¡Mi Confianza!

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Draco guiaba a Hermione en aquel templo del sexo.

Mientras lo hacía, él explicaba que aquel edificio era un lugar donde su ley era el BDSM, un término creado para abarcar un grupo de prácticas eróticas libremente consensuadas que, en algunos casos, son consideradas como un estilo de vida...

Se trata de una sigla que combina las letras iniciales de las siguientes palabras:

Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo.

-Eso quiere decir...- se paró en seco mientras lo miraba- ¿Qué no puedo negarme a nada?- pregunto nerviosa.

Draco negó con una sonrisa.

-Si fueras experta en este tipo de prácticas, te diría que no- acaricio los labios de la chica- Pero al ser nueva, sabes que no te obligare a nada que no desees hacer, solo es cuestión de probar nuevas cosas que puedan llegar a atraerte...

La joven solo asintió.

Draco empezó a enseñarle cada sala, cada rincón de aquel lugar...

Y sin duda estaba incomoda, pero a la vez raramente excitada.

-Gracias- agradeció la chica mirándolo.

El rubio beso a Hermione. Guiándola hacia una cama, la cual tenía las sabanas de seda color vino.

-Date la vuelta- ordeno mirándola, y observando como le obedecía, deslizo sus manos hasta la cremallera del vestido, la cual estaba en la espalda de la chica y llegaba hasta el final de su cintura, la bajo completamente, dejando a la vista la piel color canela de la chica y su exquisito sujetador de encaje negro- Exquisito...- susurro mirándola- Desnúdate- se separó de ella mientras la miraba.

Hermione accedió a la orden del rubio, deslizo su vestido lentamente mientras notaba como aquellos ojos gélidos seguían clavados en ella.

Termino de quitarse el vestido, girándose sobre sus tacones.

-¿Te gusta Daddy...?- pregunto mirándolo.

Draco embozo una sonrisa de medio lado mientras se deshacía de su corbata.

-Me gusta demasiado...- se acercó a ella lentamente- En ropa interior y con tacones, eres todo un monumento sexual- paso su mano por el enganche del sujetador- Aunque te verías mejor sin la ropa interior.

Hermione deslizo sus manos por el pecho de aquel hombre, mientras mordía su labio.

-Quítamela...- pidió en un ligero suspiro.

Draco asintió mientras pasaba su mano por una de las nalgas de la chica, llevándola hacia su intimidad por encima de aquella ligera tela.

-Eres tan suave...- se agachaba lentamente, cogiendo con sus dedos aquellas braguitas de encaje negra, dándole una suave mordida en una de las nalgas para luego besarla- Y tienes un sabor delicioso...- le quito por completo las bragas, para luego levantarse y desabrocharle el sujetador, deslizándolo por los brazos de la chica- Se buena chica y túmbate en la cama...

Ella asintió mientras se tumbaba, y dejaba que aquel hombre la acariciara con la yema de sus dedos.

-¿Confías en mí?- pregunto mirándola.

Tragando saliva con dificultad, Hermione asintió, susurrando un ligero "Si" entre sus labios, notando como el chico deslizaba su por su rostro la corbata que el llevaba, ajustándola como un antifaz en sus ojos chocolate, para luego atar las muñecas de la chica con unas esposas, siendo sujetadas por uno de los barrotes de hierro del cabecero de la cama.

Yes, DaddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora