Seré tu enemiga disfrazada de amiga

52 3 5
                                    

Capítulo 12

"Querida Cenicienta:
Lamento mi demora en escribirte una nueva carta, es que he estado muy ocupada en cosas personales. 
No, no me olvidé de ti, porque lo que escribí anteriormente no es ningún juego para mí; son mis sentimientos reales.
He visto que tenías puesto un labial rojo el día que te lo pedí, aunque no el cabello recogido. Ahora estoy dudosa, no sé si te olvidaste de mí o simplemente se te olvidó atarte el cabello ese día. 
De cualquier manera aquí va el último requisito para que te devuelva tu zapato:
Sube una foto tuya a Instagram en el patio de tu casa. Fácil, ¿No?.
Firma: 1802 femenino"

¿Cuando escribió eso?. 
Volví a dejar el papel en su lugar y respiré.
Aquí hay dos opciones que una persona podría elegir en un momento como este:
1) Ilusionarse, ponerse feliz que tu crush, digo, que la persona que admiras sea la que te esta mandando esas cartas cursis y creer que de verdad esta enamorada de ti.
o
2) Especular que todo fue un sucio juego, ya que no confías en nadie, para ganar tu corazón y luego quebrarlo y humillarte y exponer a todo el mundo que caíste en su broma.
Y por alguna razón la mayoría elije la segunda opción, igual que yo.

Primero no quise creerlo, pero cuando comprobé que era su misma letra el mundo se me derrumbó. Todo ese tonto show, todas esas tontas mentiras; las cartas; la falsa nueva amiga, todo era parte de su plan. La odio.
No puedo creer que jugara conmigo de esa manera, era horrible, y yo una tonta por no darme cuenta. 
¿Qué fue lo que le hice?, ¿Por qué me odia tanto?.
Entonces recordé mi zapato, si ella escribía las cartas entonces tenía mi zapato. Apresurada busqué en el armario, pero nada; debajo de su cama y bingo, el maldito zapato estaba ahí.
Escuché mi corazón quebrarse en ese momento, estaba herida y no sabía que hacer.

-Lau, ¿Está todo bien?- preguntó Estefy.

Su voz cada vez era más clara así que asumí que estaba subiendo las escaleras. Por reacción del miedo dejé el zapato donde estaba y me levante justo cuando puso su pie en la entrada del cuarto.

-¿Pasa algo?-.

-¡Sí!, ¡Hija de puta!, ¡¿Hasta cuando vas a seguir jugando conmigo?!, ¡Maldita!- la empujé hasta que su cuerpo cayó por las escaleras.

No, no fue lo que pasó; pero lo imaginé.

-No, es que no encuentro mi celular-.

-Ah, mira- ella caminó hacia el escritorio donde tenía su maquillaje y algunos libros -Acá está- lo sostenía en su mano extendiendo su brazo hacia mí.

-Gracias- lo tomé inexpresiva y me adelanté a bajar las escaleras.

-Bueno, fue lindo tenerlas de visita, espero que se repita- saludó con un beso en la mejilla a Azul -Adiós- sonreía y ahora me miraba a mí.

No, no iba a dejar que me tocara o que me mirara después de esa horrible broma que me estaba haciendo.

-Nos vemos- me despedí girando la cabeza antes de que pudiera saludarme con un beso también.

Dejé a Blue en la puerta y a Estefania muy confundida. Entré a mi casa sin siquiera mirarla, estaba demasiado dolida como para hacerlo.
Subí a mi cuarto y me eché en la cama mirando al techo, me sentía triste, usada; pero no lo suficiente como para llorar.
Pensé en dejar todo así y volver a nuestras típicas peleas de miradas. No, ni siquiera quería mirarla, no quiero saber nada más de Estefy, quiero que se valla...y no entiendo porqué me duele tanto, porqué la considero tan importante cuando yo no debo ser más que una burla para ella. ¿Por qué me interesa?.
Me había dado vuelta para dormir cuando Azul llegó y me obligo a despertarme.

-Hey, ¿Qué pasó?, hace cinco segundos eran las super amigas y ahora ni la saludaste, ¿Qué pasó, Lau?-.

Ella tenía razón, había caído por un momento en su trampa, y lo peor es que mi mejor amiga había visto el fruto de mi irresponsabilidad cuando me dejé llevar por las palabras de esa chica.

-Nada, es que me duele la cabeza y quería venir rápido-.

-No mientas, por favor, quiero ayudarte. Decime qué pasó-.

-Ahora no tengo ánimos, Blue. Quiero dormir, por favor- le di la espalda, y no me importaba estar con ropa de salir, sólo quería dormir y que esto terminara.

-Está bien, yo voy a bañarme y vengo, ¿Ok?-.

Asentí con la cabeza sin decir nada, estaba tan agotada, tan harta que me pesaban hasta las palabras.
En cambio, los pensamiento no paraban de brotar. 
Ahora tenía sentido, las cartas pedían requisitos, y la vez que fui a la casa de Carla, Estefania antes de irse me dijo "Cumple los requisitos" o algo parecido; y yo no me di cuenta. Claro, ella se encargó de confundirme con datos falsos, como que me conocía desde antes; además a mí también me parecía imposible que fuera ella, con todo el odio que me tenía cómo podría serlo. Lo hizo bien, pero yo lo voy a hacer mejor, voy a estar dos pasos adelante, y la que va a enamorarse será ella no yo. 
Oh, Estefania, espero que te prepares porque seré tu enemiga disfrazada de amiga; descubriré tus puntos débiles, tus secretos más oscuros, tus más extraños fetiches y los expondré al mundo. Voy a hacer que te arrepientas de haber creído que podías jugar conmigo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 16, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Todo sobre ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora