Epílogo.

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Pov. Vegetta:

Nada en esta vida es más hermoso que ver a mi tonto, pero lindo Omega dormido con mis tres lindos hijos a su lado.

Han pasado cuatro años desde que tuvimos a nuestros mellizos, y al segundo año después tuvimos a nuestro tercer hijo.

Mi niña, mi reina, mi princesa, la luz de mi vida y mi camino. Es una adorable Alfa y bella como su padre Herny.
Mi niño, fuerte y valiente como su padre, decidido y terco igual. Es un Alfa con una estrella sobre su cabeza.
Mi pequeño niño, dulce, tranquilo, un ángel en la tierra, caprichoso, pero sensato, alegre. Es un lindo Omega, al cuál cuidare con todas mis fuerzas.
Gracias a la avanzada tecnología ya se puede conocer el estatus de los bebés, y ahora se cómo cuidarlos.
Volviendo a lo primero, es una gran satisfacción saber que mi familia está bien, mis hijos y mi Omega. No fue fácil para ninguno ser padres primerisos en los primeros dos meses, pero es una gran experiencia que ganamos.
Los cuatro se ven tan tiernos que quisiera sacarles una foto, pero eso los despertaría, mi celular esta en la mesa de noche y mi silla rechina mucho, sólo me queda ver la belleza de imagen que tengo antes mis ojos.
Hablando de belleza, mi Herny, mi chico precioso, ha sido mi mayor apoyo en estos años, él al ser más positivo y paciente, me ha ayudado cada vez que siento que no puedo salir de un problema. Es mi ancla en los mares inquietos, mi brújula que guía mi camino, la lluvia que rocía mi jardín y mi corazón, la alegría que llena mi alma, mi base, mi fuerza, él que conoce todos mis secretos, él dueño de mi amor infinito. Herny, es todo en mi vida, el padre de mis tres hijos, lo amo, lo amo con tanta locura que no me puedo imaginar una vida sin él, porque yo moriría, me marchitaría.

Pov. Herny:

Con un suspiro que sale de mis labios abro lentamente mis ojos, la cama es tan comoda que realmente no sé si quiero despertar, pero una risita me termina de motivar a despertar del todo. Observo primero el techo y luego bajo la mirada hasta posar la en mi esposo, no puedo evitar sonreír al ver su bello rostro, intento tocarlo con mi mano, pero mi hija está sobre mi brazo, me fijo sobre mi alrededor y mis tres niños están sobre mí. Intento no reír, con mucho cuidado me levanto sin despertar a mis niños acomodándolos en las almohadas, me arrastro hasta la orilla de la cama y por fin puedo abrazar a Vegetta, que me recibe con los brazos abiertos rodeandome con sus brazos mi cintura. Vegetta se levanta de la silla donde estaba sentado, haciendo un chirrido, siento cómo olfatea mi cuello y mis piernas tiemblan, cada vez que estoy entre sus brazos, mi cuerpo es débil a su toque.
¿Por qué me has enamorado tanto? Las canciones de amor me hacen suspirar, el canto de las aves suenan tan hermosos y tus detalles calientan mi pobre corazón de pollo.

Sin poder evitarlo me lanzo sin pena a tus labios, besando con anheló tu boca que me recita palabras bonitas.
Tu sonríes en el beso, me aprietas más contra tu cuerpo permitiéndome sentir tu calor, mis mejillas las siento calientes, mi respiración se acelera, deseo volver a tenerte encima mío.

Pov. Narrador:

Bella es la danza de sus labios moviéndose al compás del otro, el amor de ambos se puede notar a kilómetros y nadie duda del cariño que sienten aunque a veces discuten como niños pequeños.
Vegetta guió sin dejar de besar a Herny hasta la puerta, ambos querían volver ha amarse. Caminaron por el pasillo a tropezones hasta entrar al cuarto de invitados.
De manera desesperada, Herny desvistió a Vegetta, quería jugar un poco con su paciencia, pero ni él la tenía.
La ropa caía por todo el suelo, sus manos exploraban nuevamente el cuerpo del otro con delicadeza. Los besos sonaban por toda la habitación, el calor subía dando su señal en la ventana que se empañaba porque afuera estaba cayendo nieve, pero adentro de la habitación la primavera estaba en su apogeo.
Sus cuerpos hacian una coreografía lleno de sentimientos y amor sobre la cama, que rechinaba rítmica mente, los gemidos eran el coro perfecto para sus oídos, el cansancio no tenia lugar en aquella habitación, pero la confianza entraba en ella con gloria y el placer era recibido con alabós, el amor era el protagonista estrella.

Herny se aferraba con desesperación a Vegetta, intentando calmar todas las sensaciones en su cuerpo, y Vegetta se perdía en el calor y la entrega de Herny, buscando desesperado encontrar el cielo. Los Te Amo, llovían haciendo despertar las flores en sus corazones.
Los minutos pasaban y el placer crecía, hasta que una pequeña estrella estallo creando una galaxia, maravillando a la pareja que se abrazaba sonriendo.
Ambos no despegaban la mirada del otro, perdiéndose en el color de sus ojos y reflejándose en ellos como también descubriendo el alma del otro. Su Alfa y Omega complacidos por estar juntos en está vida y prometiendose en la otra igual, púes habían nacido para estar juntos.
Aunque nadie lo creyó o pensó.

Las risas y ruidos en la otra habitación, era la señal de que debían dejar su nido de amor e ir con el resultado de su amor infinito. Una nueva batalla debían lidiar éste día, poniendo en orden su hogar púes sus tres hijos no dudarían en ponerla de cabeza si tienen la oportunidad.

Pero todo el agotamiento valía la pena si seguían juntos.

Fin.

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¡¡¡¡¡Por fin!!!!! Traje el Epílogo, para todos ustedes, gracias, mil gracias por haber leido y por esperarlo.

Les agradezco tanto. Espero que esten mejor y no pierdan las esperanzas ante nada.

Los quiero, bye.

☺💕💕💕

Aprendamos a Maullar // HernygettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora