El amor es impredecible, los sentimientos son volubles y van cambiando conformé las situaciones se van presentando. Mi amor por Rebecca Miller jamás fue egoísta, al contrario, siempre pensé en ella antes que en mi misma... Estaba dispuesta a perderla y a perderme con la condición de saber que su vida sería tranquila aunque la mía se volviera una pesadilla; pero como ya mencioné, los sentimientos cambian... Lo pude confirmar cuando entre a la florería Miller en compañía de Elena y vi a la preciosa florista envuelta en los brazos de otra chica... Una morena que abraza con fuerza a Becca y que despertó en mi un sentimiento que nadie había logrado despertar: los celos.
Buenas tardes -dije sería e intensamente molesta-
Princesa... -dijo Becca separándose abruptamente de su compañía-
Reina -corregi sin alejar a la seriedad de mi rostro-
Si... Lo siento -miro a la morena y luego a mi- ella es Grace Steel, altezas... Grace, te presentó... Ella es Elena Leonardi, nuestra princesa -señalo a mi hermana- y ella es Orianna... Reina de Citabella
Ah... -la morena me miró con evidente desagradó- un placer conocerlas, altezas
Debería guardar sus palabras vacías, señorita Steel... Es claro que no es un gusto para usted conocernos -dije con una sonrisa absolutamente falsa-
Bueno, para ser una reina usted no parece ser muy agradable -declaro con una sonrisa idéntica a la mia-
Lo soy con las personas que se lo ganan -afirme-
¿Y Rebecca no se lo ganó? ¿O es solo que ella era la distracción perfecta? -enarco una ceja-
Basta, Grace... -dijo la rubia-
No debería hablar de lo que no entiende -mire a Becca quien luce nerviosa- señorita Miller, debería aconsejarle a su acompañante que no se meta con la mujer que puede deportarla... -sonrei lo mejor que pude- Elena, ¿Podrías encargarte de todo?
Claro, Ori -me miró nerviosa-
Sin más salí de ese lugar con ganas de destrozar todo a mi paso, quise volver y destrozarle la cara a esa mujer... ¿Quién es ella? ¿Que hace con Becca? ¿Por qué me habló así? Encendí el auto, afortunadamente hoy decidí no usar chofer o el estaría viendo esta escena nada agradable de una reina celosa. Mi móvil empezó a sonar dentro de mi bolso, quise ignorarlo, pero al final orille el auto para responder sabiendo perfectamente de quién es la llamada...
¡Orianna! -dijo la rubia- ¿Dónde estás?
De camino a el palacio, ¿Que pasa? -dije canalizando toda mi paz interior para no cometer una locura-
¿Podemos vernos? Creo que hay algo que debemos discutir... -dijo con dulzura-
Pensé que tenías visitas -dije lo más tranquila que pude-
Si, pero eres más importante que Grace -afirmo derribando mi crisis de celos-
Bien -suspire- te veo en el invernadero...
De acuerdo, por cierto... Eres adorable incluso cuando estás celosa, princesa -sin más terminó la llamada-
Yo no creo que sea adorable, después de todo los celos no son bueno, pero es una forma de mostrar la inseguridad que me da la situación en la que estamos metidas Becca y yo... Las cosas no son fáciles y ya le hice mucho daño a la rubia, ella bien podría buscar amor y tranquilidad en otros brazos desechando así lo poco que yo le puedo ofrecer en este momento de mi vida. Detuve mi auto justo donde está el camino para ingresar a el invernadero, baje de el y me dirigí hacia la puerta del lugar... Es increíble pensar en todo lo que ha pasado desde que le di este lugar a Becca, tantas cosas han pasado que uno pensaría que han pasado varios años y la realidad es que solo paso uno... El peor año de mi vida, lo perdí todo y aunque ahora tengo la oportunidad de recuperarlo, la verdad es que ese tiempo perdido ya no hay forma de traerlo de vuelta... Yo solo espero que tanto dolor valga la pena y que cuando todo esto terminé, por fin pueda tener la vida que merezco a lado de el amor de mi vida.
Hola, princesa -dijo la rubia llegando a mi lado-
Hola... -dije seria-
Abrió el invernadero y juntas nos adentramos en el lugar. El aroma de las flores nos recibió y me sentí tranquila al respirarlo, pero de pronto a mi mente llegó el inevitable pensamiento de que esto es un asco... Tener que esconder al amor de mi vida es un asco.
¿Sabes? Después de que me case con Jack, tome la decisión de sacar a las flores de mi vida... Olerlas, verlas o tocarlas se volvió una tortura... Tal vez por qué las flores te representan o tal vez por que yo me sentía marchita y ver a las flores vivas me resultaba un mal chiste... -la rubia tomo mi mano- sé que no soy tu mejor opción en este momento, mi vida es un desastre y te hice mucho dañó... Pero te amo -la mire-
No tienes que decirme todo eso, Ori -me abrazo- Grace no es lo que piensas... Si, la conocí en mis viajes, pero para empezar ella es heterosexual y además, yo te amo a ti -afirmo- y ella se enoja contigo por qué le conté lo que pasó...
No tenías que explicarme, Becca -suspire- no es que no confíe en ti...
Solo estás asustada -asenti- no te preocupes... Yo no quiero estar con nadie más que contigo
Lo sé -admiti- pero no sé que haría si volviera a perderte... Mi vida se volvió tan gris después de que te fuiste
Ya no vas a perderme, te lo prometo -afirmo alejándose un poco de mi- aunque bien puede pasar algo cuando me lleves a la subasta...
Ya te enteraste -sonrei-
¿Es parte de tu plan? -asenti- ¿Vas a contarme que tengo que hacer?
Debes asistir... y sentarte a la mesa con mi familia, luego tendrás que esperar a que algo ocurra -tome su mano y deposite un beso en el dorso-
¿Debo preocuparme por ti? -pregunto seria-
No, solo debes tener en mente que pase lo que pase, yo siempre voy a amarte... -me miró nerviosa-
No hables así... -pidio mientras me abrazaba- me asusta que algo pueda pasarte...
Estaré bien -afirme-
La verdad es que aún no está todo escrito y las cosas bien podrían salir mal, pero eso es algo que ella no tiene que saber... Solo debe estar consciente de que pase lo que pase ella siempre será el amor de mi vida.
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Amor Real
RomanceIncluso la realeza se equivoca. [Segunda parte «Bilogia Realeza»] Orianna Leonardi, reina de Citabella... Una chica hermosa de sangre real que fue una princesa intachable un día, pero que en algún momento recibió una carta y un arreglo de flores que...