Amor Real pt. final

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Escuché todo lo que ocurrió, los golpes y los gritos de mi familia, me dolió mucho escucharlos así de desesperados, pero no pude hacer nada al respecto por qué esto es por mi bien. Después de un rato, en el móvil que conseguí para hoy, recibí el mensaje de Jack diciéndome que su trabajo estaba hecho, tome el bolso que ya había alistado anteriormente para guardar cosas importantes como el móvil, la libreta que me dio Becca y otras cosas, abrí la puerta y al no ver a nadie afuera de la biblioteca aproveche eso para salir corriendo de la habitación. Baje las escaleras lo más rápido que pude, la gente sigue haciendo preguntas y desesperada por la situación, pero me dedique a ignorar a todos, atravesé el salón y finalmente llegué hasta el jardín, lo primero que vi fue a Camila ya con otro vestido y su cabello rubio idéntico al de Becca suelto, la chica se puso un antifaz y entro de nuevo al salón sin decirme nada, luego vi a mi hermosa florista que se ve tan diferente y mi mundo recobro su color.

Becca -corri hasta ella y la abrace con fuerza- 

Tranquila, mi amor -me apretó entre sus brazos y finalmente pude estar tranquila- todo está bien...

Tenemos que regresar -ella asintió con dificultad- debes estar tranquila... No podemos dar pistas

Lo intentaré -afirmo-

Tomadas de la mano entramos de nuevo al salón, vimos a Camila en un extremo de la habitación con Finn sujetando con fuerza su muñeca.

¿¡Dónde está Orianna!? -grito el castaño-

¡No sé de quién hablas! -dijo la rubia, Finn le quitó el antifaz de golpe-

¡Carajo! -grito- ¡Encuentrenla! -grito de nuevo destilando rabia-

Mi familia apareció, todos me miraron y supe que Milán ya les había dicho lo que hice; no me pude detener, seguí mi camino hacia la puerta de el palacio revolviendonos entre los invitados que empiezan a salir totalmente aterrados. Una vez estuvimos afuera, pude ver a Finn salir también buscandome con la mirada, subimos rápidamente a la camioneta donde llegaron Becca y Camila hace rato, Emily se puso en marcha rápidamente con rumbo a Pringville y entonces todo cobro sentido.

Lo hicimos... -susurre-

Mire a Becca, ella se quitó la máscara y hizo lo mismo conmigo, realmente se ve muy diferente, pero la reconocería de cualquier forma por qué luzca como luzca ella siempre va a ser la única que me da paz, la única mujer a la que amare por siempre...

Lo lograste, mi amor -me abrazo con fuerza- ¡por fin eres libre!

Me aferre a ella y empecé a llorar sin poder creerlo. Cada lágrima, el hecho de haber perdido a la mujer que amo, cada día que tuve que aparentar que no me estaba cayendo en pedazos, todas las órdenes que tuve que seguir, el haberme ocultado por culpa de lo que pensaban los demás, la muerte de mi padre y todo lo que tuve que pasar para llegar a este momento, todo vino a mi mente y cada sollozo me hizo saber que todo valió la pena... Ahora que la tengo a mi lado, ahora que ya nada puede separarme de ella y que seremos felices por siempre. La preciosa chica me acaricio el cabello con cuidado hasta que estuve mas tranquila, me cuido y me hizo saber que ella está conmigo, no diré que no me siento muy triste por haber dejado a mi familia, pero fue lo mejor para mí y sé que ellos van a entenderlo.

¿Estás bien? -me alejé un poco de ella y sonreí al ver su maquillaje todo arruinado, además de que la peluca ya no está en su cabeza- ya sé, estoy hecha un desastre...

Igual de te ves hermosa -bese sus labios efímeramente- para mí siempre serás la mujer más hermosa de todo el universo... y la única con la que quiero compartir mi vida -en ese momento vi como salíamos de Citabella- sé que cometí muchos errores, me alejé de ti y te deje sola cuando yo sabía que debíamos estar juntas... Eso es algo que jamás me voy a perdonar, pero espero que tú si puedas perdonarme -tome una de sus manos y bese el dorso- te amo con todo el corazón, Rebecca Miller...

Yo también la amo, princesa -me acarició la mejilla con su otra mano-

Tome mi bolsa, empecé a sacar cosas de ella hasta que encontré lo que buscaba, le di la caja rectangular y ella me miro curiosa.

Es un regalo... Fue una noche complicada y solo quiero que lo tengas -ella me miro y luego desvió su vista a la caja-

La abrió encontrando un anillo con una piedra morada al centro y muchas blancas a los lados, lo elegí con ayuda de Milán y la verdad creo que es perfecto...

¿Que es esto? -me miro confundida-

¿Te casarías conmigo, Rebecca? -pregunte nerviosa-

Yo... -me miro y sus ojos se cristalizaron- Si... Si quiero -tome el anillo y lo puse en su dedo-

Ella se lanzó sobre mi y me besó, sus lágrimas se mezclaron con las mías y de esa forma sellamos nuestro compromiso... Sellamos la promesa de amarnos por siempre. Sé que esté amor ha sido complicado y doloroso para las dos, pero también sé que todo vale la pena cuando se trata de un Amor Real.

Amor RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora