Y así paso la noche, entre golpes incesantes por un pequeño error, más no fueron solo para ella, sino también para su madre que a duras penas intentó protegerla.
Al amanecer, Madeleine entró en el cuarto de su hija y la hayo tirada en el suelo cubierta de golpes y heridas. Más ella tampoco podía cargarla del todo, pues se encontraba en un estado parecido, consiguió dificultosamente colocarla encima de su cama y la curó las heridas como pudo.
Cuando Anne despertó se encontró con su madre preparando una bolsa de viaje, curiosa se acercó lentamente para ver su contenido.
Su madre al verla consciente le sonrió y le acercó la bolsa donde se encontraban, para su sorpresa, todas sus pertenencias.
-Quiero que huyas, que te vayas lejos, muy lejos. Aunque tengas que mentir o tengas que ir a un orfanato, pero debes prometerme que nunca volverás; que nunca permitas que te encuentre. Debes ser fuerte, Annie. Debes ser más lista que él.
-¿Y por qué no vienes conmigo?
-Cielo....-ella suspiró frustrada y cansada, ella no quería, o más bien, no debía decírselo. Pero ahora, mientras su marido dormía, no podía permitirse un escándalo. – la última vez que intente irme de su lado acabo con todo aquello que quería. Y no quiero que acabe contigo también....
Annie, ante aquellas palabras se quedó bloqueada, no podía entender lo que realmente esas palabras significaban...
Pero Madeleine no sabía que el intento de escape iba a ser en vano, su marido acababa de llegar a la puerta del cuarto, cuando la puerta sonó Madeleine escondió la maleta debajo de la cama.
-Buenos días – dijo él con una sonrisa de lo más forzada....
- Princesa....mira lo que te he comprado...- él levantó la vista para encontrarse con su pequeña toda cubierta de moratones y golpes, él se sentía mal pues de nuevo había perdido el control; y como de costumbre, él pesaba que todo se podría arreglar con unas disculpas y un regalo. Y aunque el regalo era aquel vestido de princesa que quería, Anne solo pudo bajar la mirada mientras las lágrimas le inundaban las mejillas y unos profundos sollozos vinieron de ella.
"¿Por qué el hace esto? Siempre hace daño con sus acciones y después con sus falsas palabras..."
Su padre la permitió ir a la panadería mientras él iba a su trabajo a por los documentos de la inscripción, ella sin mirarle se calzó sus deportivas y una sudadera para ocultar aquellas heridas...
El señor Wolf la recibió con una sonrisa, la cual fue borrada al ver los ojos hinchados de la pequeña.
-¿Qué ha sucedido Anne?
Ella temblando, se lanzó a abrazar al panadero, el cual gustoso la recibió entre sus brazos. Y así se replanteaba contárselo o no, sabía que si se lo contaba podría estar en peligro... pero aun así, la pobre Anne necesitaba desahogarse.
El panadero atento la escuchaba, el silencio que había ayudaba a escuchar la respiración entrecortada que tenía la pequeña.
-¿Por qué no llamaste a la policía?
-Él trabaja cerca de ahí y tiene un amigo policía.... Además está muy lejos y tendría que ir sola...
-¿Y si va tu madre contigo...?
-Mi madre no puede ir, mi padre...la tiene encadenada cada vez que se va a trabajar, la encadena en la pared que esta entre la cocina y el salón..
El panadero propuso llamar a la policía, pero por alguna extraña coincidencia del destino todos los policías se encontraban intentando frenar a un villano en la ciudad de al lado, Gotham city.
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Es mi maldición. (Damian Wayne y Oc)
FanfictionEn este fic aparecerán otros super héroes y villanos que no me pertenecen, pertenecen a DC Comics. No copia. Ni adaptación. -------------------------------------------------------------- Existen mil y una formas de contar esta historia, y seguramen...