Yes, Daddy

Palabras Para Draco Malfoy

Hermione seguía parada mirando a las dos recepcionistas cuando el sonido del ascensor abriéndose se hacía presente en sus oídos.

-¿No pueden pasarme con el no?- pregunto fingiendo una decepción en su rostro, que se convirtió en una sonrisa egocéntrica en sus labios- Pues como ustedes no pueden, yo misma lo hare- sin más, dirigió sus pasos agiles y rápidos hacia el ascensor, pulso el botón de las 3 planta rezando porque las puertas se cerraran antes de que las dos recepcionistas lograran bloquear el cierre.

-¡EH ESPERA!- grito una de las recepcionistas que se chocó con un empleado al intentar correr hacia la castaña, quien se despidió con su mano y una sonrisa de victoria- ¡Maldición...!- miro a su compañera- ¡Avisa al señor Malfoy!- le ordeno mientras se levantaba con la ayuda de otros empleados.

Mientras tanto en el ascensor, una castaña se encontraba nerviosa, no hacia otra cosa que quejarse del jefe de su madre mediante insultos, daba vueltas en el ascensor mientras por su boca salía todo tipo de malas palabras hacia el hombre que le pagaba a su madre por su trabajo, mientras ella seguía ese huracán de insultos, las puertas del ascensor se abrieron cuando se paró en el 1º piso, dejando ver a un hombre alto, elegante, muy atractivo, su cabello de un color rubio oscurecido que hacia resaltan aquellas dos orbes de mercurio que tenía por ojos, que ahora mismo los tenia puestos en aquella cabellera castaña que le daba la espalda y la voz de la joven seguía con sus palabras sin percatarse de la presencia de aquel hombre.

-Creo que a la persona que le dedicas tantas palabras de cariño...- empezó a hablar el rubio, haciendo que la castaña se asustase y se diese la vuelta para ver quien interrumpía sus palabras- Le deben estar pitando los oídos, más bien sangrando- soltó una sonrisa y se subió al ascensor posicionándose al lado de la joven- Y si se puede saber...- dijo mientras presionaba el botón del numero 5- ¿Quién es merecedor de tan "bellas" palabras?- pregunto mientras volvía su mirada mercurio a la chocolate que tenía la joven- ¿Algún ex novio?

Hermione estaba avergonzada, pero no sabía si porque aquel hombre la había escuchado, o porque su mirada la paralizaba.

-No...- consigue decir, tomo aire y lo soltó despacio- Va para el imbécil de Draco Malfoy- dirigió su mirada hacia aquel hombre quien la miraba con sorpresa- Si, para tu jefe- volvió su mirada chocolate al frente- ¿Lo has visto alguna vez en persona?- pregunto.

El hombre miro hacia los lados con una sonrisa.

-Claro, lo suelo ver muy a menudo- una sonrisa se formó en sus labios, mientras pasaba una de sus manos por aquella barba bien arreglada- Supongo que no te cae muy bien, por todo lo que le has llamado hace un momento.

El silencio se hizo presente hasta que la dulce risa de Hermione lo interrumpió.

-La verdad, no lo conozco, no sé cómo es, ni que actitud tiene, pero seguro que es como casi todos los empresarios ricos- decía mientras fruncía un poco su ceño en un gesto de gracia, ganándose la mirada confusa de aquel hombre- Ya sabe, el típico gordinflón, bajito y calvo, que tiene su culo siempre pegado a la silla, mientras se deleita babeando mirando el gran culo y escote de los pechos operados de su secretaria, que seguramente se lo haya pagado el para tener algo a lo que admirar mientras sus empleados trabajan como esclavos- la risa se volvió a formar en la voz de la castaña- ¿o me equivoco?- pronuncio esa pregunta mirando directamente a los ojos de aquel hombre, quien sonreía y miraba hacia abajo.

-La verdad...-la puerta del ascensor se abrió- Vaya, ya llegamos a su destino señorita- miro a la castaña mientras se bajaba- ¿su nombre?- pregunto con caballerosidad ganándose la mirada chocolate en un rápido movimiento.

Hermione sonrió.

-Hermione...- trago saliva parpadeando varias veces- Hermione Granger- le dedico una sonrisa para luego dirigir sus pasos hacia el camino que tenía en mente.