9~ Seis meses

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  TN estaba enfadada. Muy enfadada. ¿Por culpa de quién? Por Ryuzaki.

   Hacía seis meses que comenzaron a salir ella y Ryuzaki. El detective no era alguien especialmente cariñoso, pero habían momentos en los que podía ser algo dulce a veces. Aunque la mayoría del tiempo era un idiota obsesionado con resolver casos.

   A TN no le importaba mucho, ya que el trabajo de un detective era resolver casos. Pero eso hacía que Ryuzaki no le prestase demasiada atención a TN.

   Y ahora mismo, TN estaba completamente enfadada con L. ¿El motivo? Hoy cumplían medio año de novios y ella y Ryuzaki no se habían visto en todo el día. Ni siquiera la había llamado. TN había intentado llamar al teléfono del hotel donde se hospedaba L y al suyo, pero saltaba el contestador. Así que debería de estar en el cuartel.

   Pero cuando fue al cuartel, Ryuzaki ni siquiera la había mirado. Estaba completamente concentrado en la pantalla del ordenador.

   TN no le dio importancia, debía ser algo importante. Cuando terminase de trabajar, TN le daría su regalo de seis meses, que era una pulsera de cuero negro con una placa plateada donde estaba grabado la letra L con el diseño de dibujo que se veía cuando él hablaba en público. Fue bastante caro.

   Pero pasaba el día y Ryuzaki no se despegaba de la pantalla. TN iba de un lado para el otro revisando informes, saliendo de la habitación, etc. Y él seguía igual. Estaba pasando de ella.

   Así que TN llenó un vaso con café y echó bastantes cucharadas de azúcar y se le dejó en la mesa para mientras se quedaba a su lado.

—Para ti— dijo, esperando ver cómo reaccionaba.

—Gracias— murmuró de manera inexpresiva. TN lo miró con el ceño fruncido.

—¿Sabes qué día es hoy?— preguntó TN.

   Debería haberlo pensado antes. ¿Y si Ryuzaki se había olvidado? Es cierto que TN estaba actuando un poco infantil respecto al tema, pero para ella ese día era especial.

—¿Debería?— TN abrió la boca con el rostro dolido. Apretó los puños y suspiró de manera sonora. Ryuzaki todavía no le había dirigido ni una sola mirada.

—No, claro que no deberías— respondió de manera cortante. Se alejó del detective y tomó su bolso para luego abrir la puerta—. Me voy. Adiós.

   Cerró la puerta y se fue con paso rápido a la salida. De todos modos, ya había acabado su horario laboral.

   ¿Era mucho pedir que el idiota de su novio se acordase de que hacían seis meses juntos? Quizás el problema era que TN era bastante más romántica que Ryuzaki. Él parecía que no se llegaba a acostumbrar a estar en una relación. Y TN lo entendía, pero ese día fue un poco excesivo para ella.

   TN llegó a su casa media hora después, completamente enfadada con el chico que se hacía llamar su novio. Se tiró en su cama y suspiró. Había que tenerle mucha paciencia a L, cosa que se le estaba acabando a TN de manera alarmantemente rápida.

   Sacó del bolso un pequeño sobre y lo miró. Dentro estaba la pulsera que le iba a regalar, una bastante cara. Su cuero era del bueno y resistente y la placa plateada era de plata de verdad. Además, grabar en la placa no fue barato tampoco. TN tuvo que gastar bastante de sus ahorros.

   La dejó caer en la cama y recordó que tenía en la nevera un pastel con fresas, que también era para Ryuzaki. La chica se llevó las manos a la cara. ¿Qué debería hacer? Estaba enfadada. Pero también triste. También era consciente de que lo estaba exagerando todo bastante, pero no era su culpa. TN era algo sensible, lo sabía también. Y eso le estaba afectando de sobremanera.

~L. Lawliet One Shots~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora