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Tomo la bandeja de la cocina llena de alimentos bien ordenados, directo a la habitación del héroe de morado. Apenas lo viera le daría un beso y se quedaría con el todo el día si fuese posible. Lo había extrañado mucho.

Camino a paso lento, pleno y tranquilo sabiendo que ya estaba seguro entre los muros del bunker recordando cuando lo conoció. Un adorable chico inocenton que lleno su corazón de amor, años juntos solo lograban hacerlo amarlo más. Pero el era tan correcto, tan humilde que empezó a quitar el encanto al noviazgo. Jamás lo aceptarí a pero cuando conoció a Fargan todo eso cambió. No dudo en engatusarlo y traerlo a su cama unas noches después.

Esa malicia en su voz grave solo lograba hacer que toda su espina dorsal sufra un electrizante recorrido, o tal vez ese humor negro que tenía haciéndolo reír a carcajadas. Cuando se convirtió en oficial, su uniforme lo volvia loco. Dejó atrás a ese correcto hombre sin importarle nada, quien diría que regresaría a sus brazos noche tras noche, solo para estar con ambos al mismo tiempo. Ahora no sabía lo que sentía, quería que ambos estén para el, se preocupa de ambos que era ese sentimiento...

Llegó a su puerta, sin personas a su alrededor, tenía ambas manos ocupadas así que utilizó su peso para abrir la, tenía tantas ganas de verlo...

Y decirte que yo también te amo...

No la abrió por completo, apenas una pequeña ranura donde podía escuchar y ver los en su propia burbuja de romanticismo lleno de arcoíris por todos lados en donde solo existían ellos dos, por la máscara de oxígeno Doblas no podía besarle los labios, pero eso no lo detuvo para depositar cientos de besos en sus mejillas.

Con cuidado de no llamar la atención cerró la puerta y se dirigió a su habitación que no estaba muy lejos de ahí. Dejó la bandeja en su cama mientras se miraba al espejo recordando una y otra vez ese instante donde se miraban con tanto amor, su respiración furioso. Rubén pagaría por lo que hizo igual que de Luque, ninguno iba vivir para ser felices por siempre sobre su cadáver.

Agarro los cubiertos que estaban en la bandeja y los lanzó al tacho saliendo rumbo a la misma habitación.

(...)

— Sabes cuanto espere para que digas eso... — hablo amoroso Doblas mientras dejaba un beso en su frente sintiéndose completo — Te amo...

— Yo también te amo mi Doblas. —respondió entrelazando su mano con la del oso.

El sonido de alguien esperando en la puerta los apartó muy rápido, respondió con un pasé viendo como la puerta se abría y dejaba ver a Willy entrar sonriente con el almuerzo de su novio.

—¡Ala! Ya estas despierto, me alegra que te estes recuperando, te traje el almuerzo...

Rubius no lo quería cerca de Vegetta, antes de permitir que Willy se acerque más lo interceptó de teniéndolo a mitad de camino.

— ¡Gracias Guillermo! ¡Que pasada chaval! ¡Yo iba a ir por el en un momento! — tomó la bandeja rápido antes de que el albino haga otro movimiento — ¡Perdón por quitarte tiempo! ¡Debes ir con Fargan seguro, da le mis saludos! — tratando de sacarlo inmediatamente de la habitación.

— ¡Sofía olvido poner los cubiertos! — dijo con falsa preocupación — Ahora vuelvo con los cubiertos

— No es necesario...

— Insisto, igual Fargan esta con Alex...

Salió de la habitación y antes de cerrar la puerta Rubius podía jurar que una sonrisa muy aterradora se había implantado en el rostro del albino. Puso la baneja en la mesita de noche esperando, sabiendo que algo malo iba a pasar.

— Te ves preocupado... ¿Que pasa?

—Nada... Me pareció ver algo...

(...)

No iba a ir aún a la cocina, iba a hacer algo primero. Tocó la puerta del despacho de Lolito, iba a mover sus piezas nadie le iba a ver la cara de idiota.

— Con permiso...

— Willy, pensé que te quedarías con Fargan...

— Si pero... Tengo algo que me trae inquieto desde que llego Vegetta...

— ¿Le ocurrió algo? — el se sentía muy agradecido por el héroe, ponía las manos al fuego por el. Quería encargarse que todas sus necesidades.

— No pero es muy raro, tu crees... Que se habrá encontrado con Luzu y Auro... — dijo de forma dubitativo, poniendo en duda la fiabilidad de Samuel — se demoro mucho en volver, también puede ser por... No se los mods pero aún así es raro...

Había plantado la duda dentro de la mente de Lolo, sus inseguridades le hicieron recordar a Auron y su traición. La presión del pueblo sobre el.

— Si lo hizo Auron... Porque el sería la excepción...

— Porque me dices todo esto... — hablo tratando de convencer se de que era inocente y que no lo traicionaria.

— Como dije es algo que me inquieta... No quiero que NADIE salga lastimado...

Pudo ver la desesperación en los ojos del alcalde, esa desesperación que pronto lo haría entrar en una paranoia sin fundamento confiado de que su manipulación había funcionado dio media vuelta pero antes de irse.

— Piénsalo Lolo... No creo que quieras dar tus últimas ordenes como alcalde...

(...)

—Perdón por la demora... — extendió el tenedor, la cuchara y el cuchillo.

— No pasa nada, gracias...

El albino salió sin más, no tenía nada que hacer ahí, su plan se estaba tejiendo por si solo como el telar de una araña una muy pegajosa que no dejaría a escapar a nadie.

Continuará...

Si piensan que es un milagro...
Probablemente lo sea...

¡Perderás La Cabeza!<Karnaland>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora