La música sonaba muy alta, la gente bailaba alocadamente y el aire olía a sudor y alcohol.
TN se encontraba en una casa de alguna amiga que estaba algo cerca de la suya. Había decidido que una simple ruptura no le iba a estropear la noche. Porque sí, TN había roto una relación: la suya y la de Ryuzaki.
¿Que si se arrepentía? Pues claro que sí, pero él no le había dejado otra opción. Desde que comenzaron a salir, hace unos pocos meses, Ryuzaki siempre estaba absorto en sus investigaciones. TN lo entendía, así es como se entretiene L, pero llega un punto donde ella sentía que no le importaba a Ryuzaki.
Decidió romper ayer con él. Estaban los dos en la habitación de hotel de Ryuzaki y a ella le dio por preguntar si la quería. "¿Dijiste algo?", respondió sin quitar la vista de su ordenador. TN sonrió con tristeza y luego le dijo que quería romper con él. Ryuzaki terminó por quitar su vista del ordenador y la miró confundido. Pero no dijo nada, solo se dedicó a observarla con ese rostro neutro. TN salió de la habitación después de dedicarle aquella sonrisa de tristeza. Él no fue tras ella, tampoco fue a su casa, ni la llamó.
TN estuvo todo el día metida en su cama, sin ánimos de hacer ninguna cosa. Lloró mucho mientras comía helado y veía una telenovela que habían pasado por un canal de televisión. Pero cuando ya era por la tarde, se dijo que una ruptura no iba a hundirla. Una amiga suya la había llamado para salir con ella esa noche y TN no se iba a negar. El problema es que hacía ya dos horas que no encontraba a su amiga. ¿Qué solución había encontrado? Beber hasta morir. ¿Que quizás su objetivo principal de esa noche era exactamente ese, beber para olvidar? Quién sabe. Ni ella entendía sus razones.
00:30 de la madrugada
Ahora mismo estaba rodeada de cuerpos sudorosos que se movían tan alocadamente como ella misma, chocando contra TN, desestabilizándola un poco, cantando a pleno pulmón las canciones que sonaban a todo volumen. TN bebía de una copa llena de alcohol, con cuidado de no mancharse mientras bailaba.
De repente le pasó por la mente la cara de Ryuzaki. No sabía por qué había comenzado a pensar en él, habrá sido una mala broma de su subconsciente borracho. Cambiaron la canción a una que era bastante famosa en aquel momento pero que no era de su idioma, era una canción latinoamericana. En seguida la gente se puso como loca por la conocida canción, cantada por dos famosas artistas. TN pensó que a Ryuzaki le gustaría. ¿Tendría Ryuzaki un alma fiestera escondida? ¿Y si se lo preguntaba? Total, ya no perdía nada. Todavía tenía el número de Ryuzaki.
Sacó su móvil, aún bailando, y lo llamó con una sonrisa tonta. Se tapó el oído que estaba libre para escuchar el tono. Sorprendentemente, Ryuzaki cogió la llamada.
—¿TN?
—¡Ryuzaki!— gritó la chica alegremente. Sin saber si le escuchaba o no—. ¡Están poniendo un temazo! ¿Quieres escuchar mi español?
—Casi no te escucho... Espera, ¿estás borracha?
—¿A quién le importa eso? ¡Solo te llamé para que la escuches!— TN le dio un trago a la bebida y comenzó a cantar el estribillo junto a las demás personas—. PERO SI LE PONEN LA CANSIÓN, LE DA UNA DEPRESIÓN TONTAH. SHORANDO LO COMIENSA A LLAMAH...
De repente, los gritos de TN se convirtieron en sollozos exagerados y dramáticos. No entendía absolutamente nada de la canción, pero conectaba con ella profundamente. Dijo un par de palabras inaudibles y le dio otro trago a su bebida.
—¿Dónde estás?
—¡Y a ti que te interesa...! ¡Ey, trae la cachimba por aquí! ¡Necesito ahogar penas en el humo!— gritó a lágrima viva.
