Vaes Dothrak, 298 d. C.Allyanna se había despertado con apenas unos pequeños destellos de luz, el sol recién salía por el horizonte y sentir el cálido saludo de este hizo a Allyanna sonreír, eso y el afianzado agarre que impartía su esposo en su pequeña cintura.
La platinada volteo suavemente y se encontró con el rudo rostro de su querido esposo, Khal Drogo, para Allyanna no había hombre más perfecto que él, a sus ojos había sido por mucho el mejor que había conocido y no es que ella hubiese conocido muchos, pero a partir de él no habría ninguno a su altura.
Ella sinceramente no sabía que había sido lo que la había cautivado, porque sería una tonta al decir que el no tenía atributos, porqué los tenía y varios. Él era un hombre hermoso, la perfecta descripción de masculino en cualquier libro, tenía un rostro definido y con una expresión peligrosa. Era velludo, sus cejas eran pobladas pero perfiladas, sus ojos eran profundos y obscuros, como el tono de su larga trenza, el cabello de Drogo era de un tono café bastante negro, pero aún así hermoso como todo él. Su cuerpo era grande y fornido, como un oso, tenía músculos tonificados y varias cicatrices a lo largo de su cuerpo, eso sólo hacía que se viera más exquisito a los ojos de Allyanna.
Su hombre perfecto.
El siempre la trataba como ella se merecía, como una reina, su reina. Era bastante considerado y la escuchaba cuando ella tenía algo que decir. Al principio era bastante callado y predispuesto, pero con un poco de los encantos femeninos y la fiereza de Allyanna, fue cuestión de tiempo para que ese indomable Tigre se convirtiera en un inocente gatito.
Por supuesto que eso sólo pasaba cuando estaban a solas, en esos momentos en los que Allyanna se sentía la mujer más afortunada de todos los reinos, el momento en el que era espectadora de la dulce sonrisa de su amado esposo. Y es que Allyanna se atrevía a decir que estaba enamorada, que a pesar de la manera en la que lo conoció, ahora se atrevía a afirmar que pasaría por todo aquello una y otra vez, si él resultado iba a ser el mismo.
La rubia dio cortos y pequeños besos alrededor del pecho fuerte de Drogo, besando incluso sus cicatrices, dejando a su paso suaves caricias. De vez en cuando miraba el rostro del hombre, su expresión eran tranquila como quién no mata ni a una cucaracha. Já, si supieran que ese hombre era el más temido por los siete reinos e incluso su mismo ‘reino’. *
Se escucho un bajo gruñido y Allyanna sintió las grandes manos de Drogo en su cintura, colocándola sobre su regazo.
—Davra aena, anna gizikhven zhavvorsa. (Buenos días, mi dulce dragón.) —susurra Drogo con su voz ronca, mirando los grises ojos de su mujer perdiéndose en el suave tono grisáceo de los mismos.
ESTÁS LEYENDO
Winter on Fire. ➙Khal Drogo.
FanficUna joven hermosa, la más hermosa... Toda una lastima que sea una belleza escondida lejos, lejos de todo el hecatombe que significa el Juego de Tronos, hasta el momento en el que ella decida ser jugadora. ❝Se desatará el fuego en el invierno, sera...