A través de tu cámara (Higuel)

Encuentros

¡SOY FELIZ! ¡SOY FELIZ COMO LOMBRIZ!

¡AÚN NO ME CREO LO QUE ACABA DE PASAR!

¡FUE INCREÍBLE!

¡NO PODRÉ DORMIR EN LA NOCHE!

Ok...Respira Hiro...Inhala...Exhala...listo, ya estoy calmado

Perdón por empezar así, pero realmente me pasó algo bueno

Creí que este tipo de felicidad me llegaría nuevamente cuando mi hermano se fuera de San Fransokyo otra vez, pero al fin el buen karma volvió a mí antes de lo que esperé.

Mejor comienzo y comparto mi alegría, pero sin juzgar, ok?

El parásito (o como otros lo llaman, Shinji) acompañó a Tía Cass de compras al supermercado, tal vez para pedirle algo como el niño pequeño que se comporta o solo para después restregarme en la cara lo buen sobrino que es, pero de cualquier manera, finalmente estuve un día solo de los cinco de su visita.

No puedo decidir en qué momento se pone más insoportable: Se pone a mirar lo que hago en la computadora (lo que no me deja privacidad ni para mirar a mi cantante) o cuenta de cosas de cuando éramos pequeños a mis amigos, pero solo las partes donde solo yo era el que pasaba vergüenza.

Así que un día sin Shinji, era un día para aprovecharlo y que mejor forma de hacerlo que visitar a Miguel cuando saliera de sus prácticas.

Normalmente, pasaría las siguientes tres o cuatro horas mirándolo por su computadora, sin embargo hubo varios factores en contra en ese momento:

- El primero es que ya había pasado mucho tiempo sin verlo y una pantalla no ayudaría para calmar ese sentimiento, tenía que ser en persona. No lo malinterpreten, no es por loco...solo me gusta verlo de lejos y ya, no es que me le fuera a acercar.

- Lo segundo era que, hasta que llegara a su departamento, se peleara con De La Cruz por algo y prendiera su computadora (se que podría usar la cámara que coloqué en su ventana, pero me gusta ver su hermosa cara en primera plana), de seguro tengo la cabeza de Shinji en el hombro preguntándome qué estoy haciendo.

- Y por último, tengo que verlo en momentos donde Marco no esté cerca. Si le sigue metiendo en la cabeza tantas paranoias de que tiene un fan fantasma obsesionado con él en su computadora (cosa que es mentira: estoy enamorado y lo miro para asegurarme de su bienestar, no soy un loco obsesionado que tiene oscuras intenciones como abusar, no negaré, el lindo cuerpo que tiene), puede que me descubra y mi problema pase a hacerlo también de mis abogados.

Así que me puse mi sombrero y lentes negros con mi chaqueta color gris, porque nada dice "pasar desapercibido" como un disfraz de detective. Ahora que lo pienso mejor, tal vez me vi muy ridículo usando eso con las altas temperaturas que había en el día.

Como sea, salí y me quedé esperándolo cerca del árbol más cercano hasta que saliera de ese lugar, que parecía un gran teatro. Hasta que el gran momento llegó. Salió del lugar luciendo una simple remera roja, unas botas marrones y unos jeans azules con su mochila en la espalda y el escuche de su guitarra en la mano. En serio, ese chico no podía verse más perfecto. Ese peinado color castaño como al café caliente que despierta a uno en las mañanas, esos ojos del mismo color que cualquiera se vuelve adicto con solo mirarlos, ese lunar tan coqueto sobre su labio que puede logra provocar diabetes, ese cuerpo moreno y delgado que es bellísimo no importe lo que use y esos labios...Ay...cuántas veces he querido besarlos...sentir los suaves que son...escucharlos cantar de cerca...ahh suena perfecto.

Emmm digo...yo...emm...ignoren eso...la pedofilia y el acoso es malo, de acuerdo?...si...muy malo...

En fin, estuve tan inmerso en mis pensamientos que por una fracción de segundos voltea su vista hacia mí y me escondo detrás de ese árbol con el corazón latiendo a mil por hora. Recuerdo haber rezado, y soy ateo, para que no me haya visto y, por lo visto, alguien allá arriba si me escuchó. Continuó con su camino sin percatarse de mi presencia ni que se le había caído algo de su mochila.