Capítulo 14

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Al día siguiente, los padres de Vegetta se presentaron en la puerta de la casa de Herny. La señora Cecilia se asombro por la visita de aquellas personas frente  a su puerta, pero su hijo sabiendo que llegarían sus suegros simplemente le sonrió a su mamá a modo de disculpa por no avisarle e invito pasar a sus suegros.
Vegetta seguía dormido, púes era muy temprano y estaba cansado por todo el "ejercicio" que realizó anoche con Herny. La madre de Vegetta miraba la casa con curiosidad, de hecho le gustaba la decoración que hizo la madre de su yerno, pero finalmente olvido la decoración y abrazo a Herny. Se fijo en su cuello, descubriendo la marca y olió el aroma a cachorro, entonces abrazo más a Herny. Estaba contenta, su hijo por fin encontró a su pareja destinada después de haber salido con muchas personas y haber fallado en todas ellas. Por fin su hijo formaría su propia familia.
Era conciente de aquella chica con la que salia su hijo hace unos días atrás, pero también sabía que no era su destino estar con ella, aunque claro que se lamentaba por la chica, mas no podia hacer nada.
Llena de ternura, pellizcó la mejilla de su yerno y le pregunto la buenas nuevas.

Hermy feliz de tener a una suegra que lo quiere mucho, se levanto de su lugar para ofrecerle algo de beber antes de ponerse al corriente, sus padres atendieron a los invitados con alegría, púes ya eran familia.
Herny fue a la cocina para preparar y servir varias tazas de café. Regreso a la sala dándole a todos su respectiva taza.
Se disculpo con todos y subió a su habitación, donde al entrar se encontró con el amor de su vida dormido sin playera, despacio se acerco a él y beso su frente con ternura, de manera delicada intento levantar a su Alfa movimiendolo por el hombro.

— Vegetta~, Vegetta~, Vegettita~ — seguía ignorándolo — Vege... Veyeta, ¡Veyeta!

Vegetta gruño púes no quería levantarse, se dio la media vuelta e ignoro los llamados de su Omega. Herny molesto por ser ignorado, chillo de manera lastimera como si estuviera sufriendo lo peor de los horrores.
Asustado, Vegetta se levanto de golpe aventando la cobija a un lado, miro a su alrededor y encontro a Herny con una sonrisa burlona para luego romper en una carcajada.

— Lo, lo sien, lo siento — no podía dejar de reír, se la estaba pasando bomba.

— Eres un cochino de mucho cuidado — a Vegetta no le hacia gracia la broma de Herny, se asusto pensando que estaba herido o enfermo.

— Diría perdón, pero no. Así que bañate y arreglate, llegaron tus padres y están abajo esperándonos — abrazo a Vegetta y le dio un beso en la mejilla pidiendo disculpas.

— Vale, pero no vuelvas a asustame por favor —. Se levanto de la cama totalmente, el suelo estaba frío, cogió de sorpresa los hombros de Herny y lo empujó a la cama recostándolo en ella para ponerse encima y besar su cuello para saborear la piel de su Omega — No quiero escucharte gemir de dolor, quiero que gimas de placer por mi causa.

Herny se sonrojo por las palabras de Vegetta, el calor comenzaba a invadir todo su cuerpo, sus manos se aferraron a la espalda de su Alfa, sentía su corazón golpear fuermente en su pecho, temía que Vegetta escuchara su corazón, púes le daba un poco de vergüenza.

— ¡Para! Tienes que bañarte — intento quitarse a Vegetta de encima — tus padres nos esperan, ya te dije.

— Pueden esperar un poco más — rio sobre la piel sensible del cuello de su Omega. Lamió y mordió ese lugar, dejando más marcas rojas, quizás su suegro lo quiera matar cuándo se de cuenta, pero aceptaría cualquier cosa, total ya lo marco.
Herny quería nergarse, pero los besos en su cuello distraían su mente, inconscientemente separo sus piernas y le dio más acceso a Vegetta para que se acomode sobre su cuerpo — Vegetta... Te quiero.

El Alfa beso nuevamente el cuello de su Omega — Yo te amo, mi Herny.

Ambos jóvenes estaban a punto de llevar la situación a más, pero el padre de Herny entro a la habitación de su hijo para apurarlos, pero se quedó congelado ante la situación frente a sus ojos: su hijo abajo de su esposo, a punto de hacer "cosas".

Aprendamos a Maullar // HernygettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora