-Por Lady Pecosa-
Capitulo 6
Varios días después, Candy observó un tanto deprimida que ya había completado 2 semanas en ese lugar y sin mucha posibilidad de salir, sin embargo lo que más la sumergía en el desasosiego era que Charles ya se encontraba mucho muy recuperado, aunque su movilidad era insuficiente por la herida de la pierna, él ya podía subsistir sin necesidad de los cuidados de ella.
Violette muy poco había cruzado palabra con Candy, ella en verdad se sentía muy contrariada, esa chica Candy le había sacado de un verdadero conflicto, y se sentía en deuda. Pero la deuda que tenía con Rudolf era grande, él había sido su amante benefactor, él la saco de las calles cuando le regaló un departamento convirtiéndola en su amante permanente y fue por él que ella se vio en la capacidad de comprar su propia casa, <<si tan solo no fuera él quien me pidió encerrar a esa chica en mi casa y condenarla a una vida de prostitución, la dejaría escapar, esa joven tiene un corazón verdaderamente noble y además me ha sido muy útil>>, incluso había pensado en dejarla en la casa realizando otra clase de servicios tal como lo había hecho ya cumpliendo la labor de enfermera, después de todo, pleitos y heridos, eran algo relativamente frecuente, aunque no de la gravedad que esta ocasión...
Sin embargo acaba de recibir un comunicado del mismo John Rudolf, quién ira a visitarla en una semana más, y esperaba que sus deseos se hayan cumplido, porque lo que más quiere la noche en que visite su casa será, tener a su disposición a la joven que él muy encarecidamente había enviado secuestrar. Ahora Violette se debatía entre enfrentar la furia de ese hombre o dejar ir a la muchacha, y eso era un gran conflicto para ella, pues Rudolf, podía ser un hombre verdaderamente violento a mas de ser un pez muy gordo en el ámbito de la mafia. Pero no era el único también estaba la cuestión de Alison, ella había decidido que no podría retener a esa chica más en su casa, ese no era su estilo y si para la joven existía aún un camino de esperanza, entonces que lo hiciera, había ya tenido una fuerte lucha contra la muerte y la había vencido, ella pensaba que esa chica en verdad merecía una nueva oportunidad. Si Tony había librado la herida que recibió aquella noche, de la misma forma en que Alison, entonces la dejaría ir. Pero entonces le haría falta alguien más que la sustituyera... y esa otra chica muy bien podría ser la enfermera...
<<Bueno..., cuando menos intentaré hacer para esa chica las cosas lo mejor posible>>, pensó Violette, recordando que había encargado a Loise que le creara un poco de confianza a la enfermera y le hiciera creer que los té que bebía eran de lo más normales.
Loise accedió, no es que tuviera demasiadas opciones, ella era muy fiel a Violette pues fue la única que le tendió la mano hace 10 años cuando nadie la contrataba por ser madre soltera, lo cierto es que después de la noche del conflicto a Loise no le gustaba mucho la idea de engañar a la chica que había salvado la vida de su Patrick, pero sabía que eso era lo mejor que podía hacer por la joven enfermera, aún si estuviera por la fuerza en ese lugar. Así que le preparaba mezclas de raíz de mandrágora, con valeriana y ginsen con romero, disimulándolos con notas de otros tés más aromáticos como la menta o manzanilla, sabía que si la joven identificaba la verdadera naturaleza de esos tés, evitaría a toda costa tomarlos y además se ofendería inmensamente, lo podía ver en su mirada, <<demasiado limpia para habitar un sitio como este>>. Así que optó por protegerla, ocultando su misión, incluso se empeño por protegerla de los sentimientos de culpa, y también busco protegerla de cualquier posible embarazo. A decir verdad cumplió su encomienda con facilidad pues la chica luego de la noche trágica pareció no prestar más atención a los alimentos y bebidas que ella le servia, la joven se había avocado tanto al cuidado de los heridos que fue sencillo engañarla, y también porque la muchacha aceptó de muy buen grado un té de dong quai* que habían traído recientemente de China seguramente por ser un producto relativamente nuevo en América la joven enfermera no lo había identificado, pero en esta casa ya habían probado el buen funcionamiento de ese té, y era muy útil aumentando la libido de las habitantes de la casa y ellas además de ofrecer un mejor servicio, disfrutaban más de sus deberes.
Mientras Violette se media diversos vestidos y accesorios que recién había traído su proveedora, reflexionaba los conflictos que debía asumir en ese momento dentro de la casa y mientras se calzaba unos botines de seda y pedrería en color azul celeste, recordó como ciertamente había notado mucho más serena a la enfermera, pero y quizá se debía a los tés que le estaban preparando para el mismo fin, sin embargo ella veía en la mirada de la muchacha ese deseo de huir, de salir de esa situación tan pronto como pudiera, por eso había estado tan pendiente de no bajar la guardia en esos días en los que la joven se vio con mayor libertad dentro de la casa, sobre todo ahora que ya había visto a Charles mucho mas repuesto, sabia que debía volver a el trato anterior con la chica y privarla de su ropa tan pronto como fuera posible, pues presentía que ese era el principal candado que podía ponerle a su psique y su intensión de escapar. Concluyo que le caía bien y aunque era una joven quizá un par de años menor que ella, su dulzura y bondad la hacían parecer mucho mas joven, su inocencia la exaltaba y la seducía al mismo tiempo, deseaba acabar con esa inocencia y al mismo tiempo deseaba protegerla de todo, <<pero yo no soy pilmama de nadie>> pensó mientra se sacaba una pulsera de diamantes, <<la chica algo debió de haber hecho para merecer el odio de Rudolf>>, porque era evidente que ella lo había hecho enfadar lo suficiente como para castigarle de esa forma, así que ni hablar, ella seguía en deuda con ese hombre, y se aseguraría que este seria su ultimo pago, así que lo haría todo tal como él se lo había pedido... ciertamente por consideración a la chica y por todo lo que ella había hecho por Alison, Charles y Patrick, buscaría la manera de hacerle pasar ese trago, lo menos amargo posible, puesto que la idea de dejar que fuera el mismo Rudolf quien tomara la virtud de la chica le pareció fatal, ella lo conocía en esa fase amatoria y ciertamente, no podía pensar en un hombre con mayores rasgos de brutalidad y perversión siniestra... así que pensó en que la enfermerita ya debía ser un tanto experta en esos menesteres antes de tener algo que ver con su antiguo amante, y debía de hacerlo pronto, pues la apresuraba: en primera la inminente llegada de su ex amante y su recién descubierto auto-afán de protegerla un poco y en segunda comprendía que estaba en una carrera contra la voluntad y fortaleza de la chica, una mujer inteligente, reconoce cuando tiene una verdadera rival en frente, y no que Candy rivalizara con ella en cuanto a funciones, pero si lo hacia en astucia y entereza, así que debía quebrarla lo mas pronto posible. Por esto, se propuso que en este fin de semana que recibía a muchos de sus clientes frecuentes elegiría entre ellos al más ideo-neo para ser la primera vez de esa chica. <<Buscare cuando menos que su primera vez sea lo menos traumatico posible. Esa enfermera de verdad se ha ganado mi buena voluntad y en verdad yo la dejaría ir, sin embargo también es cierto que con Rudolf estoy atada de manos>> concluyo Violette su reflexión, mientras elegía ahora vestidos para las otras chicas de la casa.
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LA AMANTE
FanfictionEleonor como todo una madre amorosa recibe a Terry con los brazos abiertos. Por lo tanto Terry jamas regresa a Inglaterra en el Mauritania. ¿Que deparara su destino?. ¿Se conoceran algun dia él y la Pecosa Candy??