendo, sacó la hoja que llevaba en su camisón, y procedió a leer:

"transforma mi reflejo, hazlo perfecto, pestañas, labios y cabello. Hazme como ella, que a mi parecer, es mucho más bella"

La pequeña Pevensie se levantó y fue hasta el espejo de cuerpo completo que había en el camarote. Se acercaba lentamente, y a medida que se acercaba, veía que su ropa, su cabello, e incluso sus facciones cambiaban hasta ya no ser ella, si no su hermana Susan.

Miro hacía donde Susan seguía dormida y comprobó que ella seguía ahí. Regreso a su reflejo y se tocó la mejilla.

Ella empezó a escuchar música, empujo un poco el espejo y lo abrió como si de una puerta se tratara. Lucy, ahora como Susan, ya no se encontraba en el camarote, se encontraba en la fiesta de té a la que había sido invitada Susan.

- Damas y caballeros, la Srta. Pevensie – la presento un hombre de traje haciendo que todos aplaudieran.

Ella avanzó con una sonrisa por entre las personas. Todos la veían y sonreían, los jóvenes militares que había ahí no dejaban de mirarla de arriba abajo.

Entonces su hermano Edmund apareció y le tendió su brazo.

- Edmund – dijo Lucy.

- Estás hermosa hermana – le dijo Edmund.

- Igual que siempre – dijo su otro hermano Peter.

- Peter – dijo Lucy.

- Disculpen, ¿puedo tomarles una foto? – dijo un hombre que se acercó con una cámara.

- A nuestra madre le va a encantar, una foto de todos sus hijos – mencionó Peter haciendo que Lucy dejara de sonreír.

- Esperen falta Lucy – dijo ella.

- Sonrían – dijo el hombre.

- ¿Lucy? ¿quién es Lucy? – pregunto Edmund confundido.

Lucy intento soltarse de su agarre.

- Susan ¿Qué pasa? – pregunto el mayor.

- No estoy segura de esto, creo que quiero volver – dijo Lucy.

- ¿Volver? ¿a dónde? – pregunto Edmund.

- A Narnia – dijo ella.

- ¿Qué diablos es Narnia? – pregunto Peter.

- ¿Cómo diablos no vas a saber? – entonces el flash de la foto hizo que Lucy se cubriera la cara.

Ella dejó de escuchar el bullicio de la fiesta de té, y creyó que todo había vuelto a la normalidad, así que se quitó las manos de la cara, pero al hacerlo, vio que no aún no estaba en el camarote si no en otro lugar, en Telmar.

Era un baile de los que hacían en la época medieval, con música clásica, los hombres vestían trajes elegantes acordes a la época y las mujeres hermosos vestidos costosos con adornos y bordados hechos a mano.

Empezó a avanzar por la fiesta hasta llegar con el enunciante.

- La princesa Gálatas de Telmar – dijo el enunciante a lo que todos aplaudieron, Lucy se extrañó un poco.