Amor Real

Su Idiotez Real

Narra Jordan//

La espera muchas veces es una lenta agonía dependiendo de lo que sea que estás esperando, en mi caso pase de estar esperando que Finn llegará a nuestra reunión a esperar noticias sobre mi esposa... Noticias sobre mi hijo, noticias sobre nuestra familia que podría desmoronarse.

Tranquilízate -dijo Orianna con una sonrisa dulce- todo saldrá perfecto...

Eso espero -admití desesperado-

Tal vez todos se pregunten que es lo que pasa... Y bueno, todo tiene una explicación.

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Más temprano ese mismo día.

Odio tener que ver su estúpida cara -dijo mi malhumorada esposa-

Relájate, Mili -pedi divertido- sabes por qué hacemos esto

¡Eso es lo que me molesta! -se cruzó de brazos importandole poco que estamos en un auto con dos personas al frente- no tendríamos por qué estar pidiendo que comprenda algo tan sencillo

Igual lo tenemos que hacer por Orianna -la castaña asintió de mala gana- trata de contener tu mal carácter, no necesitamos discusiones el día de hoy

Lo intentaré -suspiro y luego se dispuso a mirar por la ventana-

Me quedé observando a mi linda y enojona esposa; es extraño como ella dice que dejó de ser bonita por culpa del embarazo y yo la veo más hermosa que nunca, posee un brillo especial en la mirada que desde que la conozco siempre me ha hecho caer rendido a sus pies, también amo su carácter fuerte, su espíritu libre y ese instinto protector que siente por aquellos a los que ella cree merecedores de el... Amo muchas cosas de ella y eso es algo que jamás ha comprendido.

Tardamos poco en llegar al palacio de Galimore dónde nos veríamos con Finn para hablar sobre el acuerdo que el hizo con Orianna; Milán y yo bajamos de el auto, caminamos hacia la puerta y en pocos minutos ya estábamos dentro de ese lugar que tanto le disgusta a mi esposa.

Su real majestad los atenderá en un momento, altezas -dijo el joven que nos abrió la puerta antes de hacer una reverencia e irse-

¿Su real majestad? -pregunto en un susurro divertido- deberían decirle «Su idiotez real»

Calla, Mili -dije conteniendo las ganas de reír-

Ella extrañamente obedeció a mi orden, se quedó en silencio mirando hacia enfrente mientras yo hacía lo mismo; el tiempo empezó a transcurrir sin que Finn diera señales de vida, la impaciencia empezó a aparecer en mi sistema y también en el de Milán que parecía algo desesperada, de pronto su cuerpo se inclino hacia adelante, en su rostro se formó una mueca de dolor y un jadeo escapó de sus labios.

¿Que ocurre? -pregunte mientras ella se apoyaba en mis brazos-

El... bebé... -dijo entre quejidos-

Oh, demonios -fue lo que pude decir-

Cómo pude la tome entre mis brazos y corrí con ella hacia el auto que nos espera afuera, en el camino escuché a alguien llamarme y decirme algo, pero lo único que obtenía mi atención era mi esposa cuyo rostro se encontraba contraído por el dolor que experimentaba. Siendo cuidadoso entre al auto con ella y le indique al chófer que nos llevará al hospital más cercano.

Tranquila, llegaremos pronto -susurre mientras acariciaba su cabeza-

Tienes que... llamar a mi... doctor en... en Citabella... -dijo de forma pausada-

Lo haré -tome mi móvil y rápidamente hice lo que me pidió-

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Luego de eso las cosas se pusieron complicadas. Milán se negaba rotundamente a qué otro doctor que no fuera el suyo la atendiera, afortunadamente el doctor que estuvo siguiendo el embarazo de mi esposa llegó lo más rápido que la distancia se lo permitió, luego me informaron que el parto tenía complicaciones debido a un problema que la verdad no comprendí del todo pero que sonaba grave y que es la razón por la que el bebé nacerá antes de tiempo, y desde hace casi cuarenta minutos que no tengo noticias de los médicos, de mi esposa o de mi hijo... Afortunadamente Orianna decidió dejar todos sus pendientes en Citabella y venir a darme apoyo emocional.

Todo estará bien -tomo mi mano- y sé que no es el mejor momento, pero ¿Que hacían ustedes dos aquí en Galimore?

Solo vinimos a pasar el rato -mentí-

Ah... -suspiro- espero que traigan noticias pronto

Yo también -admití nervioso- ¿Podemos hablar de otra cosa?

Claro -sonrió ligeramente-

Te acostaste con Becca -afirme y juro que el rostro de mi hermanita se puso de todos los colores imaginables-

No... no es verdad -dijo nerviosa-

No era una pregunta, Orianna -dije divertido-

Eh... -desvio la mirada-

¿Familiares de Milan Leonardi? -pregunto un médico y yo casi salte de mi asiento-

Soy su esposo -dije ansioso-

EL parto fue exitoso, su esposa se encuentra en recuperación para verificar que todo con ella esté perfecto y el bebé está siendo llevado a los cuneros -dijo con una sonrisa- felicidades, es usted padre de un precioso niño

Casi me desmayo al escuchar eso.

Podran pasar a verlos en unos minutos, una enfermera vendrá por ustedes -afirmo-

Soy papá... -susurre una vez el doctor se alejó-

¿Que cosa? -pregunto Orianna-

¡Soy padre, Orianna! -la abrace desbordante de felicidad-

¡Y yo soy tía! -correspondio al abrazo igual de feliz-

Ese día más tarde pude conocer a la personita más hermosa de todo el universo y al mismo tiempo también conocí un amor diferente a cualquiera...