Haber asistido a esa fiesta fue un completo error.
El bulto que cada vez crecía en su interior se lo confirmaba.
❥•Historia M-Preg
❥•Bakugou doncel
❥•Ningún personaje me pertenece
❥•Los fanarts utilizados, el merecido crédito a sus respectivos dibuj...
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«¡Jodido idiota!»
Había salido corriendo del hospital en cuanto pudo procesar el resultado de la prueba. El shock le duró minutos luego de haber leído ese nombre. Y sin decir una palabra, se retiró con los papeles en mano, su ceño fruncido y el temblor en su cuerpo por el enojo que estaba sintiendo.
«¡¡Nerd de mierda!!»
El sentimiento de ira que a cada paso incrementaba inundó su ser, y lleno de cólera, lo único que podía pensar era llegar a la academia para darle una golpiza al peliverde. Poco le importaba si le molía la cara hasta dejársela irreconocible, en ese momento ya no estaba siendo racional.
«¡¡¡Maldito desgraciado!!!»
Cruzando el gran portón de la U.A, apresuró el paso hacia el edificio en particular. Al diablo la racionalidad.
-¡¡DEKU!!-
El grito fue lanzado con tanta furia, siendo escuchado incluso antes de que el rubio entrara a las instalaciones de los dormitorios. La puerta siendo abierta de una sola patada puso en alerta a los jóvenes. El grupo de compañeros reunidos en la sala se tensó al visualizar cierta cabellera rubia aproximarse a alguien en especial.
La cara consumida por la rabia podía hacer temblar a cualquiera, los puños apretarse fuertemente también asustaba, incluso el aura asesina que tenía espantaba a todos; pero el mayor susto se lo llevaron al presenciar un golpe chocar en la cara del peliverde. Bakugou había mandado a Midoriya al suelo.
Algunos quedaron petrificados, otros auxiliaron al pecoso — quien ya contaba con el labio partido y la mejilla roja por tan sólo ese golpe — y los cercanos al blondo trataron de contenerlo para evitar que lance otro puño equipado con una explosión.
-¡Blasty calma!, ¡¿qué pasó hombre?!- Kirishima fue el más arriesgado en sujetar a su amigo, teniendo que activar su quirk para detenerlo y de paso evitar salir lastimado.
-¿¡Cómo esperas que me tranquilice después de saber que ese imbécil es el padre!?- paró de agitarse apenas culminó de hablar, lo que hizo que el pelirrojo bajara la guardia al estar también anonadado por la revelación insólita; y eso aprovechó el rubio para liberarse del agarre.
Sin duda eran muchos acontecimientos en sólo pocos segundos que los dejaban atónitos, el lugar quedó cubierto de un silencio sepulcral y sumamente incómodo, el ambiente se volvió tenso y nadie quería abrir la boca en busca de respuestas.
-Tú vienes conmigo- ordenó con la voz ronca, imponente, y una mirada amenazante llevándose al chico de cabello rizado a un lugar apartado, lejos del resto.
❐❐❐❖❏❏❏
Las nubes grises daban la sensación de que desatarían una lluvia en cualquier instante, y el gélido aire movía con fuerza las hojas de los árboles y el césped. A pesar de ese ambiente frío no parecía importarle a los amigos de la infancia, tan sólo permanecían en medio de la flora ubicada por alguna parte en las afueras de los dormitorios.
