Capítulo uno

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(SPOILERS para todos los que no estén al día con el manga o al menos a partir del cap 99 de este).

(Para entender este fanfic es necesario haber leído mi fic Baby Stone primero).

Apenas despertó esa mañana, Senku sintió un agudo dolor de cabeza. Tan doloroso que casi no lo dejaba pensar. Casi, porque lo que tenía que pensar era simplemente demasiado para ignorar incluso por la peor resaca que había tenido en toda su vida.

Perdió la virginidad, inesperado pero cierto. Se emborrachó como nunca antes y tuvo sexo con Kohaku después de caer en sus tretas baratas que realmente no eran malintencionadas, él fue quien llevó las cosas por un rumbo sexual, eso debía admitirlo incluso sí no le gustaba e incluso sí luego fue ella quien no lo dejó parar.

Pero al diablo con eso. Al diablo con el sexo, el alcohol y todo lo demás, lo importante aquí es que no uso protección. Bueno, obviamente, nunca se le habría ocurrido crear condones y mucho menos para su propio uso a pesar de que tenía los materiales al alcance. El sexo simplemente no era algo que cruzara por su mente casi nunca. Y aquí estaba ahora, agotadísimo y con una resaca horrible después de una intensa sesión de sexo inseguro y borracho con una mujer capaz de matarlo una vez se despierte.

Bajó la mirada hacia Kohaku, que parecía dormir felizmente abrazada a su pecho. La verdad lo estaba aplastando y dándole calor, así que no pudo hacer más que mirarla con irritación. Quería despertarla, pero no sabía cuál sería su reacción ahora que estaría sobria al ver la situación en la que se encontraban. Él mismo ni siquiera estaba seguro de cómo reaccionar.

No podía creer que de verdad había caído tan bajo, traicionado por sus propios instintos. ¡Y con Kohaku! ¡Kohaku, por el amor de todos los cielos! Esto era lo más ilógico, patético y simplemente estúpido que alguna vez había hecho.

Y ella podría embarazarse. También existía el riesgo de que alguno de los dos contagiara alguna enfermedad al otro, pero era muy poco probable. El mayor riesgo aquí sin duda era un embarazo.

Según lo que había escuchado sin querer de las mujeres de la aldea, usaban trozos de tela especiales que lavaban una y otra vez durante esos días para sobrellevar la menstruación. Sin embargo, a pesar de que era una de las personas con las que más convivía, nunca había visto ni escuchado a Kohaku hacer alusión alguna a su periodo. Ni el no poder entrenar por estar en esos días, ni algún cólico ni nada. Nada de nada. ¿Siquiera pasaba por el ciclo menstrual aún? Podía ser que no, a algunas mujeres les tardaba más en llegar y ella tenía diecisiete años todavía, igual que él. O bien podía ser que él no estuviera prestando la suficiente atención, lo cual era lo más probable porque honestamente tenía mejores cosas que hacer.

Pero... en serio. ¿En qué demonios estaba pensando al abrirle las piernas la noche anterior? Estaba borracho, borrachísimo, pero aun conservaba parte de su racionalidad. La posibilidad de embarazarla y joderle la vida a ambos cruzó por su mente ¡pero no le importó! Estaba mucho más concentrado en tener relaciones sexuales con ella, deseaba tanto eso que incluso sabiendo la posible consecuencia mandó su racionalidad a la mierda y continuó como un completo idiota. Definitivamente su lado borracho odiaba a su lado sobrio, para hacerle algo como esto.

Nunca de los putos nunca volvería a beber alcohol, eso era diez billones por ciento seguro.

Cuando Kohaku se despertó y se apartó de él como sí quemara, ambos se quedaron mirándose por un minuto entero, antes de que él expresara su anterior pensamiento en voz alta. Por supuesto, ella lo abofeteó.

Mientras ella le gritaba ridiculeces acerca del honor, Senku tomó nota de su comportamiento al despertar y de la forma en la que cubría su cuerpo con vergüenza y luchaba por no mirar nada más que su rostro al estar él completamente desnudo. Se dio cuenta de que ella, una vez se despertó, tardó un momento en entender la situación en la que se encontraba y, antes de golpearlo, cuando finalmente entendió lo que pasó, pareció sorprendida y horrorizada. Eso más lo que le estaba gritando lo hizo llegar a la conclusión de que ella no recordaba absolutamente nada de lo que pasó entre ellos.

Senku Side StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora