Capitulo 15

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Todo era diferente desde que estaba en aquella estúpida hermandad. Detestaba a sus nuevos compañeros, eran de lo más idiota que había conocido. Niños mimados de familias acomodadas que solo pensaban en divertirse a costa de los demás. Lo peor de todo es que no había nadie que les bajara los humos, excepto él, que no pensaba seguirles el rollo a aquellos idiotas por nada del mundo. Cuando llegó allí ninguno le miró como un enchufado (que era lo que más odiaba Jake de todo aquello), porque allí todos estaban por el dinero de sus padres, familiares o algún amigo de la familia. Simplemente, le veían como uno más y estuvieron encantados de abrirle las puertas. Pero Jake no quiso la simpatía de ninguno de ellos. No quería participar en ninguna de sus tontas novatadas, fiestas o quedadas para ver partidos o cenar fuera. Solo estaba allí por una razón, y desde luego no era para hacerse amigo de aquellos tipos. Por lo que acabaron por ver a Jake como un chico de lo más extraño, siempre le veían acompañado de su guitarra, sus amigos, un empollón, el mariposón del equipo de fútbol, y por la que todos tomaban como su chica, Sarah Miller, la ex novia de Tom Harden. Por todos era sabido ya que Harden, detestaba al nuevo miembro de la hermandad por la relación que tenía éste con su ex novia. Ninguno quería tomar partido en aquella disputa, Tom era un cabrón y no era conveniente estar en su lista de enemigos, y Sarah era la hija de uno de los hombres más influyentes de la universidad, por lo que cuanto más lejos estuvieran de las discusiones de estos dos, mejor. Durante aquellos dos meses los miembros de KAE fueron presentes de una verdadera batalla, Tom no paraba de decir que le reservaba una buena a Rivers, pero que ese no era motivo para dejar buscarle las cosquillas, por lo que una tarde él y sus compinches escondieron el colchón de Jake, el cual contraatacó sacando todas las cosas de la habitación de Tom, exceptuando únicamente el colchón. Encontraron dos días después sus cosas en el tejado, nadie supo cómo había conseguido subir todas aquellas cosas hasta allí. Y así ocurría semana tras semana, se llenaban las sábanas de barro, echaban su ropa a la piscina del campus... Jake realmente hubiera disfrutado de todo aquello si no fuera porque Tom era una persona completamente nula para él, que ni hacerle putadas le divertía. Sin embargo, para Tom, Jake Rivers iba ocupando mayor importancia en sus pensamientos, unos pensamientos llenos de rabia y celos, cada vez que Sarah iba a verle. Lo peor de todo, era darse inevitablemente cuenta de que era ella la que iba tras él, y no al revés. Eso le ponía aún más enfermo.

Las clases puede que fueran lo más positivo que encontraba Jake en aquellos días, semana tras semana se volvían más interesantes. B.J y Chris ya estaban hartos de escuchar a Jake contar con entusiasmo lo que había hecho en clase. Se llevaba la guitarra siempre, sus compañeros también llevaban sus instrumentos y hacían divertidas melodías. Aunque sus compañeros eran músicos más clásicos se divertían con Jake, y él con ellos, incluso se encaprichó en que Anul, un estudiante hindú, le enseñara a tocar su sitar. Sin embargo, la clase de Rowland le seguía trayendo de cabeza, ya que ésta le había cogido una manía tremenda y siempre la tomaba con él. Aunque fuera mucho más pequeña y menos confortable, Jake extrañaba inmensamente su antigua habitación. Era cierto que él era una persona que le disfrutaba de la soledad, pero aquello era demasiado. Echaba de menos a su compañero Chris, se había amoldado a vivir con alguien en una habitación, y ahora, cuando estaba en KAE, no hablaba con nadie, a no ser que se trasladara hasta su antiguo pabellón, el cual no quería pisar por nada del mundo, solo por no encontrarse con él. Suficientemente doloroso era encontrárselo en clase, ya rodeado nuevamente de un montón de gente, muy diferente a la que se rodeaba él. Ya eran ambos el núcleo de primero, pero siempre de lados contrarios. Jake no sabía cómo podían ser tan dispares e iguales al mismo tiempo, imanes muy fuertes, cuyos polos opuestos se atraían. Solo coincidían en clase de Historia, pero aun así, le daba la sensación de que siempre le tocaba aquella clase. Henry siempre se sentaba con Mike y sus nuevos amigos delante, mientras que él estaba siempre detrás. Jake siempre solía distraerse en clase pensando o escribiendo nuevas canciones, pero desde que no estaba con Henry lo único que hacía era dirigirle miradas disimuladas, no porque Henry pudiera girarse y verle, porque nunca lo hacía, sino porque odiaba reconocerse que lo estaba pasando realmente mal y que le echaba muchísimo de menos. Muchas veces pensó en ir a hablar con él, pero se recordaba a si mismo que no había cambiado y que seguía siendo el mismo Henry Woods de siempre. Debía ser fuerte y mantenerse lejos de él o acabaría por estar más enamorado de lo que estaba de la persona que más detestaba en el mundo. Pero era tan difícil, todo le recordaba a él, hasta las peleas con Harden. No podía evitar que le vinieran a la mente los recuerdos de sus disputas con Henry, que en el fondo disfrutaba tontamente. Cuanto menos se lo cruzara mejor. Y así pensaba también Henry, no mirarle, no mencionarle, ni tan si quiera permitirse pensar en él. Ambos habían tomado una decisión, estarían mejor si estaban separados, aunque eso significara pasar los días y las noches sin nada que le sacara una sonrisa. Henry, supuso que centrarse en el fútbol le distraería de todo aquello. Aquellas semanas entrenó más que ninguno, Tom no conseguía mejorarle y la frustración que sentía era más que evidente. Al llegar el primer partido de la temporada, el entrenador Kidman anunció que Henry sería el quarterback titular, todos le felicitaron y parecían realmente contentos con aquel cambio, al fin y al cabo era mucho más fácil tener a Henry como capitán que a Tom. El campus estaba lleno de posters con su cara, todos le felicitaban y le daban ánimos en su estreno como quarterback para los Warriors. Se sentía seguro de sí mismo, no quería que los nervios se apoderaran de él. Pero eso no pasó, el partido fue una victoria aplastante. Todo lo que veía en cuanto pitaron el final del partido era perfecto, Tom enfurruñado en el banquillo, el entrenador sonriéndole aprobadoramente, sus compañeros levantándole y el público gritándole como loco. Pero aun así le faltaba algo para que lo fuera completamente perfecto. Miró hacia las gradas con la esperanza de encontrar una cara, sin embargo allí no había ni rastro de él. Sus notas eran buenas, bastante por encima de la media. Salía con sus nuevos amigos, a cenar, a jugar a los bolos, al centro comercial, pero con quien más disfrutaba era los ratos que estaba con Chris, el único de todo el campus que era amigo de ambos, ya que B.J no le dirigía la palabra. Pensó en trasladarse a la habitación de Chris, pero dormir en la antigua cama de Jake le volvería aún más loco. En alguna conversación conseguía que Chris nombrara fugazmente a Jake, y así saber algo de él. Aunque nunca le preguntaba directamente, pensó en hacerlo, pero inmediatamente lo borraba de su cabeza. Aquel treinta y uno de octubre, quiso preguntarle si Jake iría a la fiesta de Halloween de KAE, pero supuso que sí, allí acudiría todo el campus. No pudo evitar que se le vinieran a la mente recuerdo del pasado Halloween, el cual lo pasó con él, con sus más y sus menos, pero juntos. Se equivocó, Jake, según le contó Claire, había estado con Shorty y sus tontos amigos. Claire no aceptaba su ruptura, cada vez que hablaban le preguntaba si ya lo habían arreglado. Henry no paraba de asegurarle que aquello había sido una ruptura definitiva, pero ésta lo negaba enérgicamente. Las chicas no paraban de insinuársele, y acabó por ceder a los rollos de una noche, que se repetían fiesta tras fiesta. Ya estaba harto de tener que rechazar a todas, sobre todo cuando oía todos aquellos rumores de que Jake y Sarah eran la nueva pareja del campus, aquello era como si una sierra le atravesara el corazón, esa repelente de Sarah Miller... Cada vez que le saludaba por el campus (porque debía pensarse que eran muy amigos o algo) le sonreía con esa perfecta sonrisa blanca.

Only Two Things - Desirée Arjona PeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora