Nacida entre la bruma de una ciudad decadente, utilizada física y mentalmente para lo que aquella sociedad podrida quisiera.
Un arma sin nombre que vaga entre lo moral y correcto y lo inmoral pero satisfactorio.
Su pequeño cuerpo bañado de sangre se...
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Sofía pasa las primeras horas de su día en completo silencio, su vista se marcaba en la pizarra pero su mente se mantenía plantada en un plan para lograr encarar al encapuchado, quería hablar con él, no sabía muy bien de qué, pero de eso se encarga durante las clases, donde su atención se cierra en muchas preguntas.
¿De verdad moriste?, ¿quién eres realmente?, ¿qué quieres de mí?, ¿porqué me sigues? Tantas preguntas ocupando su cabeza le hicieron no notar que ya se encontraba en la fila para salir, al ver a Dick a la distancia decide perderse en una esquina de la escuela, no quería preocupar a su hermano, pero no quería que algún día encuentren su cadáver en cualquier parte.
Al moverse entre las personas se colocó detrás de un edificio, justo en un callejón cerrado, allí pudo ver a el encapuchado, sentado sobre una pila de piedras, observando un arma. La luz de Gotham desaparece con lentitud, dejando paso al frío de la noche, Sofía se acerca a Jason tomando los bordes de su mochila sin despegar su vista de la máscara.
Él salta de encima de los escombros y cae enfrente de ella, para la satisfacción de Jason, ella no retrocede y le mantiene la mirada.
— Tienes la sangre fría de un asesino. Le aseguro Jason mientras la observaba.
Sofía no dijo nada, no sabía que decir pues, no estaba mintiendo.
— Mi trabajo es aniquilar a los bastardos que se ponen por encima de la ley, darles su merecido a los criminales que piensan que su culo está por encima de todo. Jason prosigue mientras rodea a la niña a paso lento.
— Eso es lo que haría un héroe. Dice Sofía que lo observa mientras camina.
— No soy un maldito héroe. Jason apunta con su cuchillo el cuello de la niña, ella observa el filo con curiosidad sin inmutarse por el acto.
— No mató niños, sus gritos son demasiado chillones para mí gusto, pero podría hacer una excepción contigo. El cuello de Sofía está siendo apresado por el filo, pero ella se mantiene firme.
— El Jason que papá conoció no mataría personas inocentes.
— No me llames así mocosa.
— ¿Podrías alejar el cuchillo?, me esta picando.
Jason ríe en voz alta y quita el arma del cuello de la niña, ella voltea y clava sus ojos en los de Jason.
— ¿Porqué me estás siguiendo?, ¿te mandaron a matarme?. Pregunto con curiosidad, incluso sus movimientos mostraban algo de inocencia.
— Ja, no eres tan importante estupida, nadie te busca y menos tu cadáver.
— Entiendo, pero entonces ¿por qué seguirme?.
Jason camina hasta los escombros y los sube con rapidez, Sofía lo imita y lo sigue en silencio, observando la zona a su alrededor.
Dick desde su auto se muestra algo desesperado, Sofía no estaba y todos la habían visto salir, él llama a la niña pero su teléfono parecía apagado, le pregunta a todo el mundo y nadie parece poder dar una respuesta clara. Con desesperación sube a su auto mientras los profesores y directivos llaman a la policía, Dick llama a Bruce y le informa lo sucedido, éste, preocupado, intenta contactarla también pero no hay resultados, Alfred se marcha de la reunión rápidamente, Bruce se marcha luego de dejar bien en claro que es lo que se debía hacer, él corre en dirección al auto y junto a Alfred se mueven hasta la Batcueva, donde Bruce intenta rastrear a Sofía con algunos chips instalados en su mochila, pero estos están rotos y parecía ser reciente.
