Llamémoslo "Problema"

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Al día siguiente.

Hermione se encontraba en casa mientras paseaba con aquella hoja en la mano, dentro de unos meses tendria que presentar su discurso delante de los graduados de ese año y estaba de los nervios.

-Concéntrate Hermione...- se decía a si misma mientras masajeaba sus sienes.

Pero como concentrarse cuando unos ojos color mercurio se le aparecían cuando menos lo esperaba, esa mirada gélida y penetrante la tenía embobada.

Pero no le duro mucho el soñar despierta, unos toques en la puerta principal la sacaron de sus pensamientos, dejo la hoja encima de la mesa de la cocina, dirigió sus pasos hacia la puerta y con un ligero movimiento tomo el pomo girándolo para abrirla, encontrándose con la mirada de un repartidor de correos.

-Hola señorita, es usted...- miro la carta- ¿Hermione Granger?- volvió a dirigir su mirada a la chocolate de la joven.

-Si soy yo- confirmo mientras le daba la carta y un documento electrónico para firmar ya que la carta era certificada y necesitaba su documentación y firma- Muchas gracias- cerro la puerta mirando la carta que sostenía entre sus manos, aquel sobre tenía un aspecto elegante, abrió la carta dejando ver un documento, no sabía quién mando aquel documento, pero el logo impreso en una esquina superior del documento, delato su procedencia.

"Empresas Malfoy"- pensó la castaña mientras suspiraba pesadamente.

Desdoblo aquel documento, y mientras sus ojos leían lo que contenían, su mandíbula se iba tensando poco a poco...

Hermione no lo podía creer, se estaba acordando de aquel hombre y la madre que lo traje a este mundo.

Pero hubo algo que le llamo la atención más que ninguna otra cosa, pegado dentro del sobre, se encontraba una tarjeta de "Empresas Malfoy" con un numero escrito en ella, y la frase "Tienes hasta las 14:30"

La castaña no dudo en coger su móvil y marcar aquel número con toda la rabia que cabía en su cuerpo.

En Empresas Malfoy.

Un rubio se encontraba firmando unos documentos mientras que dentro de una carpeta tenía la carta de despido hacia Jean Granger, suspiro pesadamente mientras miraba su reloj, todavía le quedaban 4 horas para contactar con el aquella castaña, pero el sonido de su móvil hizo que su vista se dirigiera hacia su móvil personal, no conocía el número, asique solo podría ser 1 sola persona, y así fue.

Descolgó la llamada mientras se relajaba en su sofá.

-Buenos días señorita Granger- empezó saludando educadamente el rubio con cierta ironía en su tono de voz- Por su llamada, debo suponer que ha recibido mi carta ¿no?- cogió su vaso de whisky con una sonrisa mientras se lo llevaba a los labios.

-Es usted el hombre más rastrero que he conocido en mis 18 años- se notaba el enfado en su voz, lo que hizo que el rubio soltara una pequeña risa que llego a los oídos de la chica- ¡No se ría! ¿¡Porque hace esto!? ¿¡Y porque lo manda a mi nombre!? ¿¡Acaso quiere hacerme sentir culpable!?- pregunto alzando su tono de voz- ¡Pues ya lo ha conseguido...!- la voz de Hermione se quebraba por segundos.

Draco por su parte solo seguía firmando documentos, él estaba muy tranquilo, apenas tenía el nerviosismo en su cuerpo.

-Relájese señorita Granger, para todo hay solución- miro hacia arriba mientras pensaba- Bueno para todo, menos para la muerte, asique esto no es el fin del mundo, aun así...- reposo su espalda mientras con sus manos jugaba con el bolígrafo que tenía entre sus dedos- Puedo darle cierta solución a este pequeño problema...-el silencio se formó en el despacho mientras que el rubio sacaba una agenda y visualizaba sus hojas- Su madre todavía no sabe nada sobre su carta de despido, lo que usted tiene solo es un simple borrador, la carta de despido original y redactada la tengo yo, a la cual solo le falta mi firma y claramente la de su madre, pero como ya le dije, hay cierta solución para este...- se quedó pensativo buscando la palabra adecuada- Llamémoslo pequeño "problema" que usted solita ha creado, la pregunta es, ¿quiere solucionarlo?- pregunto mientras esperaba una respuesta de la chica que se encontraba tras el otro lado del móvil.

