37🖤

773 124 29
                                    

-¡Todo salió mal!-gritaba desesperada Lisa frente al halcón al otro lado del escritorio, golpeando con sus puños sobre este con fuerza. -Prometiste que ibas a hacer algo con ese tigre, ¡me mentiste!

Despacio Sung Joon se puso de pie, caminó hasta llegar a la omega histérica rodeando el escritorio quedando frente a ella, parecía una polluelo haciendo un berrinche. Estaba cansado de sus actitudes inconscientes e impulsivas, primero ella misma casi mata al tigre sin decirle una palabra, por suerte el tigre sobrevivió y ahora como una tonta fue a lloriquear hasta allí por su fracaso.

Lisa observó con rencor a Sung Joon, fue un mentiroso, le había prometido un lugar en la bandada de halcones como la omega del alfa y ella tontamente le creyó. -Tu lo prometiste, dijiste que sería la pareja alfa si hacía lo que decías y todo fue una mentira, eres un mentiroso, 'un imbécil mentiroso...!-Sus gritos fueron acallados por el dolor en su rostro, el sonido de la cachetada resonó por toda la habitación, en tanto su cuerpo caía al suelo por el golpe.

-Eres una imbécil-su voz destilaba decepción-ahora entiendo la furia de los tres alfas, fuiste tu la que mandó a atacar los autos en los que iban los omegas al aeropuerto, pusiste sobre aviso a Taehyung con el accidente en el bosque, ¿acaso creíste que el alfa de la bandada iba a desproteger al tigre por una tonta discusión? Eso solo demuestra tu desesperación y lo único que conseguiste fue hacer que esos tres alfas se vuelvan sobreprotectores con los tigres.

Sung Joon miró a su hija tirada en el suelo con su mano cubriendo su mejilla donde la golpeó, se merecía eso y más por haber sido tan imprudente, si ella no hubiera hecho todo lo que hizo Seug Gi ya había conseguido a los tigres, ahora lo único que tenía que hacer era esperar a que las cosas se calmaran para volver a intentar conseguir a los tigres.

-Mate a Jisoo por ti...¡mate a mi compañera por Taehyung!-gritó Lisa desde donde estaba con sus ojos llorosos, con una furia irrefrenable en su ser. -Prometiste que si la mataba iba a conseguir a Taehyung para mi.

-Mataste a tu compañera por poder, no porque yo te lo dije, querías dinero, posición, no te confundas, yo no te obligue hacer nada, tu codicia de ser una compañera alfa fue la que te obligó a matar a esa ave.

-Pusiste un arma en mi mano y me dijiste que presione el gatillo.

-La decisión siempre fue tuya.

-Todo lo que me queda es Taehyung, él tiene que ser mío.-Habló para sí misma, levantándose lentamente del suelo.

-Pues ahora no se si lograrás obtenerlo-Habló su padre de mala gana- te recuerdo que debemos esperar, tal vez en ese tiempo Taehyung marque al tigre, ya no lo se.

-Haz algo, tienes que hacer algo para que eso no suceda.

-Eres una idiota, una vez el halcón marque al tigre, todo habrá terminado. Si algo le pasa al tigre después de que este marcado, Taehyung morirá lentamente... aunque eso puede ser algo a nuestro favor, si ese halcón está moribundo nosotros podríamos seguir con nuestros negocios...ahora vete, nadie debe saber que estuviste aquí-Seung Joon esperaba que la visita de su hija pasara desapercibida, de por si todos sus planes estaban al borde del desastre, no necesitaba que lo ligaran a la estúpida de su hija. Por suerte Jiyong había decidido volver con el negocio en Corea, esperaba que esta vez la serpiente no se dejara atrapar como su alfa.

🐯

-Nam...

-Cariño, ¿qué te sucede?-Namjoon se sorprendió al ver a su omega entrar a su oficina a esa hora, ya eran más de la media noche, debería estar dormido. Sintió su tristeza y miedo pero también pudo sentir su necesidad de estar solo, estaba sorprendido que lo fuera a buscar en ese estado pero se alegraba saber que aunque su omega quisiera estar solo, estaba dispuesto a buscar sus brazos.

Con incomodidad Jin se acercó a su alfa, no había podido conciliar el sueño, sin importar lo que hiciera la imagen del lobo atrapando a las dos flores que una vez soñó persistía en su cabeza, ahora el sueño estaba a punto de hacerse realidad y no sabía cómo evitar aquello. -Te extrañé-Dijo al estar cerca de Namjoon, el cual tomó suavemente su mano para dirigir su cuerpo hasta su regazo y así acariciar su rostro y abrazar su cintura.

-Y yo a ti, cariño, te extrañe demasiado... siento no haber ido contigo a la habitación antes...tenía que organizar todo para mañana, además pude sentir que necesitabas un tiempo a solas.

-Lo sé, hay algunos temas que tenemos que tratar mañana... estaba pensando... en llamar a Heechul.

-Taehyung dijo que volvió a las montañas, su nieto va a tener que ir por él, podría tardar en venir.

-No importa, solo quiero terminar con todo, debí haberlo hecho antes.- Al decir esas palabras Jin abrazó a su alfa fuertemente pasando sus brazos por sus hombros. Estaba tan asustado que necesitaba la cercanía de Namjoon, de su aroma, de su protección, en este momento cuando se sentía el ser más vulnerable del planeta lo necesitaba más que nunca, que le transmitiera su fuerza para poder seguir.

-Ya deja de pensar en eso, hiciste lo que creíste mejor. Dijo Namjoon acariciando su espalda en suaves y largos movimientos-Criaste a nuestros hijos bien, ellos son fuertes, más de lo que piensas, tú les diste esa fortaleza, les enseñaste a no darse por vencidos, a ser independientes, a luchar por lo que quieren. Si tu no fueras su padre ellos no habrían salido ilesos de Choi.

-Oculte todo de ellos, como si al hacerlo todas esas absurdas leyendas dejarán de existir. Tengo miedo de que esas leyendas sean verdad...en especial tengo miedo por lo que le pueda pasar a Jungkook, si su poder se sale de control...

-Eso no sucederá, dijiste que las leyendas tienen muchas caras, no puedes elegir la peor para hacerte daño.

-Ya no se en que creer.

-Cree en ti, en mi y en nuestra familia, sobre todo en nuestra fuerza, no dejaremos que nada malo pase.

🐯

El día no era como antes, las noches frías congelaban su cuerpo y su alma rota se deshacía cada vez más. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿un año? ¿dos años? ¿meses?. No estaba seguro de cuánto tiempo pasó. ¿Cómo es que terminó de esa manera?

Solía ayudar a omegas y alfas en estado de calle, algunos habían sido desechados por ser demasiado problemáticos por sus dueños, abandonados como si no fueran nada en las calles de Corea,donde nadie los miraba un par de veces al pasar, dejados de lado, sin manada, sin un lugar a donde ir. Él solía darles un lugar donde vivir con la ayuda de su organización y ahora no podía creer que estuviera peor que ellos, mucho peor. Sabía que su actual estado era por haber indagado donde no debía indagar, se había metido demasiado en el lugar equivocado y estaba pagando por eso.

Había escuchado tantas historias. Su corazón se apretaba cuando sabía más de ese mundo, donde cambiantes eran tratados como una cosa, como un objeto el cual comprar y desechar cuando querían, todos los relatos que escuchó en su centro eran desgarradores. Pero nada se comparaba con la realidad.

Lo habían golpeado, no lo alimentaron por días cuando apenas lo llevaron a esas celdas con otros cambiantes esclavos. Solo cuando vivió en carne propia el sufrimiento al ser degradado a un objeto sin voluntad, pudo sentir su dolor de verdad y era mucho más doloroso de lo que pensó.

En su mente lo único que le ayudaba a seguir cada día era saber que en algún lado ahí afuera estaba esperando su alfa, su compañero. Ese halcón de linda sonrisa, duro por fuera, con rostro imperturbable pero que en su presencia se volvía alguien torpe y se quedaba sin habla. Sin importar los años que pasaron juntos, Chanyeol seguía siendo tímido cuando él llegaba a su lado.

El lugar donde lo mantenían era oscuro y frío, apenas un halo de luz de luna pasaba por una minúscula hendidura en el muro de piedra. Sentado en un pequeño catre con el rostro apoyado en el muro observó la pequeña luz, levantó su mano despacio colocando sus dedos sobre la pequeña luminiscencia. No se daría por vencido, no importaba lo que iba a pasar, en su corazón aún había algo de esperanza.

-Es hora, levántate-La voz áspera del lobo que lo compró resonó en sus oídos fuertemente, su aroma pútrido hizo a su estómago revolverse, y aún así logró levantarse, necesitaba aguantar un poco más, solo un poco más. 

ETERNAMENTE TUYO #3 MercancíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora