Capítulo 5

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Las personas afuera de la habitación de Vegetta debían saber lo que estaba pasando dentro de la habitación del anfitrión de la fiesta, pero era extraño que nadie se atreviera a interrumpirlos...

Pero eso no era para nada una molestia para Vegetta, que mantenía sus brazos rodeando la cintura de Herny con posesividad. Saboreando su boca con sabor a vino rojo que combinaba con el suyo, su lengua se adueño de la cavidad bucal de Herny, pues exploró cada rincón de ella con su lengua, sacando varios gemidos y ronroneos del chico entre sus brazos. Le gustaba como éste intentaba seguirle el ritmó, pero no podía, quizás no era tan experto como creía. De hecho jamás se imagino que un día estaria de esa forma con él y en ese lugar, ya que siempre habían dicho que sólo eran amigos y sólo se podían ver de esa manera. Que equivocados estaban ambos, ahora sólo faltaba Lexosi burlándose de ellos. Aunque nada de eso importaba ahora mismo pues debía enseñarle la manera correcta de besar a Herny, quien se apresuraba más en el beso y sus feromonas eran más intensas. El celo del chico era muy fuerte, aunque eso debía pasar por el tercer día y no desde el principio del ciclo del celo.

Llevo una de sus manos al cuello de Herny y toco en esa zona de forma delicada, fue bajando su mano por todo su pecho, llegando a su abdomen y al final a su cadera. Buscando meter su mano dentro de la playera que traia puesta, y lo logró. Acarició con las yemas de sus dedos la calida como suave piel de su chico, Herny brinco un poco por la sensación en su piel porque sentía que quemaba todo el lugar que Vegetta tocaba con sus manos su cuerpo, y se sintió maravillado cuando Vegetta bajo con besos desde sus labios hasta su cuello donde le proporciono besos húmedos. Su piel se erizaba bajo esas succiones en su delicada piel, no pudo evitar gemir de manera fuerte al sentir los dientes rascar su piel. Una parte de su conciencia le decía que debía apartarlo, era muy peligroso seguir. Ambos podían terminar enlazándose y después de pasar el calor se podrían arrepentir por tomar una decisión asi de grande, pero Vegetta estaba exitandolo de gran manera.

Herny se sentía en un limbo entre el placer y su conciencia, no sabía que hacer, pero cuando Vegetta rozo su pene erecto con la rodilla, estuvo apunto de caer al suelo, ya que sus piernas temblaban como gelatinas.

— Aaah ~ — Herny se abrazo más a Vegetta, pegando más sus cuerpos, pero dejándole al mayor expuesto su cuello para que siguiera mordiéndole — No. ¡UHmmm!. Más ~...

— ¿Quieres más? — preguntó con una risa ronca, le divertía verlo así de caliente frente a él — Habla, Herny, ¿Quieres que te de más de mí?

— No. Digas. Esas cosas. Por favor — El chico sentía sus mejillas tan calientes como una manzana. No se sentía capaz de tener ese tipo de conversaciones con Vegetta, le daba pena — No deberíamos... — intento con todas sus fuerzas resistirse.

— Herny. No haremos nada que tu no quieras — sí, vegetta estaba en las mismas condiciones que Herny, su celo estaba comenzando y no creía poder resistirse teniendo al Omega junto a él, pero tampoco quería herirlo — Sólo dejame estar así un poco...

Herny se lo pensó un poco, no estaba muy convencido que sólo estarían así sin hacer nada, era un poco ilógico si debía ser honesto — Eh. Bueno, está. Bien — tampoco iba a dejar pasar esta oportunidad de estar con un Alfa tan fuerte como Vegetta y más si sentía que era su destinado.

Ambos se fueron acercando lentamente sin dejar el contacto visual, sus labios se iban acercando, sus respiraciones chocaban, el calor seguia en sus cuerpos y en todo el baño se podía oler la mezcla de sus feromonas, chocolate con café. Estaban a punto de juntar sus labios, pero en ese momento la puerta se abrió por completo. Dejando en shock por unos segundos a ambos chicos, escucharon perfectamente la respiración alterada de Elyas quien fue el que abrió la puerta de un empujón.

Aprendamos a Maullar // HernygettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora