Capítulo 31

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P.O.V____

Estábamos esperando en la parada de autobuses, eran las 6:25 ahora, no pasaba ningún autobús y para mi buena suerte, aún no había servicio telefónico.

Me movía de lado a lado tratando, con una mano en boca, tratando de no morderme las uñas de los nervios. ¿Nervios? Si Zach, MI NOVIO, se entera, de que estuve con otro chico, no sé como se pondrá, y luego si se entera de que él chico es un actor de Disney... fuck.

–¿En qué problema te metiste, ____?– dije para mí misma casi inaudible.

–¿Qué dijiste?– mierda.

Negué con la cabeza –nada–.

–¿Segura?– preguntó mientras fruncía el ceño –porque, no me has hablado desde que saliste corriendo de donde estábamos–.

–Sí– suspiré –lo siento, es que...– otra mentira –me sobresalté por la hora, y mi papá se pondrá furioso si no llego antes de las 7–.

–Creí que se verían a las 6–.

Mierda, abrí mis ojos y sentí como la sangre me llegaba a las mejillas.

–Si, este... nos veríamos a las 6... pero normalmente... siempre nos vemos antes de las 6... en casa–.

No sé mentir.

Por favor que me crea, por favor que me crea, por favor que me crea.

–Supongamos que te creo– dijo cruzándose de brazos –y te salvaste ya llegó el autobús, creo–.

Tenía razón, el autobús había llegado. Joshua se puso los lentes e inmediatamente nos subimos rápido a este, no antes sin pagar nuestro pase claro, y volvimos a sentarnos en la parte de hasta atrás.

...

El sol comenzaba a ocultarse y poco a poco se comenzaban a ver las luces de la ciudad a lo lejos. Justo en ese momento, mi teléfono comenzó a vibrar y a sonar de notificaciones, miles de notificaciones, el servicio había regresado.

–Wow, ____, eres popular– dijo con una risa burlona. Lo miré mal pero con una sonrisa.

10 Llamadas perdidas de Zach.

12 Llamadas perdidas de Luke.

10 Mensajes de Katelyn.

5 Llamadas perdidas de mi papá.

Y casualmente 4 mensajes por Instagram de Dylan. Estaba muerta, estaba demasiado muerta.

Primero contesté los mensajes de Katelyn, que decían que donde estaba, porque no respondía nada, y cosas así. Al igual que Dylan... que él me sorprendió bastante.

Llamé a mi padre, que me preguntó dónde estaba, le contesté que había salido y que estaría en casa pronto.

Decidí llamar a Luke hasta que estuviera en casa, para poder hablar con él tranquilamente.

Y por último... Zach... mi novio... que olvidé completamente su existencia. Marqué su número y me mandó directo a buzón, era obvio, yo tampoco querría hablarme.

Como sea, llegamos a la ciudad y Joshua y yo nos bajamos del autobús. Hacía algo de viento y yo no traía algo para cubrirme, aunque fuera verano, estábamos en un lugar donde nevaba demasiado en el invierno , así que a esta hora hacía algo de frío.

Me abracé a mí misma y me froté con mis brazos, tratando de darme calor.

–Toma– dijo Joshua –ten, yo traigo manga larga abajo–.

Joshua tenía su chamarra roja en una mano, no puedo creer lo que está pasando. Miré su chamarra y luego lo miré a él, y de nuevo a la chamarra.

–Estoy bien, gracias– contesté.

–Vamos, ____, yo traigo algo que me cubra, pero tu no, así que toma–.

Suspiré –no vas a parar hasta que la acepte ¿verdad?–.

–Ahora si nos estamos conociendo– dijo con una sonrisa.

Volví a mirar la chamarra y me encogí de hombros, la tomé no muy convencida y me la puse.

–Te la devolveré, mañana en East High, si te veo–.

–Mañana es sábado, Breslow y ¿no que no querías que habláramos en la escuela?–.

–Buen punto, entonces, prometo dártela cuando te vea, fuera de la escuela–.

Joshua asintió sin decir más. Caminamos hasta llegar a mi casa, en silencio todo el tiempo, de esos silencios que antes habíamos tenido, cómodo.

–Aquí es– dije en cuánto llegamos a mi casa.

–Lindo– contestó –bien, ____, nos vemos pronto–.

Se acercó hasta mí y me dio un abrazo, un abrazo largo y fuerte, un abrazo cálido y acogedor, no es por nada, pero no quería que terminara.

–Gracias por enseñarme muchas cosas nuevas hoy– dijo mientras se soltaba les abrazo con una sonrisa –eres una persona excelente, en todos los sentidos–.

–Todo por mi nuevo amigo– respondí –que llegues bien–.

–Awww, ya te comienzas a preocupar por mí–.

–Eres un actor en una ciudad desconocida, y no es preocupación–.

Poco a poco comenzó a alejarse en la banqueta –como digas ¡adiós Breslow!–.

–¡Adiós Bassett!–.

Entré a mi casa y me recargué en el marco de la puerta, podía sentir que tenía una gran sonrisa en mi cara por alguna razón, una de esas sonrisas que te dan cuando algo... ¿lindo? te ha pasado, no lo sé.

–¿Por qué sonríes?–.

EAST || Joshua Bassett [#1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora