Capítulo doce

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-¡Es primero de mayo! ¡Exitosamente has cumplido tu primer mes de vida!- un par de días después de la primera sonrisa de verdad de su hija, Senku se encontró celebrando el cumplimiento de sus cuatro semanas de vida.

Y es que había mucho que celebrar. Ya no quedaban ni rastros de ictericia en ella, su peso y estatura estaban dentro de los parámetros normales teniendo en cuenta que era prematura y, lo más importante de todo, ella no contrajo ninguna infección, que era lo que más preocupado lo tenía.

Criar niños era el verdadero infierno en vida, pero tenía sus ventajas, y ya no podía negar que estaba completamente dedicado a su hija y honestamente la amaba. Y eso probablemente sea evidente para cualquiera que lo viera cerca de ella, y en especial Kohaku que ya no le creía para nada sus quejas y lo alentaba a pasar más tiempo con su mocosa, que también estaba encantada de estar con él, por alguna extraña razón. Y él claro que también disfrutaba muchísimo estando con ella, pero tampoco podía ignorar sus deberes.

Cuando le dijo a Kohaku que tendría que pasar todo el día trabajando, ella se mostró visiblemente descontenta, aunque no se quejó directamente, y él se sintió ligeramente culpable de no poder estar con su familia justo el día en el que su hija cumplía su primer mes de edad, pero ya perdió demasiado tiempo los últimos días cuidándola y además concentrado en empezar a escribir instrucciones sobre qué hacer en caso de que su hija se enfermara durante el primer año de vida, aunque probablemente acabarían teniendo que lidiar con al menos una infección antes de que se fueran pero sabía que probablemente se irían cuando ella tuviera seis o siete meses así que era mejor prevenir desde ya, y repartir conocimiento nunca estaba de más de todas formas.

Trabajó duramente todo el día, esforzándose en avanzar lo más posible sin importarle las quejas de todos de que tuviera piedad y los dejara descansar de vez en cuando, pero no accedió y les dio solo una hora de descanso como siempre sin dejar de darles más y más trabajo, recordándoles que necesitaban terminar lo antes posible por el bien de la humanidad.

De tanto concentrarse en el barco se le pasó un poco la hora y empezó a sentirse culpable de casi no haber visto a su hija hoy, además de que dejó a Kohaku molesta y seguramente estaría malhumorada para cuando regresara.

Suspirando, terminó rápidamente su último asunto y partió a su casa a paso rápido, o lo más rápido que podía teniendo en cuenta lo cansado que estaba.

Grande fue su sorpresa al regresar a la casa y encontrarla vacía. Vacía aunque estaban en medio de la noche.

Cerró la puerta y empezó a buscar por toda la casa, pero no encontró a nadie.

Empezó a preocuparse.

¿Podía ser que Kohaku estuviera tan molesta con él que decidiera irse y llevarse a su hija? Eso era ilógico, y ella no haría algo así por una tontería... ¿verdad?

Fue incapaz de deshacerse de su mal presentimiento y de inmediato corrió para salir de la casa y poner a todo el reino científico a buscarlas de ser necesario, pero resulto que apenas abrir la puerta chocó su frente contra la de Kohaku, a lo que Tsukiku, que había estado en brazos de su madre, de inmediato empezó a chillar.

De inmediato empezó a reclamarle por haberse ido en medio de la noche, a lo que ella contestó muy secamente que estuvo con su familia y tuvieron una pequeña discusión donde quedó claro que ella seguía molesta porque no se haya quedado en casa hoy, y él estaba demasiado cansado como para querer discutir así que decidió simplemente dejarlo así e ir a dormir después de que la mocosa se durmiera.

Senku Side StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora