Nacida entre la bruma de una ciudad decadente, utilizada física y mentalmente para lo que aquella sociedad podrida quisiera.
Un arma sin nombre que vaga entre lo moral y correcto y lo inmoral pero satisfactorio.
Su pequeño cuerpo bañado de sangre se...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El largo pasillo de aquel oscuro laboratorio se encontraba en completo silencio, las paredes de acero reforzado se hallan manchadas de sangre fresca, algunos trozos de tela ensangrentada se ven justo al final del pasillo. El caballero de la noche observa a través de su máscara la quietud de la gran habitación. Los cuerpos esparcidos por el lugar notaban la cruel matanza llevada a cabo por algún sujeto siniestro. Batman rodea el lugar y guarda algunas piezas del laboratorio en frascos, además de almacenar la información de la computadora principal dentro de su pendrive. El resplandor del brillo de la pantalla ilumina tenuemente el lugar. Batman termina de almacenar la información y decide salir, sin embargo antes de pasar nuevamente al pasillo escucha como un pedazo de vidrio se rompe bruscamente contra el suelo, alarmado voltea y se dirige a la zona del impacto, tomando bajo su capa un Batarang. Se acerca a una mesa caída, toma una de las patas y la arroja lejos, pronto nota como detrás de aquella mesa metálica se encontraba una niña observándolo, su mirada azul cargada de curiosidad le llama la atención. Apoya una rodilla en el suelo para quedar a la altura de la niña y está simplemente sonríe, Batman nota como sus brazos están cubiertos de vendas y trapos ensangrentados, sus piernas también, aunque en las rodillas mostraba hematomas negros con toques violetas. El mayor limpia con su guante la mancha de sangre de la mejilla derecha de la pequeña, ella amaga para levantarse, pero su cuerpo cae, evita el golpe al ser tomada en brazos por el murciélago. Una vez sostuvo a la pequeña en brazos salió del lugar, ella descansa en los hombros de Batman mientras es cubierta con parte de su capa, la fría noche de Gotham le mueven los cortos cabellos negros, por lo que tiende a acurrucarse cerca del cuello del mayor, mirando hacia atrás con tranquilidad.
Batman se sube a su Batmóvil y deja a la niña en el asiento de copiloto, se quita su capa y la cubre por completo, la de desconocido nombre clava su mirada en él mientras le coloca el cinturón de seguridad. La pequeña oye como él le habla a su auto y recibe respuestas inmediatas, causándole algunas risas durante el recorrido por la ciudad.
Los ojos azules ven cómo se abre un portón enorme y ellos pasan, la oscuridad del ambiente la hace mirar con curiosidad en todas las direcciones, Batman estaciona el Batmóvil y baja de él, ayudando a la niña a salir también, quien se mantiene sostenida de su mano, cubierta con la larga capa negra, pesada para sus pequeños hombros. Justo enfrente de una gran pantalla y un largo teclado se encuentra Alfred, preparando una camilla y algunos utensilios.
—Bienvenido Amo, la camilla ya está armada, al igual que la cápsula— Señala el mayordomo de la mansión mientras volteaba. —Te lo agradezco Alfred— Batman mientras se acerca a la camilla.
Alfred se mantiene cerca, observando a la desconocida pequeña, ella lo observa con atención y curiosidad, al chocar sus miradas le sonríe cerrando sus ojos. Alfred le devuelve el gesto con una pequeña sonrisa.
—Traeré su cena Amo, espero que sea de su agrado— La niña lo observa con insistencia.—También le traeré algo a la nueva huésped— El mayor se marchó rápidamente, desapareciendo en la oscuridad.
