EAST || Joshua Bassett [#1]✔️

Capítulo 69

(N/A: Pongan la canción, le da toque, okay byeeee) 

(No se escribir mucho esto okay, así que si no les gusta lo siento).

P.O.V____

Lo tomé de la nuca y lo acerqué hasta mí, juntando nuestros labios en un beso salvaje, donde una guerra de lenguas comenzaba a ocurrir. 

Joshua volvió a bajar hasta mi cuello, estando ahí, comenzó a besarlo, sintiendo como dejaba pequeñas marcas en el. Mordí mi labio inferior tratando de no soltar algún gemido. Pero me sería imposible guardar esa postura, y eso era a causa de que Joshua se movía de arriba a bajo entre mis caderas, sentía que moriría. 

Dejando mi cuello de un lado, el chico pasó su mano por mi espalda, por alguna razón estaba fría, haciendo que su tacto me erizara la piel. Joshua encontró el cierre de mi vestido, lo tomó entre una mano y me miró directamente a los ojos. 

–¿Estás segura?– preguntó, tenía una mirada profunda, asentí –completamente segura–. 

Me levanté un poco y con una mano lo tomé del cuello, depositándole un corto beso en la comisura de sus labios. 

–Hazlo– respondí susurrando. 

Palabras directas para que Joshua comenzara a bajar el cierre de mi vestido. Bajó un tirante de este y besó mi hombro, repitiendo lo mismo con el otro hrombro, me miró a los ojos y volvió a besarme. Tomó la parte de abajo de mi vestido, y lo sacó de un tirón, lanzándolo a alguna parte de la habitación. 

Tapé mi rostro avergonzada, pues sentía como mis mejillas ardían, estaba en ropa interior, sin sostén, porque no llevaba el vestido, simplemente en bragas color negro. 

Sentí la mirada de Joshua sobre mí, como me comía de pies a cabeza, con una mirada de deseo tan imponente. Me tomó de las piernas y me atrajo hacia él. Se quitó la playera que traía puesta, y de unos solos movimientos comenzó a desabrochar su pantalón, quedando él solamente en bóxers. 

Abrí los ojos sorprendida por lo que estaba en su entrepierna, giré mi cabeza tratando de analizar lo que estaba ocurriendo ahí abajo, no habría forma de que eso pudiera entrar en mí. 

–¿Qué?– preguntó divertido –¿qué pasa?–. 

Negué lentamente con la cabeza –nada– sonreí. 

Joshua se encogió de hombros y me devolvió la sonrisa, acto seguido se volvió a posicionar en mis piernas. Tomó un mechón de mi cabello para ponerlo detrás de mi oreja, se acercó hasta mis labios y los besó. 

Bajé mis manos hasta su cadera y le bajé los bóxers de golpe, Joshua se separó de mí y me miró sorprendido, yo simplemente lo jalé de los hombros hacia mí, esta vez yo lo besé. 

El tacto de su querido amigo, con mi feminidad, hacía que las ganas que estuviera dentro de mí se hicieran más fuerte. No sin dejar atrás el hecho de que jugueteaba con mis pechos, los movía entre sus manos, apretándolos, y de vez en cuando chupándolos. 

Joshua bajó una de sus manos hasta mi entrepierna y tocó uno de mis labios con unos de sus dedos, me estremecí ante eso, no pude evitar gemir. Alzó mis piernas en el aire y las abrió, se posicionó bien entre ellas. Acomodó a su querido amigo para que entrara. 

–Si te duele, si te estoy lastimando, solo dímelo– asentí –de acuerdo–. 

Me dio un corto beso en los labios y de un segundo a otro, ya se encontraba dentro de mí. Cerré los ojos con fuerza y una lágrima salió de mi ojo, no pude evitar soltar un gemido de dolor. Fue como si algo dentro de mí se rompiera, mis paredes vírgenes se desgarraban por la primera embestida, tan placentera pero tan dolorosa. 

Poco a poco sentía como el dolor se regularizaba y mi respiración se aceleraba, quería más. Moví mis caderas para poder hacerle entender a Joshua de que quería más. Él captando el mensaje, comenzó a moverse lento dentro de mí. 

–Joshua– dije entre jadeos con los ojos cerrados –ve más rápido–. 

Como lo esperaba, el chico comenzó a moverse más rápido, haciendo que más gemidos involuntarios salieran de mi boca. Segundos después la habitación se llenó de estos, de mi parte y de Joshua, hundiéndonos en un ambiente de placer donde éramos solo él y yo, y nadie más podía quitarnos esto. 

Embestida tras embestida, nuestros orgasmos llegaron al mismo tiempo. Joshua cayó sobre mi pecho, aún sin salir de mí. 

–Eso fue increíble– dijo levantando la cabeza y mirándome a los ojos. 

–Si, si lo fue–. 

Joshua salió con cuidado de mí y se acostó a un lado, abrazándome por la cintura, me dio un beso en la frente seguido de un beso corto en los labios. 

–Te quiero, ____– soltó con una sonrisa. 

Me quedé helada ante sus palabras, mi corazón comenzó a latir al mil por hora que podría haberse salido de mí, pero no lo hizo, mi estómago se revolvía de las mariposas que sentía, y una gran sonrisa se formó en mis labios. 

–También te quiero, Joshua–. 

Con cuidado me atrajo más hacia él, bajamos las cobijas de mi cama y nos acostamos abrazados, dándonos calor corporal el uno al otro, había sido la mejor noche de mi vida, y para ser sincera, no tenía ni una gota de arrepentimiento en mí. 

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Ojalá les haya gustado, @chicadepecas aquí está, jsjsjs. 

Las amo.