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Jimin observó por la ventana del auto el inmenso edificio donde trabajaba su alfa. Era la primera vez que visitaba su lugar de trabajo y no sería la última. Yoongi esperaba que trabajase a su lado, su alfa había visto la gran facilidad de Jimin para convencer a todos a su alrededor, era un tiburon en lo que concierne a negociaciones, nunca perdía una sola discusión y Yoongi estaba dispuesto a enseñarle cómo dirigir ese talento al mundo de los negocios. Jimin ya estudiaba administración de empresas antes de que fuera capturado, su padre Namjoon dudaba de que fuera un alfa pero aún así quería ver a su hijo con una carrera universitaria, no dejaría que ningún alfa lo dejaría relegado al hogar y a cuidar cachorros. 

Su padre Jin pensaba igual, ni siquiera cuando él los tuvo dejo de lado su profesión, Jimin recordaba los días en los cuales se la pasaba en el hotel donde su padre omega era el gerente, le había enseñado todo respecto al mundo de la hotelería sin embargo ahora tenía que aprender el mundo de la arquitectura y construcción, era una área totalmente diferente pero sabía que con esfuerzo podría hacer a su alfa orgulloso. 

Al bajar del auto observó atento a la entrada donde varios miembros de la manada de Yoongi se habían quedado estáticos al verlo. En ese momento se sintió como un extraño, Yoongi no lo había presentado aún y eso no estaba bien, en su mente divagaba un sin fin de inseguridades pero logró desterrar esos pensamientos ni bien aparecieron, Yoongi debía hacer las debidas presentaciones en algún momento en el futuro. Ahora mismo su alfa debía ponerse al corriente de todos los asuntos de la manada y de su empresa, no era fácil ser un alfa de manada sin omega y en el caso de Yoongi sin un centinela segundo al mando que le tendiera la mano. Sus pensamientos volaron directamente al hospital y en su mente se dibujó la imagen de Hoseok, la culpabilidad por esconderle algo tan grande a su alfa lo arrolló como un tractor enorme haciendo añicos todo su cuerpo. 

- Jimin. 

El susurro de una voz conocida a su espalda hizo que olvidara momentáneamente sus pensamientos pesimistas. Al voltear observó un cuerpo grande y bien formado envuelto en un traje de oficina azul marino, una camisa blanca y corbata roja, jamás espero ver a Yongguk ataviado en semejante traje, normalmente vestía informal, con jeans, camisas de vestir semi arrugadas y gafas de sol negras como todo un bad boy, pero eso no fue lo que lo sorprendió, desde esa terrible noche no lo había visto, cuando Yoongi lo mando con sus padres cruelmente, su padre Namjoon prohibió a Jungkook y a él ver a Yongguk, ni siquiera su nombre era bienvenido en su casa y menos aún podían saber de su estado. Al perder el conocimiento aquella noche  apenas recordaba su imagen corriendo hacia ellos y los cambiantes que los estaban capturado iban a su encuentro, estaba tan preocupado por lo que pudo haberle sucedido. Ahora que finalmente lo tenía de frente y verlo tan bien y seguro el alivio lo inundó.  

Sin previo aviso corrió en su encuentro. Yongguk abrió sus brazos para recibirlo en acto reflejo y lo atrajo cuando Jimin lo alcanzó. 

- Estaba tan preocupado por ti... cuando regrese mis padres no dejaron que levantara el teléfono ni siquiera para llamarte, ¿Mi padre Namjoon fue demasiado duro contigo y con tu manda cuando desaparecimos? 

Sin respirar Jimin dijo todo aquello entre los brazos de su amigo alfa y este solo se limitó a apretar su cuerpo y calmarlo con una suave caricia en su espalda. 

- Fue muy duro conmigo y con mi padre pero lo merecíamos, no los protegí como tenía que hacerlo, el alfa Kim Namjoon me confió a sus hijos y yo fallé monumentalmente, la seguridad en mi manda falló y por eso ustedes fueron un blanco fácil. Merecía cada golpe y cada hueso roto. 

- ¿Mi padre te golpeó? 

Preguntó asustado, levantando su rostro, separándose de su cuerpo para observar mejor. 

- Cuando intenté impedir que esos cambiantes se los llevaran me golpearon , estuve en el hospital algunos meses, me rompieron una pierna y un brazo, también me dispararon con balas de plata, sin embargo merecía eso y más. 

Todas esas palabras fueron dichas con decepción, con un dolor tal que a Jimin se le rompió el corazón, Yongguk pensaba que fue su culpa que los atraparan pero no era así y por impedir eso salió mal herido, sin mencionar que a pesar de estar herido debió lidiar con la ira de sus padres. Estaba a punto de contradecir a su amigo, más un gruñido bajo lleno de furia llegó a sus oídos, el corazón se le fue a los pies al percibir el aroma de su alfa, en su interior el sentimiento de celos y la creciente furia lo dejó completamente en blanco. Los pasos de su alfa resonaron tras suyo, lentos pero firmes, decididos a reclamar su dominio y solo le quedó esperar. 

Las manos de Yoongi tomaron su cintura con fuerza y lo acercó a su cuerpo, su espalda chocó con los músculos de su torso, en vez de sentirse temeroso, la muestra de posesión lo excitó y al mismo tiempo lo cabreo. Yoongi actuaba como si todo el mundo a la redonda no supiera que eran pareja, que pronto estarían casados y que probablemente en un futuro llevaría sus cachorros en su vientre, era ridículo que hiciera una escena de esas. 

- Deja el numerito de alfa posesivo Yoongi. 

La voz de Jimin destilaba fastidio y por la carcajada de Yoongi a sus espaldas sabía que su alfa sintió el toquecito de satisfacción que le produjo su ataque de celos por medio de su lazo. En ese momento lo odio un poquito quería poder fingir a gusto que estaba enojado pero Yoongi sabía inmediatamente cuando intentaba fingir por lo que en ocasiones actuaba como si no supiera que estaba fingiendo, algo que no hizo en ese momento. 

- Te gusta que sea un alafa posesivo. Dijo muy cerca de su oído en voz baja, haciendo que sus terminaciones nerviosas se descontrolen. - Y quiero poseer cada parte de ti en este preciso momento, lastima que tenemos una reunión. 

El frío que sintió cuando Yoongi se apartó fue excesivo, como si estuviera en pleno invierno, lo necesitaba, quería su cuerpo, su calor, esos pensamientos lo abrumaron, ¿Desde cuándo se comportaba como un omega necesitado? Sacudió la cabeza queriendo liberarse de todo pensamiento irracional y observó a su alfa presentarse como todo un profesional ante Yongguk, su rostro serio y sus palabras amigables, con su presencia que gritaba soy el alfa y dueño de todo los que ves. Era un ególatra de lo peor pero lo adoraba con el alma. 

 

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ETERNAMENTE TUYO #3 MercancíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora