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El almacén a la vez que era tan grande era muy oscuro, si ibas ahí era necesario saberte el camino de regresó o normalmente no se iban solos, pero no era el caso de Rubius, el había planeado tomar unas frutas que recién habían sido cortadas de los árboles y arbustos para sus niños y luego llevarlos a ver a su dulce novio que segura seguía dormido por causa de las medicinas.

Tenía una linterna, esta le sirvió mucho, debía hablar con Lolito para poner más iluminación en esa zona casi se cae muchas veces, ya con las frutas en su canasta emprendió el camino de regresó con las ideas en las nubes donde lograban salir y casarse con su caballero de brillante armadura estaba tan metido en su propia imaginación que terminó por toparse con Willy cara a cara.

Se llevó un tremendo susto, el había salido de entre las sombras como si lo hubiera estado esperando, tenía las manos en los bolsillos y algo tenía en su mirada que le puso la piel de gallina. Algo no le cuadraba...

— Rubén... Como esta el futuro de Luque... — lo dijo con algo de sorna junto con una sonrisa poco amigable — yo no sé qué abra visto el en ti me impresiona que Vegetta con el rango que tiene haya preferido estar con... Un cualquiera como tu...

Ese comentarío no le hizo nada de gracia, no se iba a dejar, no claro que no ese chino de mierda se iba a comer sus palabras.

— Que yo sepa un cualquiera es alguien que ya tiene pareja y visita a otros... Pero bueno, ahora si no tienes nada más que agregar te pediría que me dieras permiso tengo que ir con mis nenes — hablo mas serio de lo habitual, cruzado de brazos y con la mirada sarcástica con su postura jamás se hubiera dado cuenta que acababa de propocar un incendio en la poca piedad que le quedaba a la persona frente a él.

— Tengo muchas cosas que agregar y resumiendo lo todo sería... — sonrió de medio lado y sujeto su arma listo para sacarla — Yo voy a volver con Vegetta y tu eres el único obstáculo entre el y yo...

Lo que dijo lo descolocó... Obstáculo...

— Adiós Rubén... — sacó el arma tan rápido que al momento de apuntar el tiro fue casi precisó, si tan solo Rubén no se hubiera tirado entre las cajas ya estaría entre los dioses.

— ¡ESTAS TONTO! — hablo saliendo entre las cajas y empezar a esquivar los tiros.

— ¡TU LO ALEJASTE TE DE MI! ¡TU Y LOS DEMÁS MORIRÁN! ¡Y VOLVEREMOS HACER SOLO EL Y YO!

Rubius en una patada lo derribó haciendo volar el arma, se enfrascaron en un mano a mano derribando se uno al otro con mordiscos y arañones que dejarían marcas.

(...)

Vegetta no permitió que le inyectaran lo que se que tenía esa cosa, necesitaba salvar a novio acaso no le creían. Lolito entro casi tumbando la puerta gritando órdenes.

— ¡Que es todo este griterío!

— Lolito tienes que ir... Willy lo va a matar...

Ordenó que todos se retiraran y que hablaría con el a solas. No estaba convencido pero con Raulito a su lado estaba más seguro

— Lolito tienes que ir al almacén el lo va a matar...

— Vegetta explicate...

— ¡PERO SI TE ESTOY EXPLICANDO CABEZÓN! ¡WILLY A PERDIDO LOS CABALES VINO AQUÍ Y DIJO QUE CUANDO ACABARÁ CON RUBÉN LO TRAERÍA AQUÍ! ¡TENGO QUE HACER ALGO YAA! ¡ALEX ACABA DE IR PERO NECESITA MI AYUDA! — trato de levantarse pero fue inútil lolo lo devolvió a su camilla. La desesperación en los ojos de Vegetta habían iluminado los de Lolito confirmando su inocencia.

— Raulito ve y ayuda a Alex... - el salió corriendo acatando la orden — Tranquilo Vege no le va a pasar nada...

Se desplomó sobre la camilla, no quería llorar pero para cuando trato de retener sus lágrimas estas ya brotaban de sus ojos y caían por sus mejillas no lo soportaría, por fin después de tantas vueltas estaban juntos porque ahora que todo estaba llendo tan bien, la otra vez Rubius lo fue a visitar con los niños solo quería volver a ese día y abrazar tan fuerte a su osito para que nunca se fuera. Lolo lo consoló, los minutos pasaban y nadie daba señales de nada todo se mantenía en silenció tan pesado que podía cortarse con un cuchillo.

(...)

Después de muchos golpes ahora el albino volvia a tener la batuta, con arma en mano apuntando hace el oso que tenía las manos en alto. Willy le daba la espalda a la puerta que separaba a rubius de su muerte, esto le cogio una desventaja ya que el híbrido observó como Alex y Raulito estaban en la puerta, era una situación delicada tenían que ser muy cuidadosos, Guillermo era un hombre experimentado, un paso en falso y podía matarlos a los tres.

— Que tienes en la mano... — pidió mirando la mano derecha de Rubén que destellaba un brillo morado.

El tenía que hacer tiempo para que ellos se acercaran y derrumbaran a su agresor haci que le siguió el juego.

— Esto... Es una promesa, Vegetta me pidió matrimonio... — era un delicado anillo, una banda dorada decorada con un pequeño pero visible diamante morado. — Yo acepte...

— No es cierto...

— OH... Claro que lo es, citaré sus palabras y tengo testigos ya que lo hizo frente a mis niños...

^Rubén, Rubius, Doblas, Mi doblas y también mi osito la persona que más amo en el mundo me harías el gran honor de casarte conmigo cuando todo esto acabe, prometo hacerte el hombre mas feliz del mundo y por supuesto llenarte de críos para que ambos cuidemos^

— Eso fue lo que me dijo... Porque a mi si me ama...

— ¡Por derecho esa sortija es mía y si no me la das por las buenas lo quitaré de tu maldito cadáver! — ya arto de la burla apunto dispuesto a disparar era solo un tiro, todo se arreglaría, pero salió otro disparo que rozó su mano y ante el dolor soltó el arma miró tras de el encontrándose con Raulito correr hacia el y lanzarse asegurándose de que este no se moviera luego vino Alex con las esposas.

— Rubén ve con Vegetta, el quiere verte... — le habló no tardó nada en salir corriendo a la habitación de su prometido.

Necesitaba de sus abrazos y sus besos para calmar su asustado corazón acurrucarse en su pecho y no separar se en ningún momento sin el se sentía indefenso ahora más que nunca cuando estuvo a puertas de la muerta. Se sostuvo de las paredes para llegar a su cuarto giro la perilla y se encontró con su prometido roto en llanto abrazando al alcalde que trataba en un intento de apaciguar su llanto.

— Vegetta... — susurró su nombre, no hubo necesidad de gritar este había escuchado perfectamente y había volteado en su dirección Lolito se hizo a un lado y salió por la puerta para dejar a los tortolos solos, ninguno de los dos se contuvo.

Ambos se abrazaron cada uno temblando más que el otro, el ambiente de la habitación cambió de uno desesperado a uno muy amoroso, ya el miedo había desaparecido.

Continuará....

No me puteen! Perdón! Trate de hacerlo pero mis trabajos en la uní me sobrepasaron!

Las amoooo!

¡Perderás La Cabeza!<Karnaland>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora