EAST || Joshua Bassett [#1]✔️

Capítulo 16

(Zach en multimedia, nuestro querido Mark Anastasio)

P.O.V____

Mi cuerpo estaba inmóvil. Sentía como me temblaba todo, las manos me sudaban y sentía un tic extraño en mi nuca.

–Me tengo que ir– dije mientras soltaba su mano.

–Espera, espera– corrió detrás de mí –¿vas aquí?–.

Me tomó del brazo, e hizo que me detuviera.

–No, nada más estoy aquí por el tour de la escuela– contesté sarcásticamente, él me miró confundido, no entendió –si, voy aquí, ahora tengo que irme–.

Solté de su agarre y caminé afuera de la escuela. Me siguió, me volvió a agarrar del brazo.

–No me puedes dejar aquí con una media contusión–.

–No tienes nada– le dije.

–¿Cómo sabes que no estoy muriendo?–.

Arqueé mis cejas –¿en serio?– asintió –mira, no quiero que me suspendan, es mejor que dejemos de hablar–.

Por última vez, me solté de su agarre y salí corriendo hacia la universidad de Utah, donde estaba la pista de hielo. Dejándolo ahí parado a medio patio.

¡MIERDA!

–Mierda, mierda, mierda– decía para mí misma.

Pudieron haberme visto, pudieron haberme suspendido. Maldita sea ¿por qué tuve que correr? ¿Por qué tuve que tirarlo con la puerta? ¿Por qué?

Todo pasó demasiado rápido. Lo tiré, lo ayudé a levantarse, me dijo su nombre, le dije el mío, me detuvo, me siguió... ME SIGUIÓ, y le sabía que no se podía.

Es demasiado confuso, y venía pensando en toda nuestra conversación, que no me di cuenta que ya había llegado al centro de deportes de la universidad.

En la entrada vi a Zach recargado en una pared con su celular en la mano.

–Perdona la tardanza– dije con la respiración agitada.

El me sonrió –tus créditos para la universidad siempre van primero ¿cierto?–.

Sonreí nerviosa y avergonzada.

–Si, la verdad si, lo siento no puedo evitarlo–.

–No te preocupes, es normal, eres la chica más lista de nuestro grado– dijo mientras ponía una mano en mi brazo.

Sentía las mariposas, cada vez que teníamos contacto, mi cuerpo se volvía loco por dentro.

Entramos al ice rink, pedimos nuestros patines, nos los pusimos y entramos a patinar.

–¿Divertido?– le pregunté.

Zach estaba usando patines de hockey y yo de patinaje, los dos sabíamos patinar muy bien, no podría ser más perfecto.

–Ven– se acercó a mí –tengo una idea–.

Zach tomó mi mano y comenzamos a patinar juntos. Retiro lo dicho, esto es más que perfecto, no podría ser mejor.

Patinábamos en sintonía, era como si fuéramos hechos el uno para el otro, aunque había algo que no se sentía bien, ya saben ese gut feeling, que Zach debería estar aquí pero... ¿otra persona?

Ah, como sea. Estábamos dando una vuelta, cuando de repente Zach me jaló hacia él, haciendo que nuestros cuerpos estuvieran demasiado cerca, haciendo que nuestras caras estuvieran demasiado cerca.

–Hola– dijo con una sonrisa.

–Hola– le respondí.

Zach levantó su mano y la fue acercando hasta mi rostro, quitó un mechón de cabello y lo puso detrás de mi oreja.

–Me gustas, en verdad me gustas, ____, y estas semanas que hemos estado juntos han sido muy lindas, me gustas, en serio me gustas–.

Me quedé congelada, no sabía que decir, digo, me gusta mucho, en serio me gusta mucho, simplemente las palabras para decirle que siento lo mismo.

–Zach yo...–.

No pude terminar, sus labios ya estaban sobre los míos, eran un lindo beso, lento, con el frío del hielo haciendo que tuviera otra clase de temperatura, era... lindo.

–Siento lo mismo– le contesté.

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Ahora me voy a hacer tarea.

Las amo.