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tus dedos son como algodon de azúcar cuando tus brazos se ponen alrededor mio.
fui una pedazo de pastel en una fiesta de cinco años, me tomaron y arrojaron, nadie penso en lo sabroso que podia ser aquel pedazo roto, sucio, cubierto por suave crema rosa. Estuve entre dedos de anillos caros, largos, cortos, gordos y delgados, hasta que los tuyos llegaron, calidos.
tonto crei que eras mi salvación, sonabas como una guitarra perfectamente afinada mientras que él era una flauta artesanal en medio de un quebracho. Jamás podria haber aceptado tu perfeccion, aunque intentara siempre algo te molestaba, como miraba a otro o si lo miraba, como mi celular sonaba en medio de una pelicula, nunca podria haber estado a tu nivel deseado.
Eras tan desgastante, pero tu cuerpo me daba tanta energía, se sentia incorrecto tenerte, sucio. Él, Donghyuck se sentia correcto, mirarlo era una brisa suave luego de un huracan, una fogata caliente y una manta en el polo norte, jamas hubiera querido que las cosas fueran así o tal vez si, algo dentro mío me decia que sin tu viaje, oscuro, lleno de espinas, petalos podridos y el invernadero de tu padre muerto en el que trabajabas al conocerme, sin todo eso, sin tu historia de por medio en la mía, jamas podria haber conocido a mi paraiso en la tierra.
aunque nos odies, le grites al cielo por tenerme de vuelta, a tus pies y siguendo tus ordenes, lo unico que puedo decir es gracias por herirme tanto, gracias por dejar que Donghyuck me cure con realidad, no juegos de niños, no escondidas ni dolores en el pecho al pensar en tí.
tengo un corazón, un alma y los usare para recordar tu camino por mi vida con dulces recuerdos.
