LA AMANTE

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-Por Lady Pecosa-

Capitulo 20

       

       Mark tenia unos 10 minutos siguiendo el auto, cuando lo vio parar en el hospital, recordó que habían dicho que la mujer que vivía en esa casa, las pocas ocasiones que la habían visto siempre parecía estar enferma de algo, consideró algo normal que el auto se detuviera ahí, y estuvo muy atento de ver bajar al conductor, estaba seguro que era el actor quien iba conduciendo y apenas pusiera un pie en la grava lo amagaría a golpes hasta lograr que lo llevara con la buscada mujer, entonces lo mataría, "¡Ah!", con lo que disfrutaba matar, había eso en la mirada de las gentes que unos segundos antes de la muerte, lo veían perplejos al enterarse que estaban muriendo, eso lo excitaba mucho, le hacia sentirse pleno, poderoso, extasiado, por ello era casi el brazo derecho de Rudolf, el tipo era bastante perverso, pero no de la misma forma que él, no, el riquillo, por más adinerado que fuera, no tenia nada de clase, su perversión era tan vulgar, que a el mismo Mark le daba asco.

       Por otra parte, ciertamente había escuchado que la mujer que buscaban era muy bella, quizá aprovechara el momento para enseñarle el verdadero goze, antes de entregarla al cerdo de Rudolf.

       Soltó una maldición al notar que por su distracción el actorcete había alcanzado a cruzar la avenida antes de darle alcance, eso no lo detendría y decidido Mark comenzó a seguirlo, lo vio perfectamente entrar al hospital, iba justo tras él cuando un guardia le cerró el paso, -"¿A quien viene a visitar?, muéstreme su pase de entrada, por favor"-, Mark sin hacerle caso levantó la vista viendo como el actorcete caminaba hacía las escaleras que seguro llevarían a las habitaciones, estuvo a punto de decir que iba con el actorcillo, pero lo pensó mejor, igual ya lo tenía, lo esperaría hasta el momento en que dejara el hospital, así que retrocedió buscando un lugar cercano a la puerta y vigilar desde ahí.

       Roger, el chófer de Eleonor, apenas vio que el reportero retrocedía, regreso con su padre, -"¿Otro reportero?"- le pregunto el viejo, -"Si padre, eso parece, aunque debo decir que este fue más que insistente"-, el viejo asintió con seriedad, -"Debo decirte hijo que este no parecía precisamente un reportero, se le veía como, si fuera un ser muy malo, será mejor que me esperes ya casi termino mi turno, nos iremos juntos, saldremos por la puerta de atrás, aunque demoremos un poco más en llegar a casa, ¿si podrás dejar el auto de tu jefa aquí verdad?"-, Roger asintió, -"Sí, de hecho me ha dado libre el resto de la tarde y todo el día de mañana"- le dijo mientras sentía un par de cariñosos palmazos sobre su hombro.

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       El viaje en el ascensor fue tan particular que Candy apenas creía que este durara apenas unos minutos, Terry se había posicionado frente a ella, -"Sabes Candy, debo decirte lo orgulloso que me siento de salir a la calle con una mujer tan hermosa como tu"- le decía entre beso y beso, besos cortos, suaves dulces que llenaban al borde el corazón de Candy, -"Estoy seguro que más de uno me envidiará al ver que llevo a la novia más linda conmigo"- le había dicho antes de besarla un poco más apasionado. Distrayendolos, solo el sonido de la puerta del elevador, -"¿Iremos, en tu auto Terry?"-, preguntó Candy al observar el estacionamiento del edificio, -"Pensaba que sí, sin embargo creo que si tomamos un taxi como por la mañana, disfrutaremos más del paseo, es solo que pensé en evitar la puerta principal y salir del edificio por acá"-, le explicaba mientras salían por la puerta lateral del edificio -"Mira aquí viene un auto, tomemos ese taxi"-.

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       Charles, contemplaba ajeno el andar de la gente en central Park, hacía 15 minutos que había llegado ahí, no era el único, el parque era muy grande y había cerca de 10 hombres vigilando, pero él había elegido por donde solían cantar los villancicos, le gustaba el ambiente festivo de esas fechas, a veces se sentía tan cansado ya de esa vida, pensó que quizá ya era tiempo de buscar su camino por otra parte, y encontrar una mujer que lo amara, formar una familia, ese había sido su sueño, pero siempre lo post-ponía, siempre pensaba en juntar un poco más de dinero, aunque sabía que tenia lo suficiente como para iniciar un buen negocio, se decía un <<poco mas, un año más>>, y aunque le costaba aceptarlo Violette era el motivo, la quería, no pensaba que la amara, solo la quería, le gustaba cuando ella lo invitaba a su habitación, entonces la tomaba y la disfrutaba un poco más que si fuera cualquier otra mujer, aunque en ocasiones la odiaba, cuando en lugar de llamarlo a él, llamaba a Frederik.

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