El rubio esperaba tranquilo mientras sus ojos mercurio estaban posados en aquella agenda negra, en cambio la castaña estaba de los nervios, tenía que encontrar una solución a este problema que como aquel hombre le dijo con toda la razón del mundo, ella sola lo creo.

-Sí, quiero ponerle solución...- admitió mientras se sentaba en el sofá del salón- ¿Qué debo hacer?- pregunto.

-Espere un momento- pidió Draco mientras silenciaba la llamada, y empezó a marcar la extensión de Pansy con el teléfono de su despacho.

Pansy: "Buenos días señor Malfoy"- saludo la morena- "¿Desea algo?"

Draco: "Si Pansy"- seguía hojeando su agenda- "Anula la reunión de hoy por la tarde y pásala a pasado mañana"- mordió su labio mientras pensaba- "Sustitúyela por una reunión PRIVADA, con la señorita Granger"- pidió mientras escribía en su agenda.

Pansy: "En seguida señor"- tecleo unas cuantas veces- "¿algo más?"- pregunto a su jefe.

Draco: "Si"- contesto- "recordarte que esto no lo puede saber nadie, aunque sé que no hace falta recordártelo"- sonreía, sabía que Pansy era una buena secretaria, al igual que una buena amiga de la infancia.

Pansy: "Claro que no señor Malfoy"- se escuchó una dulce risa de parte de la morena- "Que pase un buen día, Señor Malfoy"- dicho eso, Pansy corto la llamada.

El rubio quito el silenciador de su móvil privado.

-Perdón por la espera señorita Granger- se disculpó Draco mientras se disponía a apuntar su cita con ella en su agenda- Hoy a las 22:00, en mi oficina- dijo con cierto tono autoritario.

Hermione por su parte solo hacía gestos con su rostro mientras negaba con la cabeza mientras seguía sosteniendo su móvil.

-N-no puedo a esa hora- dijo tartamudeando mientras agitaba la tarjeta donde estaba el número del rubio apuntado.

Draco suspiro mientras acariciaba el puente de su nariz.

-No era una pregunta señorita Granger- su tono cambio a serio y autoritario- A las 22:00 en mi oficina, es mi única oferta- cogió la pelota anti estrés mientras la apretaba- ¿La acepta o puedo ir rellenando el papeleo del despido?- pregunto mientras tensaba su mandíbula, sin duda esa chica lo sacaba de quicio.

Hermione por su parte sentía como el tiempo pasaba con rapidez, estaba en contra reloj, y Draco por su parte no iba a esperar más tiempo, dirigió su mano al botón de colgar aquella llamada pero...

-Está bien...- contesto Hermione con voz decaída- Estaré allí a las 22:00- confirmo.

Con una sonrisa adornando sus labios, el rubio empezó a escribir aquella cita en su agenda personal.

-De acuerdo, no llegue tarde- dijo mientras cerraba la agenda y se levantaba de su silla caminando hacia la gran ventana de su despacho, admirando la vista que le proporcionaba aquel gran edificio- Otra cosa más señorita Granger- con su móvil en mano, acerco lentamente sus labios al micrófono- No diga nada a nadie- ordeno- ¿entendido?

Hermione asintió con la cabeza mientras se miraba al espejo.

-Si señor Malfoy...- sus palabras casi eran retenidas y ahogadas en su garganta.

Draco sonrió.

-Que pase un buen día...- soltó la pelotita dejándola caer al suelo- Hermione- dicho eso colgó la llamada, guiado su móvil en el interior de su chaqueta, llevando sus manos hacia atrás juntándolas mientras seguía observando el paisaje.

Mientras que Hermione se tumbó de golpe en su cama, aquel hombre... aquel maldito hombre había pronunciado su nombre, no sabía porque aquello le parecía tan excitante, tal vez el imaginarse como movía sus labios mientras salía de su boca el nombre que le dio su madre.

Mordió su labio mientras miraba al techo sin poder evitar soltar una pequeña risa.

"Sera un día largo hasta esta noche..."- pensó la castaña.

Y por desgracia, no se equivocaba.

Yes, DaddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora