Capitulo 1

8.1K 618 76
                                    

Capitulo 1:

Si viésemos la cotidianidad que se da durante la noche en Gotham, podría decirse que es una típica noche como cualquier otra, tan solo con la diferencia que el guardián nocturno de la ciudad no hacía presencia alguna en esta. La razón de esto la podemos encontrar en la mansión Wayne, siendo más certeros en la habitación del dueño de la casa.
En esta habitación se podía sentir y oler todo lo que había ocultado durante aproximadamente 3 días, los que fueron el celo de Bruce, puesto que el vengador nocturno de Gotham, mantenía oculto su sub género el cual era Omega, solo algunos pocos sabían aquello y justamente había terminado el coitó con el único Alfa a quien le dejaría acercársele en toda su vida.

- Me gustaría quedarme esta noche. – Pronunció un hombre de cabellos oscuros y ojos color cielo, mientras buscaba parte de su ropa, porque a pesar de decir lo que quería hacer, sabía perfectamente cual sería la respuesta de su Omega.

- Ya hemos hablado de esto Clark, te has quedado el tiempo suficiente. – Pronunció el millonario recostándose de mejor forma en la cama, observando de esta manera al que era su compañero en la liga y amigo.

- Sabes que me gustaría poder acompañarte incluso después del celo. – Comento el super hombre acercándose a la cama aun estando a medio vestir.

- Tienes a una esposa que te espera en casa, recuerda irte sin ser visto. – Termino por decir el azabache volteando su cuerpo para darle la espalda al ojiazul, le era mucho más fácil decirle esas cosas y hacer que se fuera sin verle a la cara.

- Como quieras Bruce, te veré en la reunión de la liga. – Murmuro el kryptoniano una vez ya terminado de vestir, cargo un poco su cuerpo sobre la cama donde reposaba Bruce y en un rápido movimiento beso la nuca a su mayor, para luego salir volando de la habitación del millonario.

- Hemos estado ocultándolo bien, mañana llegara tu hijo y el mío de la misión... – Pronunció al aire el millonario a la vez que llevaba su mano hacia su nuca, la cual había sido besada por el alfa, pero más allá del beso también tocaba la cicatriz de la marca que Clark le había dejado hace ya un tiempo. Por que a pesar de lo que Bruce dijera el añoraba lo mismo que Clark, pero a la vez temía no ser bueno para aquel hombre.

Mientras ello sucedía dentro de la mansión Wayne, lejos de la ciudad se encontraba la pareja de super hijos dentro de una cueva observándose fijamente, para ellos no era secreto que siempre en esas fechas de cada mes eran enviados a una misión de 4 o 5 días, pero ahora diferente en plena misión Damian había sido atacado de improvisto y Jon lo socorrió logrando llevarlo a una cueva, donde tras el transcurso de una hora Damian no dejaba de sudar y tratar de apartarse de su compañero de batalla.

- Damian ¿Te encuentras bien? – Pregunto preocupado el hijo de superman tratando de acercarse al que consideraba su amigo, más cuando iba a mitad del trayecto a él se detuvo al sentir un aroma que para él era fascinante, comenzó a buscar de donde provenía dicho embriagante aroma hasta que su mirada se detuvo justamente sobre el ojiverde. – Damian tu...

- ¿Es que nunca has visto a un omega en celo? – Cuestionó Robín observando a la defensiva al menor, estaba muy consciente de que con su celo no seria de ayuda, mucho menos para aquel niño de 14 años que lo observaba ahora sonrojado (?) – N-necesito que te comuniques con los Teen Titans para que envíen por nosotros... perdí mis supresores en ese estúpido ataque que recibí...ahg... odio cuando pasa esto. – Continuaba hablando el mayor, se sentía seguro de que al menos en la cueva que el ojiazul lo había llevado estaba bastante lejos como para que algún alfa se le pudiera acercar debido a sus feromonas o eso era lo que creía el menor de los Wayne, puesto que al no recibir una respuesta por parte de Jon el comenzó a enviar un mensaje encriptado a la torre T. Quizás esa fue la razón del por que no noto cuando su celo paso de insoportable a sentirse más calmado y una embriagante esencia se apoderaba de sus sentidos que provenía justo detrás de él.

- Dam...Yo... Lo siento, si hubiese sabido que esto podía pasar hubiese traído mis supresores, pero... – Pronunciaba el menor de los Kent mientras abrazaba a su amigo con su respiración agitada, él se podía controlar, pero debía admitir que el aroma que provenía de Damian era el más dulce y embriagante que había olido desde que su gen alfa se había activado.

- ¿E-eres un alfa? – Pregunto con total incredulidad, ni por toda la fortuna de su padre hubiese podido apostar que Jonathan Kent era un alfa, debido a todas las actitudes débiles que poseía con todos, aunque sería lo mismo para él, su actitud y presencia decía que era un alfa. – Con un demonio, esto es malo. – Concluyo tratando de apartarse del menor, siendo este quien se lo impidió al sostenerlo fuerte contra su pello.

- N-no te haré daño...Yo...no me descontrolare. – Murmuró contra el odio del mayor a la vez que desprendía más y más de sus feromonas, quería tratar de calmarlo o en su defecto el hacerlo colapsar por tantas feromonas para que se desmayara. – Pero soy feliz.... Damian es un Omega... entonces no hay problema que me guste.

- Tu... – El ojiverde se había comenzando a calmar, más su corazón dio un vuelco cuando aquel mocoso se le había declarado, por que lo había dicho con todas sus letras el super niño gustaba de él. – No digas incoherencias... – Murmuró observando el rostro del menor, muy a diferencia de él aquel niño de 14 estaba resistiendo muy bien el estar en la presencia de un omega en pleno celo, Damian solo pensó en 2 opciones en definitiva Jon era muy idiota hasta en esos casos o Jon era un alfa dominante, aun que se inclinara por la primera opción algo le decía que esa no era la correcta.

- Damian, no te muevas mucho... cuando se te pase la primera ola de calor, te llevare rápido a la mansión Wayne. – Pronunció sonrojado el menor, no era que no supiera lo que estaba pasando, pero aun así se avergonzaba de tener un problema entre sus pantalones al tener a Damian a su lado y para ser sincero no estaba acostumbrado a aquello, pues era la primera vez que estaba tanto tiempo junto a un omega en pleno celo.

- ¿ O sino qué Kent? – Pregunto observando al menor hacia arriba le molestaba que a pesar de ser un mocoso este fuera mucho más alto que él y a pesar de su celo quiso molestarlo un poco, más cuando se removió contra el cuerpo ajeno pudo notar que fue lo que le pasaba a su menor, su rostro se volvió a tonar en un color carmín a lo que lo atribuyó a su celo, más tras observar de manera fija al ojiazul suspiro con resignación. – Que más da... – Termino por decir antes de atacar a los labios de Jon para unirse en un beso algo torpe por parte del menor, pero que aun así exigía más por cada parte.

Así como la noche estaba comenzando para este par de jóvenes estaba apenas empezando, muy lejos de allí en Kansas llegaba el super hombre a mitad de la noche al que era su hogar, todos los meses llegaba cabizbajo a aquella casa, siendo esperado por su esposa quien lo observaba con una sonrisa comprensiva.

- Déjame adivinar, el murciélago nuevamente te dio una negativa. – Pronunció desde la mesa de la cocina mientras tomaba un café a la vez que observaba a quien se decía ser su esposo.

- Como todos los meses. – Termino por decir dando un suspiro a la vez que iba a tomar asiento a la mesa junto a su confidente.

- Sigo pensando que si nos divorciáramos Bruce no tendría pretexto de apartarte de su lado.

- ¿Cómo podría hacer eso? Te prometí que estaría para ti y Jonathan siempre. – Aseguro el ojiazul observando a su esposa.

- Clark, Jon y yo estaremos bien. Además, nuestro hijo comprenderá que su padre debe estar donde su corazón lo hace feliz. – Pronunció la chica mientras acariciaba la cabeza de su amigo. – Además distinto es el caso si nos hubieras dejado cuando Jon apenas tenía 2 años, te has privado de mucho durante 12 años y también, en algún momento se les terminarán las misiones para los chicos y no podrán seguir ocultándolo.

- Lois... ¿Qué haría sin ti?

- Nada, puedes ser Superman, pero eres bastante inútil en lo que es el amor cuando quieres Clark. – Aseguro con una sonrisa mientras iba a abrazar a quien alguna vez fue su pareja y por 12 años se había convertido en su mejor amigo. – Venga, vamos a dormir, ya es tarde y mañana debemos trabajar e inventar una nueva excusa del por qué Jon no ha ira clases mañana.

De esta manera transcurrió aquella noche para Clark, al día siguiente luego de ir a su trabajo y terminar algunas ocupaciones de héroe, fue el primero en llegar a Kansas pudiendo notar como su hijo acababa de llegar de la misión en la había ido junto a al hijo de Bruce.

- ¿Campeón cómo te fue? ¿Fue difícil convivir con Damian estos...d..í..a...s? – Pudo terminar de pronunciar su pregunta, más pudo sentir el aroma que provenía de su hijo era diferente al que siempre tenía, podía jurar que eran feromonas de omega las que desprendían también del cuerpo de su hijo, pero más allá de eso, también observo como en el blanquecino cuello de su primogénito se veían marcar de chupetones. - ¿Qué fue lo que paso?

- Papá... creo que... tengo que hablar con el señor Wayne...

- ¿Por qué dices eso?

- En la noche hice algo horrible... Bueno Damian dice que no lo fue que el igual quería... pero... lo correcto es que vaya hablar con el padre de Damian para poder cortejar como es debido a Damian.

- J-jon ¿De que hablas? Apenas eres un niño de 14 años, no puedes cortejar a alguien aun y mucho menos a...

- Damian es un Omega y después de lo que paso en la noche es mi Omega...

Continuara...

Un amor heredadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora