Odio

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-Eres despreciable, sigues siendo una basura humana no entiendo como la directora McGonagall te dio una oportunidad, en realidad no entiendo que estés en Azkaban- con su rostro casi bermellon por la furia Hermione estaba diciéndole las palabras exactas que acosaban la mente de Draco, se las repetía igual que si le hubiera leído el pensamiento. - Ni siquiera tiene caso decir nada más, por favor no vuelva a dirigirme la palabra profesor Malfoy, espero no tener que verlo con excepción de las guardias, buenas noches-dio media vuelta y se dirigió a las escaleras sin esperar a que el pudiera decir o hacer algo.
DRACO
Había pasado más de una semana desde  mi pequeño incidente con Granger, los dos primeros días ambos evitamos al máximo el contacto físico y visual, por ejemplo a las horas de comida cada uno se sentaba en el lugar más  apartado del otro para evitar cualquier contacto visual posible, ella  y el larguirucho de Longbottom  siempre se sentaban juntos, platicaban se veían tan alegres mientras que yo era  algo así como un marginado  prácticamente invisible, solo McGonagall  de vez en cuando intercambiaba algunas palabras conmigo.  Al finalizar  las clases,  si iba a salir del aula de pociones miraba a varios lados asegurándome de que ella no estuviera por allí.
Después dejé de asistir a las comidas y  me pasaba en la mayor tiempo posible en mi despacho, el año anterior había hecho lo mismo sin estar evitando a alguien específicamente (asumí que les ahorraba la molestia a los demás de soportar mi presencia) .

Cada día a la hora de la guardia llegué puntual de manera que no hubiera más motivos para discutir, ella me ignoraba por completo como si yo no estuviera realmente allí, no intenté disculparme por lo que dije sería inútil.
A decir verdad para mí era mejor así, podía sentirme todo lo mal y miserable sin que nadie me preguntará, ayudará o importunara (lo último teniendo en cuenta la autoimpuesta culpa por la muerte del profesor Dumbledore o de tantas otras personas muertas a mano de algún mortifago).
El último día unos 10 minutos antes de terminar nuestro recorrido, Granger se acercó y me dio un pequeño frasco con un líquido rosado y un trozo de pergamino los dos tenían un letrero que decía POCIÓN CALMANTE. Después de darme la poción se limitó a decir: Creo que la necesitás.- sin mirarme siquiera o esperar alguna respuesta simplemente dio la vuelta y continuó revisando el último tramo. Esa pequeña acción me impresionó, porque no creía posible que ella se hubiera percatado de todo el estrés que me causaba tener que hacer guardia en la torre de astronomía. La verdad yo ya había usado la pócima calmante antes, de hecho la había usado tanto que ya no hacía efecto en mí la primera vez que la use fue el día después de la muerte de la profesora Charity Burbage.
La horrible visión de su rostro me perseguía, me atormentaba y probablemente nunca me dejaría la llevaría conmigo igual que la marca tenebrosa, imposible de borrar.
Esa pequeña acción no tenía ningún sentido ¿por qué lo había hecho? ¿Por qué se había preocupado por mí? ¿no se suponía que me odiaba, cuál sería el significado de todo esto?

Recomenzando en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora