Todo sobre ella

Mi nemesis

Hoy desperté sintiéndome la reina del universo, presiento que será un buen día.
Me duché, coloqué mi uniforme, y sujeté mi cabello con una cola de caballo; no le veía el sentido a maquillarme, ¿La razón?, Es obviamente Estefania.
Mi nueva compañera, además de ser extremadamente sexy, es muy amable y agradable. La odio, ¿Por qué no podía ser una fea normal como todas?; De todos modos eso ya no importa, no hay nada que pueda hacer para superarla.

...

El inicio del día escolar había sido normal, a excepción de las muchas miradas que se posaban en mí con gran asombro debido a la falta de maquillaje en mi rostro.
Romina, una de las chicas que se juntaba conmigo; alta; teñida de rubio; de piel algo trigueña; y un cuerpo bien formado, caminó hacia mí y me susurró al oído:

-¿Está todo bien?-.

-Sí, estoy mejor que nunca- dije sarcásticamente.

-¿Es por la nueva?-. Cuestionó la falsa rubia.

No dije nada, sólo callé y evité mirarla, así ella entendió que la respuesta a su pregunta era "sí".
Caminamos sin decir una sola palabra hasta que entramos al aula, y como era de esperarse, Estefania estaba siendo rodeada en gran cantidad por algunos del salón. Eso me irritaba aún más.
Cuando yo llegué a esta escuela tuve que trabajar dos años para tener la reputación que ahora poseo, y ella con sólo dos días ya es el centro del universo; esa maldita desgraciada no sabe con quién se está metiendo.
Se ha vuelto mi némesis, pero voy a hacer que baje de las nubes.
...
Estefania, Estefy, Estefy. ¡Todo el maldito día escucho como llaman todos a esa tonta!, ¡¿Qué tiene de especial?!, Me irrita tanto.
En álgebra es la mejor, en filosofía es la más inteligente, en historia es la más conocedora, en biología es la más experta, en inglés parece una total estadounidense, y en educación física es malditamente increíble. A veces sospecho de que es un robot...¡Ay!, ¡Enserio la odio!.
Me ubiqué en mi asiento y comencé a hablar con alguna de las chicas que estaban detrás de mí, preguntando por su vida -como si realmente me importara-.
En ese pequeño lapso de tiempo entre la llegada al salón y la llegada del profesor, pude notar que varias veces Estefania me mira como ansiosamente. Como si quisiera algo de mí.
Durante las clases es igual, siento su penetrante mirada en mi espalda; por cierto ella se ubica unos dos asientos detrás de mí. Juro que me siento violada por como me ve.
En los recesos la chica no tenía tanto tiempo para mirarme y eso me tranquilizaba, aunque algunas veces la noté viéndome. Enserio, ¿Qué tiene conmigo?, ¿Le gusto?...bueno no es una posibilidad que pueda descartar, últimamente hay muchos gays y lesbianas por doquier. De cualquier modo, no quiero saber si es o no es.
Yo estaba sentada en uno de los bancos del patio, sola; con algo de frío, observando cuan amable y popular es la chica nueva.
Lamentablemente mi solitaria paz se vió interrumpida por Luís, un joven lindo de lentes que siempre estuvo enamorado de mí.

-¡Hey Vero!- me llamo acercándose. Poniendo su brazo sobre el respaldo del banco y agachándose a mi altura.

-El que haya terminado con Matías no significa que vaya a salir contigo- me apresuré a decir antes de que hablara, ya conocía su diálogo.

-Eh...no, no es eso-. Habló un poco nervioso.

-¿No?- pregunté, él negó con la cabeza. -¿Entonces qué es?-.

-...po-podrías hablar con Estefania y preguntarle...si le gustaría salir conmigo-

Honestamente su respuesta me confundió y sorprendió. Ya no venía por mí, ahora buscaba a esa señorita perfecta. ¡¿Es enserio?!. Me roba mi puesto y ahora a mis pretendientes. No, desgraciada, esto no se va a quedar así.
En cuanto al chico de recién, respondí enfurecida:

-¿Por qué no le preguntas tú mismo?, ¡Cobarde!-.

Y así me levanté del banco dejándolo solo.
No entiendo porque estaba tan enojada, ese muchacho ni siquiera me gustaba...sin embargo el pensar que ella tiene más y es mejor que yo. No puedo soportarlo.
...
Cuando las clases terminaron, tomé mis cosas y salí rápido de la escuela para no tener que soportar a nadie más; pero, como siempre, las cosas a veces no salen como uno las planea.
Jazmín, Natalia, Romina, Azul y Daiana; mi grupo de "amigas"; me detuvo y retraso mi llegada con una de su tontas charlas de apoyo moral de grupo.