Es mi maldición. (Damian Wayne y Oc)

Cap.23

Quién dijese que el gran e invencible Superman jamás se rendiría, es que no lo había visto tan vulnerable como en ese momento.

Apenas habían pasado doce horas y ya había denunciado la desaparición de su hijo, Jonathan Kent.

El desaparecido había ido a la escuela, como cualquier jueves, y en la mitad de su transcurso había sido intercedido por un encapuchado; el cuál, con una velocidad de escándalo, le había inyectado un líquido verde amarillento, y así dejándole inconsciente casi delante de sus amigos, compañeros y resto de estudiantes.

La gente que se encontraba al alrededor de éste intentaron, en vano, socorrerlo, pero no pudieron tan siquiera evitar que lo metieran en un mugroso maletero. 

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-Lo sé, Clark. En ocasiones el peso de nuestras identidades es mayor que el de nuestras cuartadas. -intentó calmarlo Wonder Woman.

-No podrás calmarlo, Diana-respondió Batman

-Nadie conoce su identidad secreta salvo nosotros, y le he buscado por todos los posibles escondrijos de los delincuentes, el responsable debe de saber quién es, y...¡Ni siquiera salió en las cámaras de seguridad!.. Como le suceda algo...yo...yo no sé que haría..

-Habrá que sumar a Jonathan a la lista de desaparecidos. Si saben sus identidades...esto podría ser un gran problema para todos- Aseguró el murciélago.

Diana los miró a ambos y suspiró, luego se marchó de la habitación para activar la alarma entre los superhéroes, todos tendrían que ir a la base de la liga de la justicia para una reunión urgente, aunque lo que ellos aún no sabían es que esa señal llamaría la atención a cierta encapuchada.

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Anne salió de las clases asustada, volver a las clases no había sido buena idea, huyó y se escondió en el baño mientras lloraba. Había sobrevivido ya a un trimestre y medio, pero no esperaba que eso sucediera, su abuelo la había advertido, tener esa clase de poder la traería consecuencias y que lamentablemente debía aceptarlas y doblegarse ante su herencia, y sobretodo aislarse. 

Su abuelo esperaba a que ese ritual femenino sucediera bajo su custodia, pero lamentablemente no fue así, y ahora no solo tendría que mantener una conversación incómoda con Roger, sino que también tendría que explicarle lo que eso suponía. 

Pero eso no era lo peor de todo, sino que se encontraba en el instituto, y que su sangre no solo había manchado la silla y el suelo sino que lo habían carcomido, ahora su silla tenía un agujero enorme donde la madera y el suelo, en el suelo se podía ver el aula del piso inferior. Y si contamos con el hecho de que su jean y ropa interior se encontraba en una situación similar.....todo era un desastre, Anne  intentó controlar la sangre pero era imposible, su sangre se descontrolaba, se movía sola y quería romper cosas, en un instante una chica entró en el baño y ella se escondió en uno de los cubículos; pero su sangre se escapó y lo ultimo que escuchó fue un grito y un portazo. 

Las ganas de huír y de ser tragada por la tierra comenzaron a calarle en la mente, debía salir de ahí pero no así,¿ y por dónde? ¿cómo? Podría llamar a Roger, pero si había carcomido el suelo ¿qué sería capaz de hacer su sangre con el coche?¿y cuando llegara a casa qué haría? ¿Y si iba en metro? "No, no. No puedo salir con un todo al aire" se dijo a ella misma. Luego cayó en que llevaba una sudadera, tal vez si se la ataba a la cintura podría durarle un rato, pero con un rato no llegaba a casa, necesitaba más tiempo...

La puerta del baño volvió a abrirse, unos pasos se oyeron, y se pararon delante de la puerta del cubículo de Anne, debajo de la puerta aparecieron unas vans negras y después se oyó como tocaban la puerta.

-Perdona....Sé que es un momento delicado pero creo que esta es tu mochila, no he podido evitar leer tu carnet de estudiante, ¿Eres Anne?-al no tener respuesta siguió hablando- Supongo que estas horrorizada por lo que ha pasado, pero tranquila, nadie recordará nada de esto.

-Claro que lo recordaran- dijo ella en un susurro, el cual se escuchó

-No, no lo harán, ya me he encargado de eso. Nadie sabrá lo que ha pasado, todos pensaran que se rompió el techo, y los trozos de escombro rompieron la silla y el suelo.

-¿Qué?¿Cómo van a creerse eso? Es ilógico.

-Ya, pero ahora lo creen. Ahora puedes salir, me ocuparé de que nadie se acuerde de tí hoy. Pensaran que te encontrabas mal y llamaste a alguien. 

-No te creo, seguro que están esperándome fuera para reírse de mi...

-No creo, les he hecho creer que ha sonado la alarma de incendios, deben estar todos fuera. Puedes mirar por la ventana si quieres. 

Por un segundo dudó, luego se ató su sudadera a la cintura y salió para ver que decía la verdad.

-Me llamo Nate, por cierto. 

-¿Cómo es que creen todo eso?

-Bueno, tu tienes tu poder y yo el mío.-dijo el chico sonriendo.- No quiero incomodarte pero creo que deberíamos irnos ya. 

-No puedo quedarme en el instituto, ni ir a mi casa, y mucho menos salir a la calle así-dijo nerviosa.

-Tranquila, un problema por minuto. Primero, saldremos por el túnel de la zona de calderas y después te llevaré a un sitio donde te ayudaran. Pero tendrás que guardar el secreto. Y..postdata, ¿es tu mochila verdad? Es que con tanto lío no sé si me he equivocado.

-Sí, es mi mochila.

-Pues...un placer conocerte Anne Stone, ahora sígueme.

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-El túnel es un viejo pasillo que conectaba con las alcantarillas, antes se utilizaba para poder proteger a los estudiantes de los bombardeos que sucedieron durante la segunda guerra mundial, pero ya no se usan y ahora te estoy dando una charla que seguramente no te interesaba.

-No te preocupes, solo estaba pensando en que no debería estar rodeada de gente, todo lo que toca a tocado mi sangre lo ha destruido....

-Respira tranquila pues, tenemos un búnker hecho de materiales alienígenas que tal vez te sirva.

Anne comenzó a asustarse, había seguido a ese chico sin pensarlo dos veces, ¿y si la estaba controlando para ir con él?¿y si se trata de una trampa de su padre?¿y si es un grupo de flipados que la quieren utilizar?¿o venderla?¿o sacrificarla? Debía buscar la forma de escapar, sin poder controlar sus poderes...había pocas opciones, tal vez si encontraba un acceso al exterior...

-Ya hemos llegado.

Anne se quedó anonadada, era literalmente un edificio en mitad de una esplanada en medio de un gran espacio rodeado de túneles, apenas supo como habían llegado ahí como para poder saber que hacia aquel enorme edificio