Yes, Daddy

Solo De El

Solo paro sus pasos hacia atrás cuando la pared de aquel baño toco su espalda, Draco por su parte mantenía su mirada gélida y asesina en aquellos momentos puestos en ella mientras cerraba la puerta con seguro para que nadie los molestara mientras mantenían una conversación.

-Explícate ahora mismo...- pidió Draco en un susurro tan suave como gélido- Me has mentido, sabes las consecuencias de eso, las sabes MUY bien- en un ágil movimiento se acercó a ella acorralándola entre la pared y su cuerpo- Quiero una explicación...- fijo su mirada con la de ella- ¡Ahora!

Ese grito solo logro asustar más a la joven castaña que se mantenía entre la pared y aquel hombre, sus piernas temblaban, lo que hacía que a veces notara como podía llegar a caer al suelo.

-Yo...- intento hablar, miraba a su alrededor buscando alguna excusa, pero, ¿Cuál sería su excusa?- N-no tengo excusa Daddy...- intentaba hablar sin que sus labios temblasen, cosa que no logro.

Él tenía toda la razón, le había mentido, y eso traía consecuencias...

¿Pero cuáles serían esas consecuencias?

-Date la vuelta- ordeno Draco, se apartó un poco del cuerpo de la joven mientras observaba como lentamente aquella mujer se daba la vuelta, colocando su cara contra la pared- Echa el culo hacia atrás- otra orden, a la que claramente obedeció- Ahora, estate muy callada, no quiero ni un ruido, ni una queja, ni un grito...- paso su mano por el cabello castaño de Hermione, que al notarlo encogió ligeramente sus hombros- ¿Te vas a portar bien verdad?- pregunto mientras bajaba sus varoniles manos desde el pecho de la chica hacia su trasero.

Un jadeo casi se escapa de los labios de Hermione, por lo cual, tuvo que morderlos para no emitir ningún sonido, y ante la pregunta que él le hizo, solo respondió con un gesto de cabeza, asintiendo.

-Te hice una pregunta...- al termina de arrastras aquella frase, alzo la falda que traía puesta la chica y le proporcionó una de sus famosas y excitantes nalgadas- Responde, ¿te vas a portar bien?- volvió a preguntar el rubio.

Las mejillas de Hermione parecían dos manzanas rojas, ahora mismo estaba pasando vergüenza, estaban en un local público, y el...

La estaba excitando.

-Si Daddy...- respondió mientras notaba como aquellas manos seguían acariciando su trasero, bajando por sus piernas desnudas, ya que no se puso medias en esa ocasión- Me portare bien, como tú desees...

Una sonrisa adornaba los labios carnosos de aquel hombre.

-Buena chica...- bajo con delicadeza las bragas color negro hasta sus tobillos- ¿Por qué me has mentido?- otra pregunta, pero esta la realizo mientras acariciaba la intimidad ya húmeda de la castaña, quien no pudo evitar retorciese un poco ante el contacto.

Los ojos de la chica se cerraron.

-Estaba agobiada...- respondió con un tono decaído.

Mientras Draco seguía acariciando las piernas de la chica con una mano y su intimidad con la otra, dirigió sus ojos color mercurio hacia ella.

-¿Por qué?- curioso y serio, decidió centrarse más en la conversación que en las caricias- ¿Es por lo que pasó aquella vez? ¿Lo de Astoria?- ni siquiera tuvo que responder, Draco noto como Hermione tensaba sus piernas y su espalda- Era eso...- cogió a la castaña por la cintura incorporándola, la giro para mirarla a los ojos- Lo siento Hermione, sé que... aquella vez no te trate bien, pague contigo mi enfado con ella, pero quiero que sepas que ella es el pasado, no significa nada para mí, ya no- explico mientras la miraba.

Hermione por su parte no estaba muy convencida, había algo especial en aquella mujer que le llamo, algo que los unía.

-¿Cuánto tiempo estuvo contigo?- pregunto con curiosidad.