ETERNAMENTE TUYO #3 Mercancía

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No era un buen momento para estar en cinta, menos sabía cómo informar aquello a su alfa, que desde que llegó de la reunión con su padre había estado nervioso, caminaba de un lado al otro, observándolo de momentos donde se encontraba sentado en la cama, y luego empezaba a caminar nuevamente. Estaba seguro de que no era debido a su estado pero le preocupaba que Yoongi estuviera así de nervioso.

-¿De qué hablaban?-Preguntó Jimin despacio.

-De algo importante...mañana cuando todos estemos más calmados hablaremos de todo.

-Hay algo que quiero hablar contigo también.-No estaba seguro de si era el momento pero...

-Dime.

-Yo... ¿qué opinas de los cachorros?-terminó por preguntar antes de decir lo que realmente deseaba decir.

-¿Cachorros?... son lindos, claro cuando no soy el responsable de cuidar de ellos-contestó Yoongi quitando los arneses de su pecho en los que mantenía un par de pistolas-aún recuerdo esos días en los que cuidaba a mis hermanos, sobre todo de Joy, mis padres la tuvieron cuando yo tenía más de 45 años, imaginarás el desastre que fue para mí encargarme de esa mocosa a esa edad.

-Entonces no te gustaría tener uno propio-habló Jimin con tristeza, en ese momento su tigre empezó a gemir por el dolor que provocaron las palabras de su alfa.

-Me gustaría, se que un cachorro viniendo de ti sería la cosita más adorable de este mundo-dijo acercándose a su omega tomando su rostro entre sus manos-por otro lado mi hermana era un desastre total pero eso es porque mi madre era igual a ella.-Trató de rectificar Yoongi su postura sabiendo que sus palabras habían herido a su omega, seguramente Jimin quería tener cachorros, solo esperaba que no muy pronto pues tenían algunas cosas de las cuales encargarse en ese momento.

-No hablas mucho de tu madre.

-Fue una mujer excepcional. Una alfa fuerte y con un carácter del demonio, pero dulce a veces, me cuido bien... luego... murió dando a luz a Joy, por eso yo me hice cargo de ella.

-Entonces por eso que Joy es como es, fue tu culpa.-Jimin optó por burlarse de Yoongi antes de traer a colación el sufrimiento por la pérdida de su madre a pesar de que Yoongi dijo lo que dijo con un tono cálido, parecía que había aceptado la muerte de su madre hace mucho tiempo.

-Hice lo mejor que pude-se defendió quitando las manos del rostro de Jimin, no sin antes darles un apretón, luego se agachó, colocando su cabeza sobre su regazo, necesitaba sus pequeñas manos en su cabeza para calmar la preocupación que estaba a punto de comerle la mente al saber que un loco quería a su pequeño tigre para hacerle solo los dioses sabían qué es lo que quería hacerle.

-Acaríciame el cabello-Pidió lastimero observando a ese par de ojos azules que tenían algo diferente, parecía que Jimin necesitaba decirle algo pero no parecía estar seguro de hablar o no. En algún momento hablaría, sabía que tarde o temprano Jimin decidiría decirle lo que estaba ocultando. -Tu padre me habló de un lago, ¿qué te parece ir mañana a dar un paseo?

-Eso me gustaría, hace mucho que no piso ese lugar.

-Por cierto hay algo ahí afuera que quiero que veas, ven.-Inmediatamente Yoongi se puso de pie para llevar a Jimin al exterior de la cabaña que su padre Jin había dispuesto para los dos, cerca de la casa alfa pero lo suficientemente lejos como para tener privacidad.

Jimin interesado en lo que su alfa quería mostrarle se dejó llevar con gusto. Las veces que Yoongi tomaba un papel infantil le encantaba, era simplemente adorable, como su sonrisa iluminaba sus ojos y su cuerpo relajado mostraba una etapa que al parecer sólo él había visto, además de Joy por su puesto.