-Mi nombre es Joaquín Esteban Paladines Ruiz, tengo 16 años y asisto a una de las tantas escuelas públicas de mi ciudad, soy de tez blanca, un poco alto para mi edad, tan delgado como todos los de mi clase, que puedo presumir que tengo cuadritos en mis abdominales, aunque todos saben que no es por mi poco o nulo gimnasio si no por mi mágico metabolismo, mi hermano dice que algún día voy a comenzar a hincharme y me haré tan gordo como el, y si.... tengo un par de lentes negros, rectangulares y de filo muy grueso , además este año mi mamá me obligo a ponerme estos fierros en mis dientes, y para empeorar las cosas son de color verde claro, que claro el verde no combina con nada...., bueno ya ansío el día para quitármelos, mi mamá y el doctor me dijeron que en unos años tendré la mejor sonrisa de la escuela, bueno para nuestras madres siempre seremos los más lindos y claro el doctor tiene que seguir vendiendo sus tratamientos , mi cabello es crespo y castaño claro, no me gusta contármelo es por ello que ahora está muy largo y parece un trapeador jaja .... en fin no soy un Adonis pero creo que soy diferente de todos mis compañeros de clase.
Mi clase es la del 2do C, esta en el 3er piso del único edificio de mi escuela, en la segunda puerta a mano derecha después de las escaleras , cabe resaltar que hay solo una escalera para subir y bajar, y es un poco estrecha, además tiene unos pasamanos antiguos de madera de color café .... Dios quiera que nunca ocurra un terremoto, pero bueno es escuela pública que le vamos a hacer ... las paredes están un poco gastadas sobre todo cerca del piso, y claro son el lienzo preferido para mis compañeros, donde detallan sus desamores y uno que otro dibujo inapropiado para darle ese ambiente rebelde que todo colegio publico necesita.
El 2do C es conocido
como el terror del colegio, ya que hemos exasperado a 3 profesores de Matemática; en tan solo 3 meses, los cuales deducieron ante el rector, que en nuestro curso es imposible dar una sola clase... ¡pobres maestros! A veces me dan pena, pero solo a veces, la mayoría del tiempo solo pienso en Sofia.
-¡Oh Sofia digna figura de los dioses!
Que combinación tan magistral de belleza y perfección en un solo ser, tu cabello negro como la noche mas oscura, tu sonrisa cálida y refrescante como el rocio de la mañana, y tu voz es tan dulce como el trinar de un ruiseñor,
Oh Sofia como quisiera que algún día, yo esté en tus pensamientos, que aquellos ojos azules como el mar de la tarde, solo me mirarán a mí, y que tu dulce boca como la miel de higo solo susurré mi nombre.
Y es que cada vez que regresas a mirar, los rayos del sol buscan tus pupilas como las abejas a su néctar, dando como resultado un brillo con luz propia, tal como lo hacen las estrellas en el campo, en una noche de luna nueva.
Y de verdad cada día me pregunto, ¿Qué pude haber hecho yo? ....imaginence coincidir con la mujer mas hermosa que pude haber imaginado, y esta sentada.....¡ Justamente en frente!.
