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—– Que no te quedó claro... —– habló el platinado oso mientras miraba a su cumpañero con los ojos perdidos y sin expresión alguna. Extraba verle sonreír, ser cariñoso... El ya no era haci. —– Se que no me escuchaste... Vendré todos los días a ver tus heridas... No te las toques...

—– ¿Puedes quedarte? —– la pregunta lo confundo pero asiente cómo respuesta para calmar al héroe de semblante deprimente.

Pasaron el rato en la habitación del anfitrión sin hacer muchos más que unos sencillos besos u otra caricia amorosa que se daban. Ellos no le decían amor, pero tampoco era un cariño, ninguno de los dos sabía lo que sentía por él otro lo único que les quedaba era seguir con esa extraña relación que los mantenía unidos.

Era mejor que estar solos en sus respectivas casas.

Ambos terminaron tumbados entre las sábanas moradas de Vegetta, acurrucada el uno con el otro sin pensar en separarse en ningún momento.

(...)

—– Planean hacerte un juicio... —– habló por la línea telefónica un preocupado Auron.

–— Lo tengo controlado... No te preocupes...

—– Sabes lo que le hacen a las personas. Lolito quiere matarte dentro de la celda para que nadie sospeche... —– siguió preocupado tratando de hacerle entender a Luzu que no era un juego.

—– Claro que lo se... Pero para eso te tengo a ti, mi pastel de calabaza... Tu no dejarías que el me hiciera algo... Verdad...

—– ¡Claro que no! ¡Sobre mi cadáver! —– expresó cabreado con sólo el pensamiento de ver a su niño siendo abusado le llenaba de ira, golpeando el escritorio en el que estaba.

Después de unos minutos de planer algo junto al naranjo corto la llamada no sin antes provocarle una ereccion con el sonido de sus gadeos mientras se tocaba pensando en el. Por supuesto que solo jugaba con el. O quien sabe de verdad quería estar con él.

(...)

Willy camino decidió con el hacha en la mano hacia la fortaleza del hombre morado, no lo permitiría. Ese oso tendría que desaparecer. Tiene que desaparecer...

Camino entre los árboles pero entre el espeso bosque se terminó perdiendo. Trataba de encontrar el camino devuelta a su hogar. Fargan...

Penso mientras corría matanto a su paso a zombies, esqueletos, creepers y maso de enemigos que lo habían empezado a acosar entre la oscuridad y el bosque. Un camino de antorchas se le hizo presente era la casa del dichoso hombre de morado, su corazón se lleno de celos por pensar o imaginar que Vegetta estaba disfrutando en los brazos de alguien más.

Entró en un estado donde había bloqueado a todo el mundo y sólo quería tener la sangre del oso bañando su hacha, sus voces internas sólo le recordaban que ese semental era suyo y nadie tenía permitido tocarlo.

—– ¿Que haces aquí tan tarde Willy? —– ya estaba a puertas de la isla flotante cuando la vos grave de alguien interrumpía lo que su mente máquinaba en su imaginación.

Volteo para ver quién había detenido sus planes, no quería dejar testigo alguno, pero grande fue su sorpresa cuando apreció esas orbes de rubí sangriento mirándole con una ceja levantada sarcástico como siempre desde que perdió las elecciones. Su sudadera negra estaba sucia y estaba a juego con sus jeams rotos.

—– Luzu... Yo solo estaba buscando unos materiales... —– Dijo acercándose al ya mencionado, loco —–  ¿Y tu?

—– Le llamé para hablar, quería preguntarle a Vegetta si quería ser mi abogado... Me han demandado...

—– Vaya jalada de pata. Buena suerte...

Iba a proceder a irse cuando escucho voces provenientes de las puertas. El había bajado. Inconscientemente guió otra vez su mirada a las puertas encontrándose con el hombre que le robaba suspiros, junto a un mugriento oso de la mano sonriente y reluciente como un sol en medio día de verano. Apenas lo vieron sus manos se separaron tan rápido como la velocidad de la luz pero pudo ver entre ese movimiento dos destellos en el dedo anular de ambos. Su vista era la de un halcón.

—– ¡Heee! ¡Willy pensé que te estabas llendo a casa cuando me encontré contigo! —– habló sínico recordando su cara de celos cuando le habló de la sudadera que ya no utilizaba.

—– Estaba buscando unos materiales... —– era todo muy incómodo decidió irse. Ya habían muchas personas de testigos. —– Ya me voy, buena suerte Luzu y Vegetta después hablamos... —– habló seductoramente mirando de pies a cabeza al morado y delicado le un guiño sexy que encendió las mejillas al de orbes moradas mientras el oso a su costado lo miraba molesto como queriendo hacerle algo.

Se perdió entre la espesura del bosque sabiendo por donde ir para no volver a perderse otra vez entre los árboles.

(...)

—– Será un placer ser tu abordado, Luzu... —– respondió a la oferta bebiendo un poco de su café.

—– Gracias, me serás de gran ayuda y me preguntaba si podía presentar esto también... —– de su inventario sacó unas fotos de los que ha bien inundado su casa. —– Mi casa a sido inundada y no se ve bien quienes son pero me dejaron esto... Posiblemente sea Lolito...

—– ¡Claro que puedes! ¡Han atentado contra tu propiedad eso es ilegalisimo! ¡Yo me encargaré que se haga justicia compañero, confía en mi!

Los planes que maquinaba su mente estaban saliendo a la perfección, estaba jugando bien sus cartas. Si es que seguía haci será fin del juego para cada uno de los integrantes de Karmaland que lo habían traicionado.

Game over Karmaland...

×××

Espero que les haya gustado y que la estén pasando bien en estos días de cuarentena!

¡Celebrando la vuelta en escena de mi Lolito hermoso!

¡No sean tóxicos esta es nuestra última oportunidad!

¡Recuerden que es puro roleo no se lo tomen en serio!

Compren oro,
Adiós!!!

¡Perderás La Cabeza!<Karnaland>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora