Es mi maldición. (Damian Wayne y Oc)

Cap.15

En la masión Wayne algo no iba del todo bien, Bruce estaba más distante que de costumbre, Dick se había ido a la torre de los titanes hacía ya unos 6 meses y Damian...desaparecía cada vez que tenía oportunidad y se escondía en aquella pequeña habitación en la que habían decidido guardar todas las pertenencias de Anne. 

Se pasaba horas y horas abriendo cajas y observando melancólico sus cosas, luego las volvía a dejar en sus sitios, pero siempre se llevaba algo a su habitación; y hoy no era la excepción.

Damian curioseaba en una caja bastante singular, estaba escondida en la zona más oscura de la habitación y nunca antes la había abierto, pero la curiosidad le llamaba y la abrió, encontrando se con una emotiva sensación que le inundaba el pecho, eran sus libros, sus dibujos, su viejo peluche, y una cadena, también había fotos, pero todas estaban rasgadas y se mi quemadas

Damian ojeó los títulos de los libros sorprendiéndose de la extraña relación entre las historias, seguía admirando sus efectos personales cuando, en el fondo, se encontraba una pequeña caja metálica con un candado bastante fuerte,y se propuso abrirla como fuese. 

Dejó todo como estaba, y se dirigió a la zona de armas, pero no sirvió de nada, usó múltiples herramientas, pero todas fueron en vano, y por ello se tiró toda la tarde sentado en el salón mirando descontento aquella dichosa caja. Pero su atención fue dispersada cuando un chico de cabello negro y ojos azules entraba en la habitación.

-Hola, pequeño demonio, ¿ ya estas lo suficientemente loco como para quedarte mirando los bártulos? 

-Cállate, Drake. Solo estoy pensando en como abrir la caja.

-Ya, ejem, debo suponer que no quieres mi ayuda....así que voy a ver a Bruce

-¡Espera!- Tim se dio la vuelta- ¿Sabes abrirla ? 

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-¿La primera vez que me pides ayuda y me pides que abra una caja?

-Sólo ábrela y lárgate. 

-Vale, vale...- decía mientras la abría con unas horquillas 

-¿Cómo es que tienes horquillas en tu cuarto? - preguntó Damian

-Steph- dice obvio- siempre las pierde cuando nos ponemos a ver pelis en mi habitación.

Damian lo mira incrédulo, nunca se pondría a ver peliculas con ninguna chica, se aburriría de las películas románticas, todo el rato abrazados.....un escalofrío le inundó.

Tim me miraba de reojo por lo que su momentáneo escalofrío le proporcionó una gran satisfacción.

-Lo sabrás el día en que te enamores, Damian, por amor se hace de todo. Aunque sería un milagro que te guste a alguien, sobretodo con esa aptitud.

-Tt. Yo no necesito a nadie, Drake, el amor es debilidad.

Un click provocó que Damian tomara rápidamente la caja y se la llevara lejos.

-Eso me pasa por abrirla sin preguntar antes....- suspiró Tim- Damian, el amor no es fuerza ni debilidad, es lo que te hace estar vivo.- dijo al silencio que quedaba en la sala.

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Damian se había marchado a su cuarto, pero vio que ahí le esperaba Tim, que le buscaba para curiosear, por ello se fue a la más lejana y supuesta mente segura que pudiese, y entonces entró, encendió la luz y soltó un:

-Venga ya, ¿tenía que ser la habitación de Grayson?

Los posters de viejas bandas inundaban toda la habitación junto con carteles de "los Flying Graysons" enmarcadas, y ahí encima de la cama se encontraba la cámara de vídeo de Dick, la cogió y salió hacia el salón, cerró las puertas y se atrincheró en la sala, abrió despacio la caja encontrando cartas, habría por los menos unas 18 y todas dirigidas a su madre y a su abuelo. 

Damian creyó que no debía abrirlas, y no lo hizo, cerró la caja y miró la cámara de vídeo, ya conectada a la televisión, y los vídeos que le había grabado Dick para incordiarlo.

Recordaba aquel día, ella estaba en la biblioteca y reía por las hazañas de Don Quijote, ella reía y disfrutaba de las chifladerías del castizo hidalgo, él la había estado mirando durante horas desde la sala continua, y cuando esta se dio cuenta se levantó y le preguntó el por qué la miraba de forma tan rara, y el solo se marchó. 

El siguiente vídeo era cuando ella se había quedado dormida leyendo Drácula en uno de los cómodos sofás de la biblioteca, y él salía arropándola con una manta, Dick se reía y luego Damian le perseguía.

El otro era el de la nieve, aquel día estaban los dos en el salón, cada uno absorto en sus pensamientos, provocando que los libros que ella iba a devolver a la biblioteca se cayeran en mitad del pasillo, Anne se apresuró en tomarlos todos pero algunas de sus anotaciones habían salido volando, Damian la miraba extrañado ¿que tendrían esos libros que le provocaran tanta felicidad? Y agarró velozmente una de las hojas, la cual se la ofreció inmediatamente, ella le dió las gracias y sonrió provocando un leve sonrojo en el joven. Dick reía desde el sofá y decía algo de mostrárselo a Bruce.

Y el último, de cuando Damian le había robado la cámara, pero que no sabía que estaba gravando, la dejó sobre la cama cuando alguien tocó la puerta, Anne había entrado en su habitación preguntando si había visto su cuaderno de ciencias, pero él negaba mientras se rascaba la nuca algo sonrojado y mirando hacia otro lado, ella se marchó y sacó de uno de sus cajones el cuaderno que ella buscaba, cerró la puerta y se pasó horas leyendo sus anotaciones y viendo los dibujos sobre flores y pájaros , observando cada detalle. Cuando terminó suspiró y se dió la vuelta provocando que su silla de escritorio girara quedando en plano para la cámara.

Damian pasó la tarde reproduciendo el resto de vídeos, se le hizo tan tarde que fue Alfred el que le sacó de sus pensamientos y de los vídeos, entrando con una bandeja de comida. Inmediatamente paró el vídeo, pero para su mala fortuna, quedó un primer plano de ella, sentada en unas escaleras con una lata de refresco de limón, con eyeliner mal hecho y una sonrisa avergonzada mientras intentaba alcanzar la cámara. Alfred miró la pantalla y se marchó, Damian siguió su mirada a la pantalla y salió al pasillo a alcanzarle.

-Alfred- dijo cuando le había alcanzado- Eso no.....

-Tranquilo srto. Damian, no he visto nada- y con cortesía y tranquilidad se fue de nuevo. 

Damian volvió a su habitación y guardó la cámara, la caja y fotos en el tras fondo de su armario.

Se vistió de Robin y marchó a patrullar. Debía olvidarse de ella, pero por alguna extraña razón no podía.