Amor Real

Lo Olvidé

La vida de una reina no es como la pintan en las películas, no todo son tiaras hermosas, vestidos perfectos y príncipes guapos que nos besan. La realeza tiene diversos deberes con su reino que van desde inaugurar lugares importantes hasta realizar nuevas leyes y atender a los problemas de la gente, una reina tiene más deberes de los que se creen. Hoy acabo de aprobar una ley en contra de la LGBTfobia, en ella está estipulado que no se tolerará más odio en contra de esa comunidad... Nadie más sufrirá lo que sufrí yo y es por dicha ley que ahora estoy en medio de una conferencia de prensa donde se habla de todo menos de mi logro como reina.

Alteza, ¿Que nos puede decir sobre el nacimiento de su heredero? -pregunto alguien de la prensa-

Eso no me corresponde a mi responderlo, mi hermano Jordan y su esposa van a hacer aparición cuando sea precisó -afirme-

¿No es que el primogénito de la princesa Milán debería ser heredero al trono de Italova y no de Citabella? -preguntaron-

Se tomó la decisión de que su primogénito sera mi sucesor, no puedo dar más información por qué como ya dije, eso es un tema que les corresponde a ellos y mas aún al hablar de el sucesor de la princesa Milán -declare cansada-

Reina, ¿Que los dice sobre la florista Rebecca Miller? Nos han reportado de si regreso a Citabella y queremos saber si hay algo nuevo en su relación con ella -me sentí mareada al escuchar eso-

Con la señorita Miller tenemos una relación más que nada respetuosa, ella es parte de mi pasado así como ahora mi esposo es parte de mi presente y no hay más nada que decir -dije mirando efimeramente a Jack con una sonrisa-

Muchos dicen que su matrimonio con el príncipe no es más que una farsa, ¿Que tiene que decir al respecto? -suspire-

La relación que yo sostengo con mi esposo es solo de mi incumbencia y la suya, la última vez que di detalles sobre mis relaciones personales todo el reino se volteo en mi contra y prefiero evitar otra catástrofe como esa -sonrei-

La reina no responderá más preguntas -dijo una mujer mientras yo me alejaba de la mano de Jack-

Salimos del recinto rodeados de nuestro personal de seguridad que nos mantenia alejados de la prensa, subimos al auto que nos llevaría de regreso a palacio y entonces solte la mano de Jack para enfocar mi vista en mi lindo reino... Ese que sin duda amo, pero que ya no voy a poner por encima de mis sentimientos y de los de mi adorada Becca.

Para ser una reina eres bastante mentirosa... -desvie la mirada de la ventana y mire al castaño que me observa con seriedad-

Ni siquiera sé de qué hablas -dije sería-

«Con la señorita Miller tenemos una relación más que nada respetuosa, ella es parte de mi pasado» -cito mis palabras- esa mujer es muchas cosas, pero no es parte de tu pasado...

No puedes hablar de lo que no sabes -afirme-

Sé que planeas irte -declaro con absoluta seriedad-

Deja de decir locuras, Jackson -pedi nerviosa por sus palabras-

No son locuras, Orianna... Vi los planos en tu despacho -admitio-

¿Los planos de mi reino y de mi palacio? -enarque una ceja- no confundas ser una buena reina con querer huir, deberías dejar de hacerte películas en la mente o vas a meterme en problemas con tu hermano...

No pensaba decirle nada a mi hermano -tomo mi mano y beso el dorso- entiendo que el le cortó las alas a un ángel... y yo no soy nadie para impedir que las recupere para poder alcanzar su felicidad

¿Por qué no eres como el? -pregunte son saber que mas decir-

Solo no lo soy y ya... -me sonrió antes de dirigir su mirada hacia la ventana-

Tal vez Jack pudo haber sido mi amigo y un gran cómplice en mi plan si no fuera una parte tan importante en mi desgracia, sin duda es un chico más compasivo de lo que esperaba y no dudo que hubiera sido un esposo perfecto para mí en otras circunstancias, pero ahora lo cierto es que no puedo dejar de verlo con rencor... Tal vez no tuvo nada que ver directamente con todo lo que me ha pasado, pero aún así no puedo confiar en el.

Llegamos a palacio, ambos bajamos del auto y nos adentramos al lugar, la gente caminaba de un lado a otro atareada y me pregunté cuál es el motivo de toda la actividad, vi a Milán al centro del lugar y decidí acercarme a ella para preguntarle.

Hola, Mili -bese su mejilla- ¿No deberías estar cuidando al bebé?

No, para eso tiene también un padre -dijo como si fuera obvio- somos un dúo, la responsabilidad no es solo mía

Ay, perdón por preguntar -rei ligeramente- ¿A qué se debe tanto alboroto? ¿Es para la fiesta de Jay? -la castaña me miró con la diría centellando en sus ojos-

Yo te mato, Orianna Leonardi -dijo entre dientes-

¿Que? ¿Por qué? -enarque una ceja absolutamente confundida-

¿¡Cómo puedes ser tan tonta!? -dijo mientras empezaba a golpearme el brazo con sus manos-

¡Hey! ¡Basta! -dijo Elena llegando a separar a la fiera de mi- ¿Que pasa? ¿Por qué golpeas a nuestra reina?

¡No sabe que pasa mañana! -grito la castaña y mi hermana me miró como si yo fuera tonta-

¿Pues que pasa mañana? -pregunte confundida-

Mañana es tu cumpleaños, Ori -declaro Elena con una mirada curiosa-

Es cierto, falta exactamente un mes para la subasta y eso significa que es mi cumpleaños... Mañana es mi cumpleaños, más específicamente el 27 de Agosto es el día en que llegue al mundo y honestamente no puedo creer que lo haya olvidado, aunque tiene mucho sentido por qué he tenido muchas cosas en la mente este último tiempo como para pensar en tener una fiesta por mis ya veintiséis años de vida.

¿De verdad no lo recordabas? -pregunto Lena-

No, yo supongo que tenía otras cosas en qué pensar... -dije avergonzada- entonces, la fiesta es para mí

Así es -sonrio Milán con su ya característico carácter cambiante- ¿Te gusta como va la decoración?

Volteé a ver el salón donde predominan los colores rosa pastel y blanco, sin duda luce precioso pero le falta algo para ser perfecto...

Quiero flores -afirme ganandome una mirada sorprendida de ambas chicas-