Recomenzando en Hogwarts

La Torre de Astronomía

Hermione
Era su primer guardia del curso, no tenía la suficiente confianza para creer que sería fácil convivir durante dos horas cada día con Malfoy, ya habían estado juntos previamente sin embargo en esos momentos el se comportó de formas diferentes que no sabía que esperar. Además se dio a la tarea de hacer algunas preguntas sobre la actitud que él tenía trabajando ahí, tanto con los profesores como con los alumnos según le había contado Hagrid aquella tarde cuando fue a visitarlo a la hora del té, Malfoy no parecía hablar con nadie nunca fuera de su salón de clases de hecho prefería comer en su despacho y el año anterior solo se presentaba en las reuniones que era estrictamente necesario estar, por tanto no estaba segura que realmente se fuera a presentar para hacer la guardia con ella.
Él se estaba retrasando Hermione llevaba ya más de diez minutos esperando, justo cuando había decidido comenzar el recorrido, entró apresurado acomodándose la capa, guardando en el bolsillo un pañuelo con el que venía limpiándose las manos.
-Lo siento estaba revisando pergaminos de la clase y perdí la noción del tiempo, disculpe haberla hecho esperar profesora- dijo Malfoy tratando de ser formal, cosa un poco extraña para Hermione ya que en el tren se había dirigido a ella con un lenguaje más cercano.
-No hay ningún problema profesor- dijo tratando de usar el mismo tono formal, pues como había supuesto Malfoy era impredecible y eso la hacía sentir incómoda e insegura.
-Deberiamos comenzar - dijo él mientras abría la puerta de la Torre y encendía las luces de alguna de las linternas que iluminaban el corredor que daba a las escaleras. Se quedó mirandolo, preguntándose cómo se sentiría estando en aquel lugar, si le traía recuerdos de todo lo que había sucedido. La verdad es que a ella cada rincón de Hogwarts le hacía sentir a la vez nostálgica e incómoda aunque feliz.
Todos estos pensamientos daban vueltas en su cabeza, así como recuerdos de ella y sus amigos subiendo las escaleras que daban al mirador de la Torre de Astronomía en alguna de esas clases a media noche,en las que Ron siempre estaba bostezando, quedándose dormido o comiendo alguna golosina para "aguantar" aún cuando después parecía tener aún más sueño. Recordaba que una ocasión dibujando algunos mapas sobre las constelaciones ella se había fijado en el trabajo de Ron, examinando los trazos, las partes donde se había equivocado y luego lo observó a él como a pesar de no estar haciendolo bien del todo sus manos parecían estar esforzandose mucho, tenía en la cara un gesto de concentración y su cabello brillaba con la luz de la luna, fue ahí cuando se dio cuenta que no podía dejar de mirarlo por más que quisiera continuar con su trabajo, sus ojos no podían volver a su pergamino así que solo sonrió para si misma, fue de las primeras veces en notar cuánto habían cambiado sus sentimientos por él.

Draco
Ya habían pasado más de veinte minutos después de que la clase de Astronomía terminará lo cual indicaba que era momento de comenzar la guardia del área que le había tocado : la Torre Este. Habría preferido hacer solo aquella guardia pues sabía lo que ocurriría cuando caminará por ahí, la sensación en su piel, el sudor frío que le recorrería el cuerpo, sus músculos contrayendose preparados para huir, el nudo en la garganta. Así por tercera vez tuvo que acercarse al lavabo y rociar agua sobre su rostro sin embargo está vez también roció un poco sobre su cabello, luego puso su cabeza debajo de la llave y dejo que el agua corriera algunos minutos, hasta que se sintió mejor y se apartó de ahí. Fue cuando por su mente recordó que Hermione estaría esperando para comenzar con su guardia y por la tardanza estaría demasiado molesta, hasta donde el sabía ella llegaba a tener un muy mal humor cuando se sentía agraviada. Por eso tomo un frasco con tinta de su escritorio y vertió una pequeña cantidad en sus palmas, las froto un poco en su ropa mientras se dirigía a la torre.
Justo como lo había imaginado, Hermione estaba parada al lado de la puerta con cara de pocos amigos, sosteniendo fuertemente su varita haciéndolo pensar que unos minutos más tarde probablemente le habría lanzado alguna maldición.
Se disculpó y comenzaron el recorrido, podía sentir que su cuerpo se tensaba, ni siquiera podía poner atención al entorno así que estuvo a punto de caer, chocar o tropezar con algo al menos cinco veces para su fortuna ella no notó el temor en sus ojos, la debilidad en su piernas la duda al caminar.
Casi habían terminado con la guardia Draco que caminaba sin ver en realidad por donde iba de pronto fue consciente de estar de pie justo en el lugar donde había estado Dumbledore justo antes de que la luz se apagará en sus ojos y su vida terminará. Se quedó paralizado justo ahí, con la mirada perdida durante un rato sintiendo que el mundo se detenía, no pudo notar cuando Hermione se acercó para ver si se encontraba bien, solo hasta que ella estaba a unos centímetros de él comprobando su temperatura tocando su rostro empapado en sudor.
-¿que demonios haces? - empujando su mano lejos de su rostro, el tono de su voz de pronto era hostil e informal
-Lo siento pero estabas paralizado, como si te hubieran hechizado. ¿Estás bien? Si quieres puedo acompañarte a la enfermería-
-Quien dijo que necesito tu ayuda asquerosa sangre sucia-apartando nuevamente la mano de Hermione de él.
-¿Comó acabas de llamarme?-dijo ella mientras su mirada furiosa parecía atravesarlo. Su temor había hablado, lo había controlado por algunos segundos y a pesar de que en ese momento quiso retirar sus palabras ya era demasiado tarde para tomarlas de vuelta.