Capitulo 4

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La carretera estaba únicamente alumbrada por las luces de la cuidad que ya dejaban lejos. Por las ventanillas bajadas ya entraba la brisa marina y se escuchaban las olas del mar. Secondhand serenade sonaba en la radio. Henry iba a cambiar de emisora cuando Jake le dio un pequeño golpe en la mano, Henry sabía que en lo que respectaba a la música a Jake no había que discutirle. Henry aparcó en la entrada de la playa, apagó el motor y se apoyó con los brazos cruzados sobre el volante.

— Me encanta el mar — dijo mientras respiraba profundamente el aire con toques de sal.

Jake sonrió y acercó sus labios a la oreja de Henry.

— A mí me encantas tu — le susurró al oído.

Henry levantó una ceja y se le enganchó la sonrisa. Sintió como las manos de Jake le agarraban de la camisa y le empujaba hacia él. Los labios de

Henry se dirigían a los de Jake, estaba a un centímetro de ellos cuando Jake se apartó repentinamente. Henry miró a Jake dubitativo, y éste le miraba con una boba sonrisa en la cara. Odiaba que le hiciera eso. Volvió a acercar su cara a la suya, y a punto de besarse apartó la cara. Los jueguecitos tontos de Jake le irritaban, pero le excitaban al mismo tiempo y Jake lo sabía. Pero Henry no estaba para juegos, agarró fuertemente del cuello de la camisa de Jake, y con la otra mano su nuca, y le besó apasionadamente. Jake le agarró de la cintura y tiró de Henry hacia él.

— Espera, espera — dijo Henry de pronto.

— ¿Qué pasa? — preguntó Jake sin dejar de besar a Henry.

Henry le apartó ligeramente para que parara.

— Que me estoy clavando la puta palanca de cambios — se quejó Henry.

— ¿Y te gusta? — preguntó Jake riendo.

Henry le golpeó.

— ¿Eres tonto? — le espetó de malas maneras y acto seguido empujó a Jake al asiento trasero.

Se tumbó sobre Jake y le comenzó a besar por todo el cuerpo. Primero los labios, pasó a las orejas, el cuello y los brazos. Henry entrelazó sus manos con las de Jake, agarró su dedo índice y se lo acercó a la boca. La respiración de Jake aumentó el ritmo cuando lo sintió en los labios de Henry. Se detuvo en el cuello de su camisa, le desabrochó los botones y la deslizó por su cuerpo para quitársela. Estaba casi a oscuras, pero Jake ya conocía a la perfección el cuerpo de Henry. Deslizó sus dedos por toda su piel hasta llegar a la cremallera de su pantalón. Ya sentía su excitación cuando introdujo la mano bajo la ropa. Escuchaba a Henry suspirar. De repente Henry tumbó a Jake y se colocó sobre él, le agarró ambas muñecas y las colocó sobre su cabeza dejándole inmóvil. Bajó los pantalones y la ropa interior de Jake y le acarició. Henry apoyó su cuerpo sobre Jake y sentía el cálido aliento de éste en su oreja.

— No dejes que esta sea la última vez — le susurró Jake repentinamente.

Henry se detuvo y le miró a los ojos. Al principio no sabía a qué se refería, pero al mirarle a los ojos lo supo, su mirada lo decía todo.

— No lo haré — dijo y le besó delicadamente.

Jake sonrió y se colocó bajo Henry.

Cuando se vistió cogió uno de sus cigarros y salió fuera. Se apoyó en el capo del coche y se lo encendió, tomó una larga calada y soltó el humo lentamente. Aquel rincón estaba tan solitario que era perfecto para buscar la intimidad que tanto necesitaban. Solían ir allí cada noche, ponían la radio y pasaban las noches hablando y acariciándose. Henry salió del coche aún medio vestido y se sentó junto a Jake.

Only Two Things - Desirée Arjona PeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora