Nueva vida

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06:30 AM. Desperté con los gritos e insultos de mi madre. Otro maldito día en mi patética vida.

Me visto. Bajo a desayunar y me encuentro con la cara de pocos amigos de mi "padre". Si así podría decirle, ya que de tanto maltrato que recibo de su parte me hace dudarlo.

-Buenos días- dije. Él ni se molestó en mirarme y mucho menos en contestar.

Salí rumbo al instituto. Este era mi primer día en un nuevo colegio. Hace dos meses nos mudamos de ciudad por un "secreto" de mi padre, que ni siquiera mi madre lo sabía.

De tan distraída que estaba me llevé por delante a alguien.

-Disculpa- dice una voz melódica y dulce.

-No, discúlpame a mí, no fue mi intención, lo juro- contesto asustada.

-Oye, tranquila, fui yo- levanto la vista y veo unos hermosos ojos marrones y una sonrisa de esas que cuando las ves quedan grabadas en tu mente, SIEMPRE.

-No, de verdad, lo siento- respondo y trato de irme, pero él me detiene agarrándome del brazo.

-¿Cómo te llamas?- pregunta- Yo soy Travis.

Quedo atrapada durante unos minutos en sus ojos profundos, no sé cómo contestar. Al cabo de un largo rato echo a correr.

Cuando llegué al instituto no pude dejar de pensar en el papelón que había hecho. Comencé a caminar con la cabeza baja hacia la entrada. Todos me miraban raro, aunque es algo típico. Cuando estaba por llegar se me acercó una chica de cabello rubio y un poco ondulado con un moño de zorra en la cabeza (lo recuerdo muy bien porque literalmente le quedaba horrible). Por su forma de caminar me doy cuenta que es de esas que se creen diosas de la vida.

-Hola, ¿cómo te llamas?- pregunta con voz de gatita barata.

-Emily-contesté un poco insegura.

Se me acercó un poco más y pude notar entre su remera demasiado escotada (que no era del uniforme) que usaba relleno. En realidad, no me extrañaba en chicas como ella.

-Eres nueva, ¿no? Se te nota por lo idiota que te estás comportando.

-¿Disculpa?-pregunto.

-Sí, discúlpate por lo fea que eres-ríe.

-Vete.-dice una voz de hombre.

-¿Evan?-pregunta ella sorprendida.

-¡VETE JOSEFINA!

-¿Qué te sucede? ¿Por qué defiendes a esta mugrosa?

El chico la fulmina con su mirada de hermosos ojos azules. Ella se va enfadada dirigiéndose a un grupo de tres huecas (se nota a lo lejos) que al parecer la tintura rubia les funde el cerebro.

-Debes disculparla, es demasiado idiota a veces.- dice el chico.

-¿A veces? -pregunto sonriendo.

-De acuerdo.- sonríe.- SIEMPRE.

Luego de un silecio incómodo de varios minutos intercambiamos sonrisas.

-Soy Evan.- se presenta extendiéndome la mano.

-Soy Emily.-respondo a su saludo.

-Ellas.-me apunta al grupo de huecas discípulas.- Son las "abejas reinas" aunque nadie nunca las nota. Un consejo: NO TE LES ACERQUES, SON PONSOÑOSAS.

-De acuerdo.-respondo sonriente.

-Oye, como es tu primer día, me imagino que sería muy satisfactorio saber que tienes un amigo.-sonríe.

-¿Un amigo?-pregunto.

-Yo.-responde.

¿Cómo? Nunca un chico tan lindo como él se me acercó. No sé qué responder. Podría ser una broma, podría ser un cómplice de la "abeja reina". ¿Y si sólo está jugando y a la hora del almuerzo se aprovecha de mí?

-¿Y bien?-pregunta.- ¿Somos amigos?

EN MULTIMEDIA SE ENCUENTRA UNA IMAGEN DE EMILY

Mas allá del sufrimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora