Es mi maldición. (Damian Wayne y Oc)

Cap. 9

La confusión de aquella incómoda escena provocó que el oji-azul se quedara estático en la puerta, mirándonos a los dos chicos mirándole con cara de sorpresa. 

-Esto..Emm...os dejaré solos tortolitos..-dijo incómodo. 

-¿Tortolitos? ¿Nosotros?- Dijo entre asqueada y sorprendida Anne, tenían 13 años, y nunca saldría con alguien como Damian Wayne : egocéntrico, narcisista, y sobretodo un idiota. 

Damian tampoco se encontraba muy atraído por la insinuación, él no se fijaría jamás en alguien como ella: terca, leída y callada. 

Ambos se alejaron y mostraron una mueca de asco. Dick reía ante tal respuesta. Era imposible, jamás vería a Damian con novia, era como ver a Tim sin leer o a Jason sin burlarse de alguien; completamente imposible.

-¿Entonces qué hacíais juntitos? -respondió con picardía Dick. Ambos se miraron por un segundo y respondieron a la vez:

-Duelo de miradas/Ella gritó.- Ambos se giraron inmediatamente asombrados por la respuesta del otro.

-Grité, él vino y me dijo que que ocurría y pues no le he respondido y eso ha llevado a un duelo de miradas el cuál he ganado yo- dijo con toda la tranquilidad del mundo la pequeña. Damian la miró desafiante, era verdad en cierto modo, aún no había conseguido sonsacarle la verdad, cansado y sintiendo el ceño fruncido del idiota de Dick supo que debía desaparecer de la habitación, pero él se hizo una promesa, esa noche iba a ser la última en la que no descubriría la verdad. 

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Todos, bueno casi todos,estaban desayunando en aquel enorme y elegante comedor. Los presentes se lanzaban miradas indescifrables, Bruce los miraba con seriedad y notorio enfado por aquel extraño comportamiento.

Bruce esperaba que la joven decidiera salir de su habitación y les acompañara en el desayuno, pero según Alfred, era necesario dejarla su espacio. Anne, desde que llegó, desayunaba, comía y cenaba en la cocina en distintos horarios a los del resto; casi parecía inexistente en las vidas de ellos, salía pronto al instituto y volvía tan puntual que solo cogía algo de la cocina y volvía desaparecer, aunque todos sabían que o estaba en su cuarto o en la biblioteca. Ella nunca dejó de ir a su instituto habitual, aún cuando Bruce le dijo que podía cambiarla a una academia famosa en la que estudiaron el resto de la familia, pero ella negó, prefería madrugar más e ir a su instituto habitual;  según Dick, era por las amistades que ella tenga en el otro instituto, pero ha decir verdad nadie sabía si ella hablaba con alguien. 

Damian tenía la sensación de que algo no cuadraba, y aunque investigó la vida de la joven en numerosas ocasiones nunca encontraba aquella incógnita. 

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Paredes de color amarillo, ensuciadas y rotas sin piedad,posters de extrañas ilustraciones y títulos en lenguas extranjeras garabateados y con dibujos obscenos en todos ellos; un corcho con calendarios rotos y grafiteado por la mayoría de los alumnos que pasaban por casualidad, o no, por aquella clase; mesas que cogeaban y sillas en las que los tornillos causaban el dolor en el cabello de más de una chica.  Una gran pizarra verde, con exraños mensajes guarros por todos los rincones de ésta, lamparas cuyas bombillas parpadeaban constantemente, persianas que se atascaban, ventanas rotas, calefacción invertida,....todo eso en una misma clase, y sumándose a los conflictivos compañeros de clase..daba como resultado el infarto de cualquier profesor.