Las fiestas reales pueden ser bastante aburridas cuando ninguno de los asistentes te interesa y en otras circunstancias ya estaría en la biblioteca alejada de toda la gente, pero en vista de que está fiesta es en honor a mi matrimonio no tengo otra alternativa más que fingir mi mejor sonrisa, saludar, mirar con "amor" a mi esposo y comportarme como la reina que soy.
Altezas... -pronuncio una mujer a la que no conozco antes de hacer una reverencia- les agradezco enormemente su invitación
Nos alegra que pueda acompañarnos hoy -respondió Jack, la mujer le sonrió y luego se alejó- deberías saludar a nuestros invitados, Orianna
Ni siquiera los conozco -dije sin perder la sonrisa-
Tú los invitaste... -me miró confundido-
Tú hermano me dió la lista de invitados -asintió y siguió hablando con las personas sin insistir más en el tema-
Deje de prestar atención a los invitados y empecé a admirar el salón... Honestamente quedó hermoso, cada cosas está exactamente como la pedí y eso lo hace perfecto, aunque debo decir que los arreglos de flores en las mesas son los que se roban toda la atención... Están sumamente bien hechos, son perfectos y desbordan la personalidad de quien los hizo.
Reina Orianna... -dijo una voz femenina ganándose mi atención-
Casi muero cuando ví frente a mi a Carmín Miller... La madre de Becca.
Señora Miller... -susurre atónita-
Sabes que puedes llamarme Carmín, querida -beso mi mejilla y luego le tendió su mano a Jack quien no dudo en besar el dorso- es un gusto poder conocerlo en persona, majestad -dijo hacia mi esposo- mi nombre es Carmín Miller
¿Miller? -me miró serio-
Así es -sonrió- hace tiempo que no te veía, Orianna...
Lo sé, no he tenido tiempo de... pasar a saludar -sonreí débilmente-
Deberías ir a la florería algún día -afirmo claramente con intenciones ocultas en su invitación-
Si... Ire algún día -mire a Jack quien mantenía gesto serio- si nos disculpa debemos saludar a otros invitados
Claro, querida -sonrió amablemente antes de caminar lejos de nosotros-
¿Que hace ella aquí? -pregunto el castaño a mi lado-
No lo sé, Jack -suspire pesadamente- sabes que fuera de nuestros invitados los habitantes de el reino también pueden entrar... Posiblemente solo quería verme
Para pedirte que vayas a ver a tu ex ¿No? -dijo evidentemente molesto-
No actúes como si fuera mi culpa por qué yo soy la última persona en querer ver a la madre de Becca, Jackson -respondi igual de molesta por su actitud- iré a buscar a mis hermanos -sin más lo solté y salí en busca de Jordan-
Recorrí poco a poco el salón regalando sonrisas y saludando a las personas que encontraba en mi camino, no tarde demasiado en encontrar a mi hermano junto a su esposa.
Es una linda fiesta -afirmo Mili-
No tanto -suspire tratando inútilmente de ocultar mi descontento- ¿Saben que aquí está Carmín, la madre de Becca? -ellos se mostraron sorprendidos-
¿Y Becca está aquí? -pregunto Jordan con evidente preocupación-
No lo sé... -susurre entrando en pánico-
¡Demonios! No había pensando en la posibilidad de que ella también estuviera aquí; sin razonarlo mucho empecé a caminar por el salón buscando con la mirada alguna cabellera rubia, pase entre la gente esta vez sin saludar a nadie ni siquiera me moleste en mantener mi falsa sonrisa, me límite a pasar entre las mesas y buscar por todas partes, finalmente encontré algo... Ahí está ella, aunque está de espaldas se que está tan hermosa como la recordaba, está a un lado de su madre sentada en una de las tantas mesas que dispuse para los invitados, no se ha dado cuenta de mi presencia pero decidí cambiar eso... Tal vez es un error, pero debo verla una vez más. Me acerqué a su mesa con lentitud y pronto estuve justamente detrás de Rebecca.
Buenas tardes -pude ver cómo su cuerpo se tensaba-
Buenas tardes, alteza -dijo uno de los tipos sentados a la mesa-
Me alegra verte de nuevo -Carmin se levantó de su asiento y me tomo de la mano-
No sabía que había traído acompañante -dije sin despegar la mirada de la chica de rizos rubios-
Becca... ¿No vas a saludar? -cuestiono su madre-
Ni siquiera me miro, se levantó de su asiento y camino con rumbo a el jardín de palacio, sin saber exactamente como reaccionar a eso salí detrás de ella sin importarme lo que pudiera pasar o el escándalo que habrá si alguien se da cuenta. Llegamos a el centro de el jardín, ella volteó a verme por fin, me miró y el resto de el mundo dejo de importar... Aprecie sus orbes azules, su bella piel blanquecina y sus perfectos labios rosados, la amo... Por dios la extrañaba tanto.
Princesa... -susurro mirándome fijamente-
Un escalofrío me recorrió al escucharla llamarme así por qué se que me lo está diciendo como un recuerdo de nuestro tiempo juntas, sentí las lágrimas en mis ojos y una emoción que hace mucho no sentía.
Hace tiempo que no te veía -asintió lentamente- ¿Puedo preguntar cómo has estado? -pregunte tratando de controlar mis emociones-
¿Como piensas que he estado? -enarco una ceja-
No lo sé por eso te estoy preguntando -sonreí ligeramente-
Tiene poco que regrese a Citabella... Estuve varios meses viajando por distintos lugares, pero finalmente regrese por lo que es mío -dijo con una mirada intensa-
No hagas esto... -susurre-
¿Por cuánto tiempo vas a seguir jugando al matrimonio feliz, Orianna? -pregunto sería e incluso algo molesta-
No estoy jugando... -baje la mirada huyendo de la suya- amo a Jack
Dile eso a quien no haya comprobado que eres lesbiana -respondió-
No digas eso -pedí casi suplicante- no lo hagas más complicado...
Ay, princesa... Tu decidiste complicarlo todo -puso su mano en mi barbilla y me levanto la cabeza haciendo que la mirara- vas a tener que soportar las consecuencias de tus actos... Y te informo que apesar de todo tu sigues siendo mía -beso efímeramente mis labios y luego salió rápidamente de el lugar-
Trate de seguirla, pero se perdió entre la gente y luego ya no pude encontrarla. Se fue tan rápido como apareció y de nuevo dejo un enorme vacío en mi corazón.
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Amor Real
RomanceIncluso la realeza se equivoca. [Segunda parte «Bilogia Realeza»] Orianna Leonardi, reina de Citabella... Una chica hermosa de sangre real que fue una princesa intachable un día, pero que en algún momento recibió una carta y un arreglo de flores que...