LA AMANTE

-Por Lady Pecosa-

Capítulo 18

                Archie, escuchaba atento el relato de Albert, quien experimentaba algo de frustración al no tener aun noticia de George, para informarle de las novedades y entonces juntos crear un plan para proteger a Candy, -"Albert, creo que lo mejor será que no muevas demasiado el agua en estos momentos, si esa persona, te ha dicho que Candy se encuentra segura en su familia, lo mejor será que no hagamos mucho aspaviento e investiguemos por nuestra parte, y cuando ya hallamos dado con el autor intelectual de este secuestro, entonces, será el momento ideal de traer a Candy de regreso a casa, ¿no crees?"-, Annie también presente asintió fehaciente, esa era la mejor idea, -"Esta bien Archie, pero dime, ¿con cuál de los miembros de la familia vamos a empezar a investigar?, si Eliza hace años que vive en Sudamérica y Neil lleva ya meses en la cárcel... ¿quién más de la familia podría querer dañar a Candy?"-... los tres asintieron perplejos, si de familia entre parientes cercanos y lejanos era tan numerosa que bien podrían contarse hasta 100 miembros, y estaba por demás decir que si bien algunos de ellos habían asimilado la adopción de Candy sin mayor conflicto y a otros tantos les resultó indiferente, había una variedad de ellos, sobre todo de entre los más ancianos por ser más conservadores, quienes siempre manifestaron el incordio que les había generado aquella adopción.

                 Archie pensó que seria bien elaborar un listado descartando a los familiares que menos posible, tuvieran intención de dañar a Candy, y dejando aquellos que ante la mínima manifestación de molestia, pudieran ser los posibles agresores de ella, disminuyendo su búsqueda a poco mas de 20 familiares, que en su gran mayoría eran de los más estirados, conservadores y ancianos del clan. Incluida entre ellos la tia Elroy.

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                 Afortunadamente para ambos Candy había ya dejado la comida preparada antes que Terry regresara a casa, y fue bueno pues ya ambos se trozaban de hambre, así que comieron ávidos, entre miradas divertidas y caricias furtivas bajo la mesa, Candy estaba impresionada de lo bien que se sentía, en alguna ocasión había leído con las mejillas muy ruborizadas que tener relaciones sexuales durante el periodo menstrual tenía un efecto sedante al malestar propio del periodo, pero nunca se imaginó experimentarlo por sí misma.

                Terry, le acarició la mano izquierda, en donde llevaba su anillo, adoraba como lucía en sus blancas manos, y le resultaba fascinante lo perfecto que la talla le había quedado, jamás lo había sacado de su estuche desde que su padre le envió ese lote como parte de la herencia en vida que le había dejado la abuela Helena. Sin embargo Terry tenía conocimiento de cada una de las prendas que había en ese lote, le habían enviado un documento certificado de cada una de las piezas, de su valor y de su historia, y si la abuela lo había elegido a él entre todos sus nietos para heredarle el anillo de compromiso que el propio abuelo, el príncipe Albert le había regalado a ella, entonces Terry tendría cuidado de asegurarse que la mujer que lo llevara fuera realmente digna de semejante honor, y esa era Candy, solo ella, por eso incluso no había tenido necesidad de ajustar la talla. Después de tomar los alimentos fueron juntos a sentarse en la sala, -"¿No te aburres Pecas de llevar tantos días encerrada, sin salir a la calle?"-, ella lo miro curiosa, -"¿Te aburres tu Terry?"- él sonrió, -"No, si estas tu conmigo, aunque ciertamente me gusta más el movimiento, que me brinda mi trabajo, y disfruto de los lugares espaciosos, la verdad es que me complace mucho mi privacidad, en realidad te preguntaba, porque llevas ya varios días sin salir y pensé que quizá te cansarías"-, Candy se ruborizó un poco, -"Bueno en realidad, Terry, no he tenido mucho tiempo, como para aburrirme"-, Terry la apretó a su cuerpo, -"Candy, hay algo que aún no te he platicado, sobre el motivo por el que fui a casa de mi madre"- él le relato como había configurado la idea y le contó detalladamente la llamada, Candy lloro abrazada de su calidez, al saber de la angustia que sus amigos habían estado experimentando por causa de ella, y después le agradeció que se hubiera comunicado con Albert y lo hubiera ayudado a recuperar la calma, ellos continuaron conversando sobre sus vidas, Terry le platicó sobre la historia de sus padres y Candy sobre su propia vida, eliminando cualquier posible secreto entre ellos, Terry volvió a exaltarse cuando ella le relató de la segunda agresión que Neil había tenido hacia ella, y ese detalle afirmo más aun la idea de que el causante del secuestro de Candy era muy seguramente algún miembro disconforme con la adopción de Candy por la familia Ardlay.