0 3

292 27 1
                                    

Ellos planean casarse...

-- Que te parece... -- hablo Willy en la otra línea esperando su respuesta.

Ellos habían terminado hace tanto pero aún dolía mucho, en especial a él.

Y ahora ver qué quiere formar una familia con ese búho de pacotilla ese que le quito lo único por lo que valía la pena seguir vivo, hizo que caballo parara para procesar la información que  tenía ahora.

-- ¡En buena hora! -- grito por la línea -- Que alegría... Celebraremos dos bodas entonces...

-- Gracias por apoyarme... Y otra cosa...

Una propuesta indecoroza salió de sus labios rosaceos, era como si estubiera junto a él mirándolo lujurioso y caliente como el infierno. Aún teniendo novio.

Este nuevo novio no hacía mucho ejercicio y no poseía la musculatura de Vegetta algo que decepcionaba algo a Willy aunque asi le amaba, pero le gustaba el cuerpo del hombre que protagonizaba sus húmedos sueños. Ese que lograba calentarlo con su mirada seductora pero que le enfriaba con su tonta actitud de cachorro.

Lo hizo undirse más en ese mar miserable e inhumano que era el amor para el. Ese chico de ojos verdes lo convenció de nuevo. Encontrarse con el de nuevo...

Hacerlo con el...

Poseerlo una vez más...

Que aún le deseaba...

Se iba a casar...

Pero eso que importa...

Verdad...

-- Después de la boda podríamos escaparnos unos minutos, algo rápido... -- hablo sobrado el chico de ojos rasgados mientras miraba desinteresada mente sus cortas uñas importando le un pepino si un chico con el corazón destrozado esta a su lado en la cama.

-- Sería sospechoso... -- dijo agobiado por la situación.

-- No me digas que te gusta alguien... -- dijo poniéndose alerta, ese semental era solo de el. Nadie tenía permitido mirarle -- si alguien se atreve... -- agarro un cuchillo de su mochila -- ¡Muere! ¡Entendiste! ¡Nadie puede tenerte solo yo!

-- Tranquilo... -- sujeto la mano en donde tenía el arma blanca -- Nadie podría reemplazar te... Solo te amo a ti... -- sus bolas peligraban, tenía que tener cuidado.

Como explicar que se estaba enamorando de ese chico con orejas de oso con sus ojitos verdes curiosos con sus teñidos cabellos ahora color rubio platinado de tierna sonrisa y sensible cuerpo que empezaba a alocar a nuestro héroe.

Como decirlo sin que un cuchillo termine enterrado en sus pelotas, ya lo había calmado sabía que mañana en el alba se iría sigilosamente de su fortaleza directo a su enorme árbol para encontrarse con esa horrible ave.

(...)

Los cubos de lava estaban llenos, la dinamita también, todo salía como esperaba. Había pasado ya mucho tiempo desde la última vez que vio a "esas personas".

El plan empezó a marchar, lleno la casa de Lolito de lava, instaló torretas y reforzó la tierra para evitar que el pudiera sacar lo. Le encantaría ver su cara, y haci lo haría había instalado una gran red de cámaras en todos los habitantes de Karmaland que vigilaban 24/7 sin ser apagadas, el era el ojo en el cielo podía verlo todo nada se le escaparía.

Después de poner dinamita en casa de Mangel y implantar minas en casa de Alexby pasó a matar a uno que otro aldeano que lo haya visto cometer tremendas fechorías.

De camino a su fortaleza de la maldad se encontró con un ebrio Auron que caminaba tambaleante defendiéndose de unos zombies con un pequeño brote de árbol. No le servía muerto...

Saco su arco y atinó a la cabeza a todos los zombies que trataban de comerse a ese ebrio. Se acercó a él sosteniendo lo para que no cayera.

-- Hola... Cariño... -- su aliento aprestaba a alcohol y estaba siendo innecesariamente cariñoso.

-- Callate, zorra... -- enojado le respondió el señor de la oscuridad mirándolo con odio.

-- Te extrañe... -- hablo mientras era arrastrado hasta su hogar -- ¡Te amooooo...! -- grito en su oído sin vergüenza alguna mientras que Luzu seguía ignorando lo.

-- Desactiva las torretas... -- se había quedado dormido mientras lo traía para su casa -- Imbécil... -- rebusco entre los bolsillo de este encontrando el control remoto, pulso el botón y quedaron desactivadas.

Ya con Auron dentro de casa y seguro que nada podía pasarle se fue activando de nuevo las armas de defensa y lanzando el control dentro para que este lo encontrará cuando despertace.

Subió a su morada en la cima de la montaña, esa misma morada solitaria de todos los días.

-- No debes extrañar los... -- hablo el sombrío cerca del monumento a la traición -- No los necesitas... Ellos te traicionaron después de todo...

-- Yo no los extraño mis dioses... -- hablo sereno tomando una cría de oveja y lanzando la a las llamas del mal.

-- No tines que mentírnos pequeño... Sabemos que extrañas mucho la compañía de todos eso mequetrefes... Y de ese hombre tuyo...

-- Les puedo asegurar que esas personas ya no significan nada para mi...  Mi vida es mas sencilla ahora que no tengo que soportar sus estupideces...

(...)

-- Vegetta las descubrío de nuevo... -- hablo enojado mirando que su sistema de cámaras en la parte de la fortaleza de su morado amigo ya no se veían... -- y las de Rubius... No las pondré más...

Busco algo entre sus cofres hasta encontrarse con la poción que tenía guardado para Auron.

-- Después de todo me servirás de algo traidor...

Tomo su móvil y marcó a esa hombre que aún le quería con todas las fuerzas del mundo y que haría lo que fuera para que este le perdonará por sus abominables actos.

-- Quiero verte... Lo mas pronto posible...

¡Perderás La Cabeza!<Karnaland>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora